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Política XV LEGISLATURA

La oferta de Puigdemont al PP indigna al PSOE ante la reunión de Suiza: "Quiere focos y es imprevisible"

"Siempre hay una parte de teatro en lo que hace, pero en cualquier momento te puede dar la patada", dicen fuentes cercanas a la negociación.

30 noviembre, 2023 02:59

Si algo ha aprendido Pedro Sánchez de sus negociaciones con Carles Puigdemont es que los pactos con Junts se sabe cómo empiezan, pero nunca cómo terminan. Los equipos de ambos celebrarán este sábado en Suiza su primera reunión con un verificador internacional, cuya identidad se desconoce, para despejar la Ley de Amnistía y los primeros Presupuestos Generales del Estado de la legislatura. El problema es que el expresident fugado de la Justicia es hoy más poderoso que nunca.  

Puigdemont tiene la sartén por el mango. Sus siete escaños en el Congreso fueron clave para investir a Pedro Sánchez, pero también pueden volver las tornas para desechar cualquier proyecto que salga del Gobierno o, llegado el caso, tumbar al propio Ejecutivo con una moción de censura de la mano del PP. Es precisamente esta posibilidad de la que el expresident no deja de presumir entre sus pares en Bruselas, donde todavía es eurodiputado.

"Es imprevisible y quiere focos; tiene ganas de atención", describen fuentes cercanas, presentes durante las negociaciones para atar la investidura con Junts, que no se terminan de fiar del líder independentista. "Siempre hay una parte de teatro en todo lo que hace, pero es que es eso, imprevisible, y en cualquier momento te puede dar la patada", analizan.

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Según reveló este miércoles el boletín diario Brussels Playbook, uno de los más influyentes entre los eurofuncionarios, Puigdemont habría sorprendido al líder del Partido Popular Europeo (PPE), el alemán Manfred Weber, proponiéndole una moción de censura en el Congreso de los Diputados para derrocar a Pedro Sánchez si este no cumplía lo acordado. En la conversación participó también el exconseller Toni Comín

Todas las fuentes consultadas —independentistas o no— hacen el mismo análisis sobre lo sucedido: la conversación tuvo lugar, pero Puigdemont no es de fiar. Esto vale en los dos sentidos, tanto como que la moción puede ser un farol como que en el momento menos pensado se desmarque totalmente de los pactos con el PSOE. Y no hay que olvidar que hay elecciones catalanas a la vista. Esa situación indigna al PSOE en vísperas de la reunión en Suiza.

Una muestra que el propio expresident dio de que no se andaba con chiquitas fue la sonada inclusión del lawfare (guerra judicial) a última hora en los términos de la Ley de Amnistía. "Es una advertencia de que hablamos en serio", dijo a Weber. 

En cualquier caso, el PSOE tiene las manos atadas para lo que queda de legislatura. Con Ciudadanos fuera del Congreso, Sánchez es incapaz de recurrir a la geometría variable como en otras ocasiones y necesita, sí o sí, a Puigdemont para los grandes acuerdos de bloque. La debilidad del presidente es la fuerza del expresident.

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Secretismo

Todo lo que se hable de los pactos entre socialistas y postconvergentes debe enmarcarse entre paréntesis. Para empezar, ninguno ha aclarado todavía quién será la persona —el verificador escogida para "verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación", tal y como suscribieron por escrito hace tres semanas.

Otro aspecto que permanece en secreto es si las conversaciones estarán reguladas por un organismo internacional especializado en mediación, si será una empresa privada, un único encargado a modo de "mano inocente" o serán varios los componen entes del equipo que arbitre las sesiones. A todas luces, Junts ha establecido unas reglas del juego democrático más propias de una organización clandestina.

Una de las pocas certezas es que el procedimiento elegido ha sido consensuado por PSOE y Junts y que el contenido de las reuniones quedará recogido en actas. También que ERC tendrá su propio verificador (que podría ser el mismo) y que la Mesa de Diálogo entre gobiernos permanecerá intocable a estos efectos.