Rueda baraja adelantar las gallegas a febrero por el rechazo a la amnistía y la crisis de la izquierda
El PP nacional pretende convertir la cita con las urnas en Galicia en "la primera batalla contra la nueva era Sánchez".
8 diciembre, 2023 02:21El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, hace números para adelantar las elecciones autonómicas al primer trimestre de 2024, seguramente a febrero.
Aunque la fecha exacta no está todavía decidida, el plan es que la cita con las urnas sea lo antes posible para aprovechar la inercia en contra de la amnistía, por un lado, y la falta de preparación de la izquierda, entre la maraña de partidos y el choque entre Sumar y Podemos.
Las encuestas le dicen a Rueda que tiene mayoría absoluta, que la inercia es positiva y que el panorama nacional juega a su favor, pero nada le garantiza que todo siga así hasta verano, que es cuando están programadas en principio las urnas.
Ahora, la hoja de ruta es no coincidir con las elecciones vascas —a Iñigo Urkullu le interesa terminar la legislatura para darle la vuelta a los sondeos— y aprovechar la tormenta perfecta que se vive en la política gallega.
Aunque todavía no está negro sobre blanco, la fecha que más conviene al presidente es el 18 de febrero; antes será imposible. La ley obliga a Rueda a convocar con 54 días de antelación como mínimo, y el próximo 19 de diciembre tiene pensado aprobar los Presupuestos, por lo que tendría que adelantar las elecciones antes de cerrar las cuentas anuales. Algo improbable.
El calendario que manejan en el PP es anunciar las elecciones inmediatamente después, durante la semana previa a Nochebuena, y que en las cenas familiares se comente a la vez el adelanto electoral y la crispación por la Ley de Amnistía, que se habrá votado en el Congreso días antes.
La tesis del "cuanto antes, mejor" vale en dos direcciones. La primera, porque el Partido Popular pretende convertir la cita con las urnas en Galicia en "la primera batalla con la nueva era Sánchez", según indican fuentes de la formación. La segunda, porque sus rivales autonómicos no están en condición de presentar batalla.
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El único sería el BNG, que va segundo en las encuestas, pero que no está especialmente beneficiado por el momento histórico. Además, su potencial aliado para una hipotética reedición del bipartito, el PSOE, no termina de dar la tecla con su candidato (José Ramón Gómez Besteiro).
Más allá, el caos es absoluto, con el factor Jácome (Democracia Ourensana) todavía en pañales, Vox bordeando la línea del 2% y la izquierda alternativa en medio de una guerra civil.
Esta misma semana, sin ir más lejos, el divorcio de Podemos con Sumar el pasado martes ha alejado del todo la posibilidad de una coalición de cara a las elecciones, una opción que la propia Yolanda Díaz ya había rechazado días antes.
Rueda, en cambio, lleva meses con una agenda que echa humo, prácticamente en ritmo de precampaña desde la salida del verano. Desde hace semanas, el líder del PP incluso ha iniciado una suerte de tournée dominical (Galicia non para!) en la que reparte cañas de cerveza por los pueblos, un hecho que le valió la reprobación del BNG en el último Pleno y las chanzas de buena parte de la oposición.