Este es Tiberio Claudio, el bufón que llegó a ser emperador romano en en el año 41 d.C.

A sus 52 años, y contra todo pronóstico, Claudio fue elegido emperador por los centuriones tras el magnicidio de Calígula. La historia de Claudio es muy atípica, debido a la percepción cambiante que tuvo a lo largo de su vida y en la historia romana. Este era percibido como un hombre ineficaz, influenciable, incapaz e incluso mentalmente discapacitado. Sin embargo, no era ignorante ni mucho menos. De hecho, resultó ser más listo y mejor gobernante que la gran mayoría de emperadores. 

Tiberio Claudio Druso Nerón nació en Lugdunum (la actual Lyon) en el año 10 a.C. Era hijo de Nero Claudius Drusus, un valiente general y de Antonia la Menor. Ambos tuvieron otros dos hijos, Germánico y Livila, ambos perfectamente saludables, lo que propició las burlas y las comparaciones entre los hermanos. 

Desde temprana edad, Claudio padeció problemas de salud que afectaban su capacidad motriz y su habla (quizá poliomielitis o esclerosis múltiple). Esto llevó a que algunos miembros de la élite romana de la época lo subestimaran y lo consideraran poco apto para un papel político importante. Su cojera y su tartamudeo fueron probablemente interpretados como signos de debilidad por parte de algunos. Por si fuera poco, una enfermedad en la infancia lo dejó un poco sordo. De hecho, cuando su padre Druso murió, su madre Antonia comenzó a tratarlo despectivamente: lo llamaba "monstruo" y lo mantenía encerrado en sus habitaciones para que los invitados no lo vieran.

Claudio nombrado emperador por la Guardia Pretoriana. Museo de Bellas Artes de París.

Sin embargo, su destino tuvo un giro inesperado después de haber vivido más de 50 años. El 24 de enero del año 41 d.C., ocurrió un cambio drástico: el emperador Calígula fue asesinado por su propia guardia pretoriana. Claudio, temeroso de que pudieran también querer eliminarlo a él y erradicar a toda la dinastía, se refugió en el palacio. Según los relatos de los historiadores Flavio Josefo y Dion Casio, Claudio fue hallado por un pretoriano detrás de una cortina, temblando, pero en lugar de matarlo, lo proclamó como el nuevo emperador.

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A pesar de sus dificultades, Claudio demostró ser un individuo con una mente aguda. Se dice que era un estudioso ávido y se interesaba en la historia, la literatura y el derecho. Escribió varios libros, algunos de los cuales se centraban en la historia etrusca y otros aspectos de la historia romana. Sus intereses intelectuales y su conocimiento ganaron respeto entre círculos académicos.

Cuando finalmente Claudio fue proclamado emperador, sorprendió a muchos. Comenzaba así un principado que duró hasta el año 55, año de la muerte de Claudio. Su reinado se caracterizó por una administración competente, reformas legales y la expansión del Imperio romano.

Tiberio Claudio escondido tras la cortina.

La percepción negativa que había rodeado a Claudio en su juventud comenzó a cambiar a medida que demostraba ser un líder capaz. Bajo su gobierno, se tomaron medidas para mejorar la justicia, la administración provincial y la infraestructura. Su contribución a la historia romana va más allá de las limitaciones físicas que enfrentó en su juventud.

Por ejemplo, subió la edad mínima para ser jurado a 25 y obligar a los abogados de ambas partes a permanecer en la ciudad mientras sus casos estaban por decidir. Asimismo, otorgó la libertad a los judíos y dictó también que los esclavos que eran abandonados por sus amos por estar enfermos, si se recuperaban, serían libres. Pero sin duda su mejor conocido legado arquitectónico fue la ampliación de la red de acueductos.

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Finalmente, murió a los 64 años por envenenamiento. La gran mayoría de historiadores concluyen que la instigadora habría sido su propia esposa, Agripina, para eliminar a un hombre al que no podía manejar y colocar en el trono a su hijo aún adolescente, Nerón.

La idea de que fue considerado un "bufón" puede ser una simplificación excesiva de cómo fue percibido en su juventud debido a sus problemas físicos. Aunque hubo momentos en los que su discapacidad fue objeto de burla, su posterior ascenso al trono y su gobierno demuestran que superó las expectativas y se convirtió en un emperador relativamente competente y capaz.