
El doctor alerta de lo que puede ocurrir.
Manuel Viso, médico: "Comer a diario este alimento típico en España eleva el riesgo de cáncer de colon"
Estas carnes procesadas suelen llevar compuestos químicos que podrían perjudicar la salud de los consumidores a largo plazo.
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Sabemos que cuesta resistirse a una buena hamburguesa, unas costillas al horno o ese bocadillo de jamón serrano que alegra cualquier comida. Pero, como todo en la vida, el secreto está en el equilibrio.
Y es que "comer a diario este alimento típico en España" podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades graves, como "el cáncer de colon". Así lo advierte el doctor Manuel Viso, médico especialista en urgencias.
"No debemos abusar de la carne de cerdo y vaca porque, al ser carnes rojas, su consumo frecuente se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer colorrectal y diabetes tipo 2", explica.

Es un alimento muy recurrido en nuestro país.
Las carnes rojas como la de vaca o cerdo suelen tener muchas grasas saturadas, que no son precisamente amigas del corazón. "Estas grasas aumentan los niveles de colesterol LDL, conocido como el colesterol 'malo'", aclara el doctor.
Y no solo eso, ya que además cuando las cocinamos a la brasa, a la parrilla o muy fritas, se generan sustancias que pueden incluso llegar a dañar nuestras células. "Pueden contener compuestos proinflamatorios cuando se cocinan a altas temperaturas, como las aminas heterocíclicas y los hidrocarburos aromáticos", añade.
Pero no todo es blanco o negro. No se trata de dejar de comer carne roja para siempre, sino de hacerlo con cabeza. Por ejemplo, no es lo mismo una salchicha que un filete de lomo.
"Aun así, no toda la carne de cerdo es igual: el lomo de cerdo, por su bajo contenido graso, se clasifica como carne blanca", aclara Viso, detallando que eso lo convierte en una opción más ligera y saludable.
En esta especie de "duelo" entre la vaca y el cerdo, cada uno tiene lo suyo. La carne de vaca, por ejemplo, aporta hierro y zinc, dos minerales clave para evitar la anemia y mantener nuestras defensas fuertes.
Por su parte, el cerdo puede ofrecer cortes más ligeros, con grasas más saludables. "El lomo magro tiene ácido oleico, como el aceite de oliva", señala el médico.
Eso sí, cuidado con los embutidos industriales. "Nada de bacon, salchichas o mortadela, eso no es carne, eso es trampa", advierte con humor.
Estas carnes procesadas suelen llevar compuestos químicos que están relacionados con inflamaciones y riesgo de cáncer. "Muchas carnes rojas procesadas contienen nitritos y otros aditivos que se han relacionado con procesos inflamatorios y carcinogénesis", recuerda.

Hay muchas posibilidades muy saludables.
Aun así, como conclusión el experto aclara que no se trata de elegir entre el "team cerdo" o el "team vaca", sino de saber qué parte del animal comes, cómo la cocinas y con qué la acompañas.
Lo ideal: cortes magros, poca sal, sin fritos, y siempre con muchas verduras al lado, ya que como dice el doctor, “no solo es la carne, también el contexto”.