Morir de la mano de tu pareja el mismo día: cuán factible es la eutanasia conjunta en España
El ex primer ministro neerlandés, Dries van Agt, y su mujer, Eugenie Krekelberg, pusieron fin a su vida a la vez con una eutanasia programada.
15 febrero, 2024 02:48El ex primer ministro de Países Bajos, Dries van Agt, falleció el pasado 5 de febrero. Lo hizo junto a su mujer, Eugenie Krekelberg. Ambos tenían 93 años y un estado de salud muy deteriorado, por lo que solicitaron asistencia para morir con dignidad. Aunque parezca un hecho anecdótico, lo cierto es que la eutanasia realizada a parejas se ha convertido en una práctica en aumento en este país.
Así, si en 2018 'sólo' se practicó simultáneamente la eutanasia a 18 personas (nueve parejas), en 2022 la cifra ascendió hasta las 58, según los Comités Regionales de Revisión de la Eutanasia (RTE, por sus siglas en neerlandés). Fransien van ter Beek, portavoz de la Asociación Holandesa para el Final Voluntario de la Vida (un organismo que asesora en procesos de eutanasia en Países Bajos), ha reconocido en declaraciones a la cadena de televisión NOS que sigue siendo una práctica poco común.
"No es un camino fácil, puesto que la evaluación se realiza por separado", explica Van ter Beek. "El requisito más importante es que exista un sufrimiento desesperado e insoportable, y la solicitud debe ser voluntaria". Por ello se aseguran que la solicitud se realice de forma voluntaria. De hecho, en comparación con el total —8.720 casos en 2022—, el porcentaje de parejas que se sometieron a un proceso de muerte asistida es del 0,6%.
En España no existen cifras de cuántas eutanasias se han practicado simultáneamente. Aunque, como explican desde la Asociación Derecho a Morir Dignamente, lo más probable es que no haya sucedido porque entonces hubiéramos tenido constancia de ello.
Difícil, pero no imposible
Que no exista ningún caso no significa que no pueda ocurrir. "Es difícil, pero podría ser", afirma el doctor Fernando Marín, vicepresidente federal de Derecho a Morir Dignamente (DMD), a EL ESPAÑOL. Para que suceda, eso sí, ambas solicitudes, que se presentarían de forma individualizada, deberían cumplir con los requisitos para recibir la prestación de ayuda para morir.
Tal y como señala Marín, que sean pareja no aporta nada: "Al igual que ocurre habitualmente, te despides de tu gente, te ponen la vía intravenosa y tú decides cuándo se abre". La única diferencia es que en este caso se haría en pareja.
Una posibilidad que no es descabellada, puesto que ellos mismos fijan el lugar, el día y la hora para morir. Además, lo más probable es que el médico de cabecera fuera el mismo.
"Ahora bien, si es difícil que se comprometa con uno; con dos, mucho más", lamenta Marín, "es un cambio importante en la forma de entender el proceso de morir".
Cuestión de ir avanzando
Considera que en Países Bajos lo tienen mucho más integrado: "La noticia no es que ahora van a morir las personas mayores juntas de la mano. Hablamos de que dos ancianos de 93 años están pasando por una experiencia de sufrimiento intolerable".
No obstante, no descarta que en España pueda darse una eutanasia en pareja: "Es cuestión de ir avanzando". Cree que por el momento es más improbable que se contabilicen, como sucede en Países Bajos desde 2018. El principal motivo es que cada administración elabora un informe propio, sin criterios en común. En ellos sí que se incluye si el fallecimiento se ha producido en el domicilio o en el hospital.
Aun así, y tres años después de la entrada en vigor de la ley de eutanasia, las cifras de estos procedimientos no están del todo claras. "En España la calidad de los datos es mala", critica Marín, "todavía no tenemos claro cómo se cuentan las solicitudes". Se estima que en total se han realizado unas 1.000 peticiones.
La aprobación de estas solicitudes varía en función de la comunidad. "En Andalucía, por ejemplo, no hubo ninguna eutanasia hasta el año 2022. Esto da buena muestra de que los comienzos están siendo complicados", indica Marín.
Morir por motivos románticos
Éste tiene constancia de dos casos similares al que han protagonizado Dries van Agt y Eugenie Krekelberg. Aunque a diferencia de este último, sólo una de las partes cumplía con los requisitos para recibir la prestación de ayuda para morir. "Eran dos hombres que se planteaban morir el mismo día que su cónyuge por motivos románticos", explica.
En ambos casos, las mujeres habían solicitado la eutanasia por la demencia que sufrían. Como recuerda Marín, le pidieron que en primer lugar esperaran hasta completar el proceso. "Cuando murieran sus esposas y si realmente consideraban que su vida no valía nada, el Tribunal Constitucional ya ha dejado claro que cualquiera tiene derecho a determinar cuándo finalizarla".
Más allá del matrimonio neerlandés, hay pocos testimonios públicos de parejas que hayan decidido poner fin a su vida con una eutanasia programa para un mismo día y hora. La revista Time contó la historia de Charlie y Francie Emerick, ambos con enfermedades terminales. "No tenían asuntos pendientes. Parecía que era su momento y significaba mucho saber que estaban juntos", afirmó Sher Safran, una de las hijas de la pareja, en declaraciones al medio estadounidense.
El matrimonio residía en el estado de Oregon (EE.UU.). Se trata del primer lugar del mundo en el que se aprobó una ley que permitía la eutanasia, en el año 1994. Casi un cuarto de siglo más tarde, Charlie y Francie pusieron fin a su vida a través de un suicidio asistido.
Como explican desde la asociación DMD, la única diferencia con la eutanasia es quién provoca la muerte. Así, mientras que en la eutanasia la persona ha pedido ayuda para morir, en el suicidio asistido es el propio paciente el que pone fin a su vida, normalmente mediante la ingesta de un fármaco letal.