José María Ridao: "La India lo tiene todo para ser la gran potencia del siglo XXI"
Recién llegado de Nueva Delhi, donde ha servido tres años como embajador, el escritor presenta 'Cuadernos de Malakoff', su primer libro de aforismos.
4 julio, 2024 02:01A José María Ridao (Madrid, 1961) no le duelen prendas definirse como un tipo sobrio, prudente, ahora que todo son soflamas. Es exactamente la sensación que tenemos al conocerlo, minutos antes, en el madrileño Gran Café Santander, donde estaba a punto de presentar a los medios de comunicación su primer libro de aforismos, Cuadernos de Malakoff, publicado en la editorial Galaxia Gutenberg, que se ha hecho cargo de muchas de sus obras anteriores. Su talante diplomático, que también se deja entrever en su obra, en este caso trasciende el sentido figurado.
Destinado en Angola, la Unión Soviética y Guinea Ecuatorial en el ocaso del siglo XX y embajador de España ante la UNESCO entre 2004 y 2006, su último servicio al Estado español más allá de nuestras fronteras ha sido el cargo de embajador en la India, donde ha residido durante los últimos tres años. Su salida tuvo lugar hace apenas un mes y casi coincidió con las elecciones a la presidencia del país, en las que Narendra Modi revalidó su mandato por tercera vez.
Ridao considera que el análisis de las elecciones por parte de los medios entraña "una distorsión absoluta". La victoria de Modi no fue tan holgada, pero el Partido Popular Indio está vinculado a una minoría opulenta: "200 millones de personas ricas" que monopolizan los poderes fácticos. Por no hablar de la discriminación que ejerce el gobierno sobre la población musulmana, que, aunque minoritaria, cuenta con unos 210 millones de habitantes. "Modi los denomina 'infiltrados'", según apunta Ridao.
El escritor y diplomático señala que el partido de la oposición, el Congress o Congreso Nacional Indio, está lastrado por la familia Ghandi, que tiene históricamente a varios miembros diseminados en distintos cargos de la estructura jerárquica, lo que nos da una idea del anquilosamiento que arrastra, y ha perdido la popularidad entre los ciudadanos.
En todo caso, los "verdaderos problemas" de la India pasan por sus debilidades democráticas —medios intervenidos, opositores en prisión...— y por los altos datos de paro e inflación. Mientras tanto, Modi prometía que su programa para hacer frente al desempleo se traduciría en la creación de siete millones de puestos de trabajo en un país de casi 1.500 millones de habitantes. No obstante, "la India lo tiene todo para ser la gran potencia del siglo XXI", según asegura Ridao.
En Nueva Delhi, la capital, el escritor concluyó el ejercicio de depuración que ha supuesto el alumbramiento definitivo de este libro, cuyo origen se remonta a la escritura de tres cuadernos que, a su vez, servirían como borradores de los ensayos Filosofía accidental (2015) y La democracia intrascendente (2019), ambos publicados en Galaxia Gutenberg.
Las ideas anotadas entonces serían reducidas a lo esencial hasta lograr esta interesante compilación de aforismos, que bascula entre la sugerencia —"Unidad móvil: La verdad, para seguir siendo verdad, debe alejarse a medida que alguien se acerca", reza uno de ellos— y la ironía —"Literatura infantil: Dios es la solución al misterio del universo", leemos también—. Otros revelan el sustrato filosófico que atañe a todo buen libro de aforismos que se prese. Tal es el caso de "Liebre mecánica: La dificultad no se encuentra en rechazar el error al darle alcance, sino en perseguir la verdad sin conocerla".
"En España se pasó de hacer política en las instituciones para hacer política con las instituciones"
No es la primera vez que vemos títulos para acompañar a los aforismos —recurso que redimensiona el artefacto textual, ensanchando su significado—, pero esta vez adquieren, si cabe, más sentido. Y es que no faltan formulaciones alternativas a ideas tantas veces escuchadas ni gotas de humor para desengrasar la densidad del discurso. Verbigracia, "Maestro armero: La verdad es responsable de cuanto se perpetra en su nombre".
A propósito, Ridao reconoce que tanto estos aforismos como los textos seminales están permeados por la influencia socrática, que despierta el pensamiento crítico y tiene en cuenta la posibilidad del diálogo en su innegociable búsqueda de la verdad. Con todo, el escritor, licenciado en Filología Árabe y Derecho, se reconoce "en la tradición pragmática americana".
Según confesó en el agradable almuerzo del Gran Café Santander —un sótano nos protegía del primer impacto de calor serio en la capital—, en 2012 sintió "la necesidad de volver a estudiar", después de muchos años colaborando con medios de comunicación e impartiendo conferencias. Solicitó el primer cargo diplomático que se le puso a tiro, vino a decir, y acabó en la embajada española de París como cónsul general adjunto. Allí arranca la escritura de estos cuadernos, cuyo resultado ha sido la publicación de tres libros.
Cuadernos de Malakoff remite, por tanto, a la calle donde vivió en aquellos años, así nombrada tras la victoria francesa en una de las batallas más sangrientas de la Guerra de Crimea. "Imaginaba el vencedor que dar el nombre de Malakoff a una calle de París recordaría eternamente su victoria", advierte el propio autor en la contraportada del libro, que no podría abjurar de los ecos de Kafka, Eugenio Trías o Ramón Andrés en el plano aforístico, según confiesa Ridao.
"La figura del intectual no debería servir para crispar"
La comida discurrió liviana, aunque no dejaron de abordarse temas de profundo calado. En lo que concierne a España, Ridao se mostró especialmente preocupado con la Administración, que necesitaría una reforma profunda y urgente. Semejante reto "representa la misma dimensión que la reconversión industrial", afirmó. Y es que "España tiene sus recursos hipotecados al trabajo ineficiente del sistema de funcionariado". No se trata de que sobren funcionarios, aclara, pero los escollos relativos a la burocracia y la falta de fluidez interna hacen que la transformación se haya vuelto una prioridad.
En esta línea, considera que "no estamos respondiendo al debate sobre qué va a lo público y qué a lo privado" y se ha llegado al punto de que "privatizar es un valor en sí mismo". España, en fin, "tiene unas posibilidades que no está explotando", lamenta Ridao, y no puede evitar acordarse de que "desde finales de los 90, en España se pasó de hacer política en las instituciones para hacer política con las instituciones". O sea, antes "la mayoría legitimaba al presidente —Felipe González le sirvió como ejemplo— para el ejercicio del liderazgo; no se imponía el programa al coste que fuera", resolvió.
No comprende tampoco que los referentes intelectuales no estén llamando a la calma, teniendo en cuenta los niveles de polarización que se han alcanzado en las esferas sociales y políticas. Según el escritor, no se debería descuidar "el compromiso con el sistema democrático y con el Estado", esto es, "la figura del intectual no puede servir para crispar más". Personalmente, prefiere "anteponer el pacto común, la posición civil, antes que la idea de nación", y hacia esa dirección se orienta la publicación de este libro.
La sugerente cubierta, por cierto, evoca a unos niños haciendo gárgaras en Estados Unidos para evitar contraer la Gripe Española. ¿Será la gripe metáfora de una España que no termina de curar sus afecciones?