El 75% de las mujeres que tienen pareja también cuentan con un 'plan B'
El 75% de mujeres con pareja estable tienen un reemplazo para su relación: la práctica involuntaria que gana adeptas
Ya cuenta con nombre propio, según estudios llevados a cabo en Inglaterra es más común en las féminas casadas y podría desvelar problemas de autoestima.
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De los creadores del benching y el goshting, en 2025 sale a la palestra un 'nuevo' término capaz de condicionar las relaciones de parejas más estables. A raíz de un estudio llevado a cabo por la empresa británica Talker Research con 10.000 mujeres con pareja, se determinó que el 75% contaban con un reemplazo.
La finalidad de tener un plan B en la recámara es evitar la soledad posterior a las rupturas amorosas, pero no es la única razón para poner en práctica esta estrategia. Detrás se esconden matices sensibles de la psicología femenina y deja la puerta abierta a debatir qué es una infidelidad en los tiempos modernos.
En un mundo hiperconectado, los límites entre lo real y lo digital se difuminan hasta el punto de considerar "inofensivo" mantener conversaciones a través de las redes sociales con posibles candidatos/as a reemplazar a nuestra actual pareja. La inexistencia de contacto físico parapeta la inocencia de aquellas que lo hacen, pero los datos revelan que una de cada cuatro desvirtualizan su as en la manga.
¿Mujeres infieles?
Si bien la infidelidad se ha atribuido a los hombres de manera patriarcal e histórica, el despertar de la mujer ha contribuido a que las cifras se igualen. Un estudio reciente de la Universidad de Granada revelaba que el 20% de mujeres admiten haber sido infieles, frente a un 30% de los hombres. "Más allá de las cifras, lo relevante es entender que la infidelidad es el reflejo de necesidades emocionales no cubiertas" señala Andrea Vicente, psicóloga especializada en pareja.
Los problemas de comunicación, así como la insatisfacción personal, son los desencadenantes de estas disruptivas conductas. En estos casos, algunas parejas se plantean abrir la relación, sin embargo, esta no es una solución mágica. "Si no se hace desde una base sólida y consensuada, puede agravar los problemas. Lo más importante es trabajar en la reparación emocional antes de tomar decisiones" aconseja la experta. Una tarea nada fácil.
Con la integración de las redes sociales en nuestra realidad, se han ampliado los límites de la interacción humana y por consiguiente, de las posibles infidelidades. Es importante que cada pareja, abierta o cerrada, defina en sus propios términos que es una traición. "Muchas personas perciben el coqueteo en redes como una falta de respeto a los acuerdos establecidos. La infidelidad no siempre implica contacto físico" incide Andrea Vicente.
Aquello que comienza como un acercamiento inofensivo, puede desencadenar en conversaciones íntimas que generen una mayor conexión emocional y en ubicar a la tercera persona en una posición privilegiada, aun estando en un segundo plano.
El plan B
La organización británica orientada a la investigación Talker Research, llevó a cabo un estudio con 10.000 mujeres que tenían pareja y los resultados despertaron gran revuelo en el mundo. La conclusión más llamativa fue que el 75% declaró tener una persona como "opción B" a su relación actual. Pero esto solo es la punta de un gran iceberg que nos lleva a replantear el paradigma de las relaciones monógamas.
De las mujeres que confesaron tener reemplazo a su vínculo oficial: un 20% declaró haber jurado "amor eterno" al 'plan B' y el 40% lo dejarían todo por él.
Las más propensas a buscar y sostener este vínculo reserva son las mujeres casadas; un 12% admitió tener más sentimientos por el reemplazo que por su actual. Un porcentaje justificado por la intimidad que crean en sus conversaciones privadas y secretas, siete de cada diez aceptaron que mantienen comunicación constante con "su reserva".
1 de cada 5 mujeres afirmó que su pareja actual era amigo del 'hombre reserva'
Y si bien podríamos creer que esta conducta se da en exclusiva con relaciones de carácter virtual, siempre con una pantalla por medio, lo cierto es que una de cada cuatro mujeres admitió que su actual pareja conoce al 'plan B'. Lo cual, lo desvirtualiza. De hecho, una de cada cinco afirmaría que este hombre reserva es amigo de su actual compañero sentimental.
Qué es el 'cushioning'
Lo que el mencionado estudio revela tiene nombre propio: cushioning. Este término proviene del inglés, refiere a la palabra 'cojín' y crea un símil entre dicho objeto mullido donde apoyarte y la persona que haría de soporte emocional tras una hipotética ruptura.
El cushioning consiste, en definitiva, en mantener una posible opción alternativa de pareja mientras se está en una relación estable y comprometida. Un plan B.
Esta práctica viene impulsada por el miedo a la soledad y la falta de seguridad en uno mismo. "Es una manera de protegerse ante la incertidumbre y evitar enfrentarse al dolor de una posible ruptura" explica la psicóloga de pareja.
Pese a lo terrible que pueda sonar caminar en ese límite del engaño, es una práctica que no siempre se hace de manera consciente al tratarse de un mecanismo de defensa. "Este tipo de estrategias pueden afectar la autenticidad de la relación y generar una dependencia emocional poco saludable", la manera de evitarla es trabajar en la autoestima de una misma.
"Nuestra independencia emocional es clave para dejar de buscar validación externa" señala Andrea Vicente, quien ofrece algunas claves:
- Practica la autocompasión
- Desarrolla pasatiempos y aficiones que te gusten
- Crea un círculo de apoyo positivo
- Acude a terapia
De esta manera, viviremos las relaciones amorosas desde la elección y no desde la carencia, construyendo con autenticidad y satisfacción. "Las relaciones saludables se crean sobre la base de la confianza, la comunicación y, sobre todo, el amor propio" concluye la experta.
