El cardiólogo y divulgador José Abellán.

El cardiólogo y divulgador José Abellán.

Salud

José Abellán, cardiólogo: "En realidad no hay que caminar 10.000 pasos para cuidar el corazón en España, son menos"

El conocido médico y divulgador apunta que los últimos estudios científicos habland de una cantidad de pasos algo inferior a lo que se cree.

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J. Rodríguez
Publicada

Tanto los móviles como los relojes inteligentes comenzaron en algún momento a imponernos la meta de caminar 10.000 pasos diarios. Con esta advertencia, estos dispositivos aseguraban ayudarnos a mantenernos en forma e incluso disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Nosotros aceptamos la idea sin cuestionarla, y aún hoy, ver en la pantalla que no hemos alcanzado la meta nos genera culpa. Pero, ¿realmente tiene sentido esta cifra?

El origen de la cifra de los 10.000 pasos se remonta a 1964, durante los Juegos Olímpicos de Tokio. En aquel entonces, la empresa japonesa Yamasa Clock and Instrument lanzó un podómetro llamado Mampo-kei, cuyo nombre significa literalmente "10.000 pasos". Se promocionó con la idea de que alcanzar esa cantidad diaria favorecía la longevidad, aunque en realidad la elección del número respondía más a una estrategia de marketing: era un desafío alcanzable.

En otras palabras, cuando se ideó el dispositivo, no existía ninguna base científica que respaldara que esa cantidad de pasos fuera óptima para la salud. No obstante, con el tiempo, la recomendación se popularizó tanto que los investigadores comenzaron a analizar cuál es la cifra ideal. Hasta ahora, parece que no es exactamente 10.000, aunque todavía no hay consenso al respecto. Lo positivo es que, según los estudios, la cantidad necesaria podría ser menor.

En este sentido, el cardiólogo José Abellán ha explicado en su perfil de Instagram uno de los últimos estudios que se han publicado sobre esta cuestión: "En realidad, no son 10.000, son menos, e importa mucho cómo los des". Se trata, en concreto, de un estudio publicado en Journal of the American College of Cardiology y que ha sido elaborado por un equipo internacional de científicos entre los que se encuentran investigadores de la Universidad de Granada.

"Lo que han visto los investigadores es que con una base de datos enorme, de más de 110.000 pacientes, han conseguido asociar la cantidad de pasos que dan las personas al día con el riesgo de presentar mortalidad por cualquier causa o eventos cardiovasculares, como, por ejemplo, un infarto", describe Abellán. Es decir, querían comprobar cuál es el número de pasos que, específicamente, protege el corazón.

Lo primero en lo que repararon los investigadores fue que "la relación entre pasos que dan al día y el pronóstico y el riesgo no es lineal, sino que habría una dosis óptima de pasos al día", explica el cardiólogo. Y lo que observaron es que la mortalidad por cualquier causa empezaba a bajar a partir de que los voluntarios daban 8.700 pasos, es decir, 1.300 pasos menos de los que estamos dando.

Pero el número de pasos a partir del que bajaban los eventos cardiovasculares era todavía menor. En ese caso, había que dar unos 7.100 pasos, que son nada menos que 2.900 pasos. A partir de ese número de pasos los riesgos de mortalidad y de eventos cardiovasculares se reducen, pero lo hacen a un ritmo cada vez menor. Esta investigación, de todas formas, también se centró en el impacto que tenía en la salud la velocidad a la que andamos.

"Los autores comparan a las personas que caminan lento —a unos 30 pasos por minuto—, respecto a los que caminan a una mayor velocidad, digamos moderada —a unos 60 pasos por minuto—, o quienes caminan rápido —que es entre 90 y 100 pasos al minuto—", explica Abellán. ¿Y quiénes son, en ese sentido, los que más se benefician de sus paseos para su salud cardiovascular?

"Los que caminan algo más rápido tienen un mejor pronóstico que los lentos", explica el cardiólogo y añade que "este estudio es interesante porque lo que dice es que cuando caminemos no vayamos lentorros o lentorras". Ahora bien, aunque caminar y estar activo es fundamental para nuestra salud cardiovascular, Abellán recuerda que no es suficiente y que los últimos estudios apuntan a que es fundamental hacer ejercicio de fuerza.