
Pepi Sobrá, vecina de Pío XII, orgullosa de su barrio.
Pepi Sobrá, vecina de Pío XII, se sincera sobre la transformación del barrio: "Eso ya no se ve mucho en Sevilla"
Tras más de dos décadas viviendo en esta zona de la capital, esta abuela sevillana hace una radiografía de cómo viven allí a día de hoy.
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A sus 80 años, Pepi Sobrá desborda energía allá por donde pasa. Sevillana de pura cepa, ha vivido siempre en la ciudad y lleva más de 20 años en este rincón de la capital.
"Me mudé aquí desde la calle Santiago, donde vivía en el Corral del Conde, una casa de vecinos con 106 viviendas muy pequeñitas, donde convivíamos 8 o 9 personas en cada una", recuerda con nostalgia. Un cambio que fue grande, pero del que no se arrepiente: "La zona es muy buena".
Pepi se siente parte de una comunidad donde conviven distintas generaciones y donde disfruta del día a día junto a los suyos a pesar de su edad.

Pepi Sobrá junto a sus amigas.
Para Pepi, lo mejor de Pío XII es su gente. "Aquí hay un ambiente muy bueno. Es cierto que hay muchos mayores, pero también juventud, porque los pisos pasan de abuelos a hijos y luego a los nietos. La verdad es que se mantiene el espíritu de barrio".
Para ella, uno de los grandes atractivos del barrio es su comercio tradicional. "Aquí los comercios son de toda la vida, como la tienda de Encarnita, que lleva 65 años en el barrio. Eso ya no se ve mucho en Sevilla, y estamos muy contentos" de que ahí sigan abiertas.

Una de las tiendas más antiguas del barrio.
Sus días en Pío XII están llenos de momentos especiales, compartidos con amigos y vecinos. "En este barrio he vivido momentos muy bonitos. Aquí viven todas mis amigas. Vamos a una plaza donde hay cafeterías, nos sentamos juntas y charlamos. Después, todas las mañanas, cuando vamos a la compra, nos encontramos y pasamos un rato muy agradable".
Además, destaca un lugar muy especial tanto para ella, como para el resto de vecinos: la iglesia de Las Flores. "Allí hacemos muchas convivencias y me gusta mucho porque voy con mis amigas todos los domingos a misa". Un punto de encuentro muy conocido en la ciudad por ser la parroquia que regenta el Padre Ignacio, consejero espiritual de la Duquesa de Alba.
Pepi recuerda con cariño cómo era la vida en el barrio hace años. "Antes había baile en las plazoletas, pasábamos las tardes juntas y teníamos un mercado muy bueno, que por desgracia ya no está".
A pesar de estos cambios, esta sevillana sigue sintiéndose arropada por sus vecinos. "La convivencia ha cambiado porque ya somos mayores... la que no va en sillita va en carrito, pero seguimos siendo una gran comunidad. Más que vecinos, somos amigos".

Pepi Sobrá recomienda esta zona.
Por ello, su mensaje para los jóvenes es claro: "Que cuiden sus calles y se cuiden a sí mismos. Aquí hay muy buen ambiente y ellos pueden aportar mucho".
Aunque admite que "es un barrio muy viejo", su orgullo por él sigue intacto. "Me encanta y hay muy buen ambiente", afirma con felicidad. Y es que en tiempos donde la esencia de barrio se pierde en muchas zonas de la capital, Pío XII sigue siendo un lugar donde el sentimiento de comunidad sigue vivo gracias a personas como Pepi Sobrá.