Momento de la llegada de la prueba femenina en el ciclocross de Benidorm.

Momento de la llegada de la prueba femenina en el ciclocross de Benidorm. SPRINT CYCLING / BENIDORM CX

Ciclismo

Benidorm y su ciclocross, la radiografía de un evento único en España: "Ya está por encima de los nombres"

El evento volvió a convertirse en lugar de peregrinaje para los aficionados al ciclismo y congregó a cerca de 16.000 personas en la localidad alicantina.

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Benidorm
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Son las 15:00 horas de un domingo cualquiera en Benidorm. Es pleno enero, pero el sol brilla con fuerza y los abrigos se ven relegados a un segundo plano en favor de las camisetas de manga corta. Poco le falta a algún valiente para sacar el protector solar, aunque eso quizás sea un tanto exagerado. 

En esta localidad alicantina, cuya oferta de ocio es casi inagotable independientemente del día y la hora, todos los focos se centran en un mismo sitio. Los parques de El Moralet y Foietes cuentan con un trajín de gente fuera de lo normal y eso es por culpa de un evento que cada año que pasa puede sacar un poco más de pecho. 

El ciclocross de Benidorm se ha convertido en toda una referencia nacional e internacional. La prueba cumplió el pasado fin de semana su tercera edición, siempre dentro del calendario de la Copa del Mundo, y su peso se ha ido incrementando hasta límites difícilmente sospechados hace muy poco. 

El momento en el que se da la salida en la prueba masculina del ciclocross de Benidorm.

El momento en el que se da la salida en la prueba masculina del ciclocross de Benidorm. BENIDORM CX

La Unión Internacional de Ciclismo buscaba algo diferente al tradicional barro que siempre ha marcado a esta disciplina, y Benidorm desde luego que rompe con todos los moldes. La discusión sobre el recorrido ha dado paso a una carrera que va para largo y que volvió a congregar a cerca de 16.000 espectadores. Una cifra tan asombrosa como la del año pasado. 

"Nuestro balance es positivo, muy positivo", cuenta en conversación para EL ESPAÑOL Pascual Momparler, el 'alma mater' de este proyecto que en apenas tres años, como sucede con su otra prueba, la Clásica Jaén Paraíso Interior, se ha ganado un hueco casi imprescindible en el calendario.

Más allá de los nombres

Que la prueba de Benidorm se ha consolidado por méritos propios queda patente al repasar las cifras de asistencia. Desde la organización apuntan que han pasado por la fiesta del ciclocross unos 16.000 espectadores, es decir, el mismo llenazo que el año pasado. 

Estos datos, sin embargo, cobran aún más relevancia al poner en perspectiva el elenco de participantes de este año y del anterior. Si en la edición de 2024 la disputa entre Mathieu van der Poel y Wout van Aert se vendía sola, en esta ocasión era el belga el que asumía todo el tirón del cartel pese a haber otros nombres reconocidos en la disciplina. El ganador y campeón de Europa Thibau Nys, o la ganadora y campeona del Mundo Fem van Empel, entre otros. 

"El ciclocross lo ha vuelto a poner de moda el duelo Van Aert-Van der Poel, son quienes hacen vender muchas entradas. Este año perdimos a Van der Poel pero conseguimos a Van Aert, y es verdad que estábamos un poco nerviosos por si no lográbamos meter a la misma gente que el año pasado", revela Pascual Momparler.

"No es por sacar pecho, queríamos que la ciudad notara lo que ha notado estas dos ediciones anteriores. Nos hemos dado cuenta de que el evento está por encima de los nombres porque hemos igualado la venta de entradas del año pasado y es un gran paso para un evento de ciclocross", confiesa Momparler.

De hecho, el gran tirón de venta se produjo en el mismo día de la prueba. Numeroso público esperó hasta el último momento a conocer las predicciones meteorológicas y, al ver que el clima acompañó, no dudó en acudir al circuito.

Una fiesta

Todavía con el subidón en el cuerpo, la organización está más que satisfecha: "Cuantas más figuras tengas es mejor, está claro, pero hemos conseguido hacer un evento diferente. Está montado en un parque donde incluso puedes venir con los niños, hay DJs, una zona para perros... Y eso lo enlazas con un pinar que está dentro de Benidorm. Viene mucha gente a la que le da igual que corra uno u otro", asevera Momparler.

Paseando entre el público, uno adivinaba aficionados de muchas nacionalidades diferentes -especialmente la belga- y también hinchas llegados desde todos los puntos de España. Algunos de ellos, con la bici en la baca del coche, emprendieron el camino de vuelta a casa al término de la prueba.

Wout van Aert, en el tramo de la arena de playa en el ciclocross de Benidorm.

Wout van Aert, en el tramo de la arena de playa en el ciclocross de Benidorm.

"Viene mucho extranjero, pero el 70% de la gente que va a ver la prueba es de todas las partes de España. Hay mucho gallego, vasco, andaluz, valenciano... El 70% del público sigue siendo nacional", desvela Momparler.

La prueba seguirá siendo parte del calendario de la Copa del Mundo de ciclocross un tiempo más, lo que garantiza una supervivencia y una planificación a medio plazo para crecer todavía más. "Si no, sería imposible traer a los y las ciclistas que traemos", cuenta Pascual.

El circuito, que tantas veces ha sido criticado por su diferente carácter con respecto a lo tradicional, alejado del barro y de elementos más clásicos del ciclocross, cuenta con el visto bueno y el agrado de la Unión Ciclista Internacional y proporciona variedad al calendario de la Copa del Mundo.

Benidorm va a seguir disfrutando de esta disciplina gracias a una prueba que en apenas tres años se ha ganado ser toda una referencia. Un evento único en España que se convierte cada año en lugar de peregrinación para miles de aficionados al ciclismo.