El vicepresidente estadounidense, JD Vance, visita la base espacial Pituffik del ejército estadounidense en Groenlandia.

El vicepresidente estadounidense, JD Vance, visita la base espacial Pituffik del ejército estadounidense en Groenlandia. Reuters

Europa

Groenlandia planta a Vance: la visita del 'número 2' de Trump se limita a una base de EEUU ante el repudio y la indignación

Minutos antes de aterrizar el vicepresidente de EEUU, la nueva coalición de Gobierno de la isla fue presentada oficialmente como símbolo de unidad.

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La polémica visita este viernes del vicepresidente estadounidense JD Vance y su esposa Usha a Groenlandia, que Donald Trump pretende anexionarse en aras de la seguridad tanto propia como internacional, ha estado marcada por el repudio y la indignación de las autoridades y la población tanto de la isla ártica como de Dinamarca.

En un claro mensaje a las aspiraciones imperialistas de la nueva Administración Trump, el liberal Jens-Frederik Nielsen, que tomará posesión como presidente de Groenlandia la próxima semana, anunció minutos antes de que JD Vance aterrizara, la nueva coalición de Gobierno que tomará posesión la próxima semana. Ésta agrupa a cuatro de las cinco fuerzas políticas parlamentarias y reúne 23 de los 31 escaños del Parlamento.

Nielsen, cuyo partido, el liberal Demokraatit, ganó las elecciones del pasado 11 de marzo con casi el 30 % de los votos, subrayó que la situación en política exterior creada por el interés de Trump en hacerse con la isla requiere "acción" y debe ser la prioridad de su Gobierno.

"Vemos cómo ha reaccionado la población y vemos la inseguridad que se ha creado. Por eso es hora de que haya un Gobierno que asuma el mando y haga lo que hay que hacer en relación con la situación en política exterior", declaró el próximo mandatario de la isla ártica.

"Vance aterriza en unas instalaciones que son de Estados Unidos. Pero toda esta situación de venir de visita cuando no hay un Gobierno, mantenemos que no es una muestra de respeto a un aliado. Es una lástima. Ahora tenemos un Gobierno que se va a poner el mono de trabajo", dijo Nielsen en Nuuk a la televisión pública danesa DR.

De las cinco fuerzas que obtuvieron escaños, solo queda fuera de la coalición el independentista radical de Naleraq, que se situó en segunda posición con un 24 % de los votos. Algunos medios de Groenlandia consideran que este partido actúa como 'aliado' encubierto de los intereses de Trump ya que pretendía convocar por la vía rápida un referéndum para la independencia de la isla, a la que el estatuto de 2009 reconoce el derecho a la autodeterminación.

JD Vance y su esposa, repudiados

El plan inicial del viaje de la Casa Blanca era que la esposa de Vance visitara una carrera de trineos tirados por perros en la isla junto con el asesor de seguridad nacional Mike Waltz, a pesar de que no fueron invitados por las autoridades de Groenlandia ni de Dinamarca.

Ante la falta de interlocutores, así como las protestas públicas y la indignación de las autoridades tanto de Groenlandia como de Dinamarca, la Casa Blanca optó por modificar los planes y centrar la visita únicamente en la base militar de Pituffik, al norte del territorio helado.

El vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, visita la base espacial Pituffik del ejército estadounidense en Groenlandia.

El vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, visita la base espacial Pituffik del ejército estadounidense en Groenlandia. Reuters

Según un acuerdo de 1951, Estados Unidos tiene derecho a visitar su base cuando lo desee, siempre que notifique a Groenlandia y Copenhague. Pituffik se encuentra en la ruta más corta entre Europa y Norteamérica y es vital para el sistema estadounidense de alerta de misiles balísticos.

Fiel a su estilo, el 'número dos' de Trump aprovechó su visita a la isla para sembrar la polémica a base de declaraciones incendiarias y provocadoras. Así, acusó a Dinamarca de no haber hecho un "buen trabajo" en ese territorio autónomo ártico descuidando su seguridad y a su población durante años.

"Nuestro mensaje es muy simple. Sí, la gente de Groenlandia va a tener autodeterminación. Pero esperamos que elijan a Estados Unidos como socio, porque somos la única nación en el planeta que respetará su soberanía y respetará su seguridad, porque su seguridad es también en gran medida la nuestra", afirmó.

Vance aseguró que cuando Trump habla de que "tenemos que tener Groenlandia" se refiere a que es necesario tomarse más "en serio" la seguridad de la isla, debido sobre todo al creciente interés de China y Rusia en el Ártico, y desechó la posibilidad de una intervención militar.

"Lo que creemos que va a ocurrir es que los groenlandeses van a elegir ser independientes de Dinamarca, y luego vamos a tener conversaciones con ellos a partir de ahí. Pienso que hablar sobre algo demasiado lejano en el futuro es demasiado prematuro", señaló Vance.

"No creemos que vaya a ser necesaria nunca la fuerza militar. Pensamos que esto tiene sentido, y como la gente de Groenlandia es racional y buena, creemos que será posible hacer un acuerdo al estilo de Trump para garantizar la seguridad de este territorio y también la de EEUU", subrayó.

Vance acusó a Dinamarca de no "mantener el ritmo" en las inversiones necesarias para mantener la seguridad de la isla, que -en su opinión- es peor ahora que hace "30 o 40 años" y sostuvo que la arquitectura de seguridad danesa ha consistido en "dejárselo todo a los valientes soldados estadounidenses y esperar que paguemos la cuenta". "¿Cuál es la alternativa entonces? ¿Dejar el Ártico a China y a Rusia? No tenemos otra opción", declaró.

Al mismo tiempo que Vance hacía estas declaraciones, Trump insistía desde la Casa Blanca en que su país necesita Groenlandia para su seguridad, algo que, según él, no puede garantizar sin tener control de la isla. "Necesitamos a Groenlandia. Es fundamental para la seguridad internacional, tenemos que tener a Groenlandia", insistió el presidente. Trump dijo que en las aguas de Groenlandia, ahora mismo, hay "barcos chinos y rusos por todas partes".

Según una encuesta difundida hace dos meses, el 85 % de los groenlandeses no quiere abandonar la denominada Mancomunidad del Reino (Dinamarca, Groenlandia e Islas Feroe) para ser parte de Estados Unidos, y aunque la mayoría apoya la independencia, no quiere que ocurra a costa de perder nivel de vida.