Yolanda Díaz rechaza la oferta de Podemos para ir en coalición con Sumar a las elecciones gallegas
Los morados ven con miedo un adelanto electoral e insisten en cerrar ya la coalición. Fuentes de Sumar reiteran que no se trata de un no definitivo.
5 diciembre, 2023 02:27Las elecciones gallegas serán el primer gran examen de la izquierda el nuevo ciclo político. Sumar y Podemos llevan semanas explorando opciones para concurrir juntos a los comicios, pero el contexto de alta tensión entre sus cúpulas y la mutua falta de confianza están llevando la letanía hasta lo insoportable. Tras un mes de conversaciones discretas, Yolanda Díaz ha dicho no.
En medio de un proceso de fundación a nivel nacional, y con el partido en Galicia recién registrado, Sumar sigue buscando cuadros propios entre las ruinas de lo que algún día fue En Marea, pero lo hace con lentitud. A principios de noviembre, Podemos dio un paso al frente y planteó una última fórmula para que cada sigla de la coalición (en la que iría también Esquerda Unida) tuviera un 33% de poder. Tampoco sirvió.
Fuentes de la incipiente formación en Galicia reiteran que su negativa a este plan no significa un no definitivo a ir juntos a las elecciones, pero que "primero están las propuestas y luego estarán las listas y los recursos". Cierto es que Movemento Sumar, como está registrado en la comunidad, todavía no cuenta con cargos propios ni un organigrama, por lo que tendría difícil elegir sus cuotas.
[Sumar ya se prepara para competir con Podemos en las elecciones europeas, gallegas y vascas]
La zapatiesta en la que andan metidos Podemos y Sumar en Galicia es un síntoma de lo que les pasa a nivel nacional, con los dos partidos enfrentados en el grupo parlamentario del Congreso, pero también tiene su propia versión regional. Ambas fuerzas se conocen muy bien, ya se presentaron juntas a las elecciones cuando llevaban otros nombres y comparten un pasado común. Encima, Yolanda Díaz juega en casa.
La dirección autonómica de Podemos Galicia siempre ha sido muy cercana a la vicepresidenta segunda, y durante semanas se esforzaron en llevar las negociaciones en secreto para blindarse de la crisis que Díaz mantiene con Ione Belarra. La chispa saltó este fin de semana, cuando los morados propusieron una coalición firmada al 33% con Esquerda Unida, y Sumar la rechazó.
En palabras del coordinador morado en la comunidad, Borja San Ramón, "no es momento de marear a los gallegos". Fuentes de la formación insisten en que "hay que prepararse cuanto antes" porque "viene el lobo", en referencia a que las elecciones les cojan todavía con flecos por cerrar y los partidos enfrentados.
"Es lo que pasó en mayo en toda España y no nos podemos arriesgar a que se repita", inciden las mismas fuentes. "Hay una posibilidad real de echar al PP, pero yendo separados es mucho más difícil".
Sumar, por su parte, sigue pensando en cómo cerrar los nombres de su promotora en Galicia, que es una especie de Ejecutiva en funciones para preparar las elecciones mientras el partido nace. Por tener, no tienen ni candidato, y el partido se debate entre un fichaje estrella o "devolver" a la política regional a Marta Lois, portavoz en el Congreso y protegida de Díaz.
Para la promotora, fuentes cercanas señalan a nombres como Paulo Carlos López, actual portavoz, y a fichajes como el exalcalde de Ferrol, Jorge Suárez, o el vicesecretario de la Academia Galega, Henrique Monteagudo. En el mismo sentido, Díaz quiere integrar también a representantes del sindicalismo como el ex secretario general de CCOO en Galicia, Ramón Sarmiento Solla, la responsable de LGTBI de UGT-Galicia, Laura García Parada, y la delegada sindical de CIG, Rocío Núñez Rúa.
La izquierda con prisa
El problema de fondo es que el adelanto electoral que todo el mundo da por hecho en Galicia —se prevén elecciones para mediados de marzo como tarde— ha cogido a las antiguas mareas a pierna cambiada, a Podemos sin recursos y a Sumar sin estructura. Encima, la competencia de adelantar o no los comicios depende exclusivamente del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda (PP), que es el máximo beneficiado en que la izquierda no se ponga de acuerdo.
La izquierda no gobierna en Galicia desde 2009, cuando Emilio Pérez Touriño perdió en las urnas contra un debutante Alberto Núñez Feijóo. Dado que Vox no tiene representación en el Parlamento ni se la espera, para el PP la receta está clarísima: ganar las elecciones sin mayoría absoluta significa perder el Gobierno. Por tanto, la opción más sensata es adelantar elecciones y que a la izquierda de Podemos y Sumar no le dé tiempo a ponerse de acuerdo.
Pese a los buenos resultados obtenidos en las generales del 23-J, en los que Sumar quedó como tercera fuerza por delante del Bloque Nacionalista Galego (BNG), la falta de cuadros y fuerza territorial en la izquierda es evidente. En las regionales de 2020 se quedaron fuera Podemos, Esquerda Unida, Anova y En Marea. Aquellos votos se fueron al BNG, que fue segundo y se espera que lo vuelva a ser.