Tordómar desde el puente romano

Tordómar desde el puente romano

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Sociedad

Una ruta por la historia de España: descubre las maravillas de las tierras del Cura Merino

El municipio que vio crecer al Cura Merino esconde tesoros olvidados en una ruta repleta de rincones icónicos, desde el imponente Palacio ducal de Lerma hasta bodegas subterráneas y casas con encanto. 

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Uno de los personajes más relevantes en la historia de la Villa de Lerma, ubicada en la provincia de Burgos, fue Jerónimo Merino, más conocido como el Cura Merino. Su nombre lleva detrás una creciente popularidad debido a su importante papel como guerrillero durante la Guerra de la Independencia. Y es que, cuando en 1808 las tropas francesas de Napoleón saquearon los pueblos de la zona, el Cura Merino les hizo frente al mando de una partida de 2.000 hombres, llegando a ganar 58 batallas. Finalmente murió en Alenzón, ciudad situada en Normandía, donde pasó los últimos cinco años de su vida.

En 1968 el Ayuntamiento de Lerma solicitó sus restos para que estos fueran repatriados a la localidad, donde reposan hasta la actualidad en un sencillo mausoleo en la Plaza de Santa Clara, junto al mirador de los Arcos. Así, la localidad no solo destaca por ser parte de la lista de los pueblos más bonitos de España por su patrimonio histórico, gastronomía, enoturismo y naturaleza, sino también por albergar en sus tierras la Ruta del Cura Merino, a lo largo de la cual surgieron múltiples historias sobre el famoso guerrillero y sus primeras tropas. 

Tumba del Cura Merino

Tumba del Cura Merino

Se trata de una ruta de 45 km de longitud que recorre pueblos con una impresionante arquitectura popular y una extraordinaria naturaleza. Quienes apuesten por  esta ruta podrán visitar diferentes localizaciones pertenecientes al municipio de Lerma: Rabé de los Escuderos, Revilla-Cabriada, Villoviado, Castrillo Solarana, Solarana, Nebreda, Cebreros, Tejada, Quintanilla del Coco, Santibáñez del Val y Barriosuso.

Paso a paso por la ruta del Cura Merino

Las primeras escaramuzas del cura tuvieron lugar en Fontioso, no lejos de su localidad, aprovechando que por allí pasaba entonces el camino que unía Aranda de Duero y Lerma, utilizado para sus desplazamientos por el ejército francés. Fontioso perteneció en el siglo XV al Monasterio de Villamayor de los Montes, que cuenta con un claustro románico que conserva sus cuatro galerías originales y que está habitado ininterrumpidamente desde 1223 por monjas clarisas.   

Antes de partir hacia la Villa Ducal, el guerrillero se encontraba en Tordómar, localidad ubicada a unos 10 kilómetros de Lerma que destaca por su majestuoso puente romano, que ha seguido prestando servicio hasta hace muy poco tiempo. Situado sobre el río Arlanza, formaba parte de la calzada romana que unía Clunia con Sasamón y continuaba luego hacia Astorga.

A pesar de su presencia en Fontioso y Tordómar, la ruta del Cura Merino comienza en Lerma, cuya visita se recomienda de forma pausada para contemplar la majestuosidad de su Plaza Mayor, culminada por el imponente Palacio Ducal (hoy parador de turismo), el único de España rematado por cuatro torres, un privilegio que sólo tenían los palacios reales y que deja constancia del gran poder que tuvo Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, duque de Lerma.

Plaza Mayor de Lerma y Palacio Ducal

Plaza Mayor de Lerma y Palacio Ducal

La primera parada de la ruta después de visitar Lerma es Rabé de los Escuderos, donde se conserva una de las casas que se atribuyen al Cura Merino. En este pueblo es interesante conocer los pozos de agua existentes, situados muchos de ellos en bonitos rincones. Después de pasar por este primer pueblo encontramos Revilla-Cabriada, con una iglesia imponente que merece la pena conocer de cerca. Debajo de este edificio histórico se encuentran las bodegas típicas de la zona, excavadas en la tierra por los antiguos moradores de la zona. 

Una vez que dejamos atrás Revilla-Cabriada pasaremos por Villoviado, una localización muy pequeña en la que habitan solo quince personas. En su plaza puede contemplarse la casa del Cura Merino, una construcción de piedra decorada con una pequeña inscripción que recuerda al célebre guerrillero.

Muy cerca de Villoviado se encuentra Castrillo Solarana. Esta pequeña localidad está situada en la carretera comarcal BU-900, a tan sólo 10 kilómetros de la ciudad ducal de Lerma. Su ubicación en el valle de Valdenebreda resulta especialmente privilegiada, dado que se encuentra rodeada de viñedos. Este pueblo conserva unas 150 antiguas bodegas subterráneas y alrededor de diez lagares que se han estado utilizando hasta hace unos años. Su trazado urbano es típico de la época visigoda, con la iglesia y el ayuntamiento en lo alto del pueblo y el resto de edificaciones alrededor. Se recomienda visitar su iglesia, consagrada a San Pedro, un templo construido en tres etapas. 

Iglesia Castrillo de Solarana

Iglesia Castrillo de Solarana

Más adelante encontramos Nebreda, localización que destaca también por su iglesia y por albergar un pequeño pinar cerca del cual se encuentra un muladar (lugar donde se echa comida a los buitres), y el pueblo de Cebrecos, con un plaza Mayor que conserva una zona de soportales dignos de visitar.

Siguiendo el recorrido llegaremos a Tejada, situado a más de 1.000 metros de altitud y en el que se encuentra uno de los mayores caseríos mejor conservados del valle. Más adelante entraremos en Quintanilla del Coco, donde se puede visitar la ermita de la Virgen de las Naves, situada en un paraje muy bonito, y Santibáñez del Val, otro pueblo de la zona que destaca especialmente por su casas y rincones, que poseen un encanto especial.

Llegando al final de la ruta se sitúa Barriosuso, un pueblo de montaña en el que se dice que se escondió muchas veces el Cura Merino. Cuenta la leyenda que el guerrillero se refugió en una de las casas y que desde la ventana observaba al enemigo que le perseguía. En esta localidad se encuentra también la ermita mozárabe de Santa Cecilia, una visita imprescindible para deleitarse con su hermosura. 

Aparte de esta ruta histórica, en la localidad burgalesa de Lerma se puede disfrutar también, a comienzos de agosto, de una de las vistas más espectaculares del agro burgalés: el florecimiento de los cambios de lavanda. Villoviado y Cilleruelo de Arriba (Lerma) son dos de los lugares en esta zona en los que se cultiva la lavanda.

Además, tanto en Lerma como en Silos existe un buen número de restaurantes donde poder disfrutar de los productos típicos de la zona, como el cordero lechal de raza churra y el vino de denominación de origen Arlanza.

Más información en: turismoburgos.org y adecoar.com