Este poblado aún conserva un gran número de edificaciones.

Este poblado aún conserva un gran número de edificaciones. Grok

Estados Unidos

El pueblo fantasma más fotografiado de Nevada: conserva edificios y construcciones intactas

Este poblado cayó en el olvido tras el cierre de las minas que daban sustento a la población en 1910.

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Entre las decenas de pueblos fantasma que conforman al estado de Nevada, Rhyolite tiene un lugar especial para todos aquellos viajeros que buscan obtener las imágenes más instagrameables. 

Y es que a comparación de otros sitios con similares características, este poblado cuenta con una combinación única de paisajes áridos y montañas polvorientas, vestigios de un pasado dorado y una serie de construcciones que destacan por su peculiar arquitectura

El origen de este pueblo se remonta al 4 de agosto de 1904, cuando Frank "Shorty" Harris y Earnest L. Cross descubrieron oro en la zona. Este hallazgo atrajo a mineros y comerciantes, dando paso a una próspera ciudad que, en su apogeo, albergó hasta 12,000 habitantes

Con el crecimiento de la población, la infraestructura se expandió rápidamente, incorporando no solo viviendas y minas, sino también un banco, una estación de ferrocarril, una planta de extracción de minerales y hasta una ópera. La riqueza parecía inagotable, y con ella florecieron hoteles, restaurantes, salones de juego y hasta una zona roja.

El auge y la caída de un sueño dorado

En pocos años, Rhyolite pasó de ser un asentamiento minero a un epicentro de desarrollo económico en Nevada. Las inversiones fluían, y la modernidad llegó con servicios como luz eléctrica, cañerías y telefonía. Sin embargo, la bonanza no duró mucho. La crisis financiera de 1907 marcó el comienzo de su declive. Inversores de todo el país comenzaron a retirar sus fondos, lo que afectó gravemente la economía local.

Sin embargo, fue el terremoto que se produjo en San Francisco, en 1910, lo marcó verdaderamente su declive debido a los datos ocasionados en la mina Montgomery Shoshone, la cual cerró sus operaciones ese mismo año, arrastrando con ella al pueblo entero.

Para 1920, Rhyolite estaba prácticamente abandonado. Su último habitante falleció en 1924, dejando tras de sí un pueblo fantasma que con el tiempo se convirtió en un sitio de interés histórico y turístico. 

Un pueblo fantasma con mucho que ofrecer 

A diferencia de otros pueblos mineros que desaparecieron sin dejar rastro, muchas de sus estructuras permanecieron en pie, atrayendo a cineastas, fotógrafos y curiosos que buscan sumergirse en el pasado del viejo oeste. Una de sus construcciones más emblemáticas en su vieja estación de tren, la cual, a pesar del paso del tiempo, permanece casi intacta. 

Otro importante atractivo es Bottle House, la cual fue construida con más de 50,000 botellas de licor ante la escasez de madera en la zona. También se pueden apreciar los restos del John S. Cook Bank, un símbolo de la efímera prosperidad de la ciudad.

Además de su valor histórico, el pueblo se ha convertido en escenario de múltiples películas y documentales, contribuyendo a su fama como una cápsula del tiempo en medio del desierto. Para quienes buscan explorar el legado de la fiebre del oro, Rhyolite es una parada obligatoria en la ruta de los pueblos fantasma de Nevada.