
Imagen del primer mercado de la plaza de Lugo de A Coruña.
Ofrecido por:
El mercado de la plaza de Lugo de A Coruña cumple 115 años como eje del comercio en la ciudad
A principios del siglo XX se erigió un edificio que marcaría el desarrollo comercial de una urbe en expansión
Te puede interesar: La Casa Ameixeiras de A Coruña: Experimentando con el eclecticismo
A comienzos del siglo XX, A Coruña era una ciudad todavía en expansión. En 1910, con un censo de unos 48.000 habitantes, la urbe herculina crecía hacia lo que hoy en día se conoce como el Ensanche. En el corazón de este nuevo barrio, nacía el mercado de la plaza de Lugo.
Hace ya 115 años de la construcción de un edificio que finalizó sus obras un día de abril de 1910. Su apertura fue un paso hacia la modernización de la ciudad que, por aquel entonces, todavía no contaba con una plaza de abastos.
El historiador Xosé Alfeirán explica que en aquel entonces sí había pequeños mercados en zonas como el de San Agustín, que constaba de unos tenderetes, o en Santa Catalina y Santa Lucía, en su ubicación original cerca de Cuatro Caminos. Sin embargo, en una ciudad con una población cada vez mayor y habituada a estar bajo las inclemencias del tiempo, la existencia de un mercado cubierto era una necesidad.
"Había mercadillos, pero non un mercado moderno, hixiénico e funcional de acordo cos tempos", resume el experto.
La realización de un último deseo
A pesar de ser un momento de dinamismo económico en la ciudad, principalmente por la importancia de su puerto, el gobierno municipal de entonces no contaba con grandes recursos económicos en un contexto en el que el sistema impositivo era muy diferente al actual.
El historiador señala que "a salvación foi Eusebio da Guarda". Este filántropo financió la construcción del mercado; un último deseo que dejó por escrito en su testamento. Por este motivo, este edificio recibe la denominación de mercado de Eusebio da Guarda.

El mercado de la Plaza de Lugo de A Coruña hoy en día.
Como encargado del diseño del proyecto estaba otro gran nombre ligado a la historia de la ciudad. Pedro Mariño, responsable de otros edificios como el Palacio Municipal de A Coruña, fue el director de obra de ese primer mercado de la plaza de Lugo. Junto a él, Julio Galán, uno de los arquitectos modernistas de la ciudad, fue otra de las personas vinculadas a este proyecto.
Con un presupuesto que superaba las 200.000 pesetas de entonces, se procedió a crear un mercado dividido en tres pabellones con el pescado y el marisco en el centro y la carne y las frutas y verduras en los laterales.
El resultado fue "un edificio elegante, moderno e vistoso" que maravilló y sorprendió a todos los coruñeses —entre ellos el alcalde de entonces, José Folla Yordi— que, aquel día de 1910, se acercaron a conocer esta nueva instalación de la ciudad.
El primer mercado
A pesar del gran interés que suscitó, en los primeros días "había máis xente mirando que comprando", señala el historiador.
Cuando los coruñeses ya aceptaron esta novedad en su ciudad, al mercado de la plaza de Lugo acudían personas de todas las clases sociales. Cerca de 170 puestos daban servicio a centenares de vecinos que adquirían aquí pescados como jureles y merluzas y marisco de todo tipo, además de carne, frutas y verduras.
Su estructura en hierro recordaba a las estaciones ferroviarias y edificios industriales de comienzos de siglo y la instalación se completaba con unas cristaleras que dejaban pasar la luz del exterior. En su interior, mármoles, mosaicos y herrajes artísticos completaban el edificio.
Además, este mercado nacía con un elemento distintivo de modernidad: una cantina. "Foi unha innovación", resalta Alfeirán. Este fue el escenario de un lunch el día de la inauguración al que se invitó a personalidades de la aristocracia de la ciudad de aquella época.
Lo que queda del mercado original de la plaza de Lugo
Hoy en día, nada queda de aquel mercado que se abrió con una fiesta en la ciudad. En la década de los años 50, A Coruña comenzó un trabajo de destrucción del mercado original para crear uno más amplio que respondiese a las necesidades de una nueva época.
"Naquel momento foi un avance en hixiene e na cantidade de produtos que se podían adquirir nun lugar concreto. A parte diso, supuxo a construción dun elemento moderno, vistoso e elegante para unha cidade que estaba crecendo"
Alfeirán explica que los pabellones fueron demoliéndose entre finales de los años 50 y principios de los años 60, dando lugar a un nuevo mercado con el cemento como material protagonista. Por eso, hoy ya no queda practicamente nada de ese edificio original.
De todas formas, el espíritu de este primer mercado sigue presente en la obra actual de principios de los años 2000. Una de las novedades con su construcción original estuvo en la gestión directa por parte del Concello. Ya entonces el consistorio era responsable de la limpieza y el mantenimiento de las instalaciones en un modelo "moi semellante" al actual en el que los puestos se alquilan a los vendedores.

Marisco a la venta en la plaza de Lugo la pasada Navidad.
Además, como aquel edificio de 1910, la plaza de Lugo cuenta hoy con un puesto dedicado a la venta de flores en su exterior, también tiene una cantina y el pescado y el marisco siguen siendo los productos estrella.
"Naquel momento foi un avance en hixiene e na cantidade de produtos que se podían adquirir nun lugar concreto. A parte diso, supuxo a construción dun elemento moderno, vistoso e elegante para unha cidade que estaba crecendo", resume el historiador.
Este fue el punto de partida que convertiría al entorno de la plaza de Lugo en el "centro neurálxico comercial" de A Coruña.