PSOE y Junts pactan que el verificador siga siendo secreto: el 83% reclama que se revele su identidad

La cita la liderarán Santos Cerdán, por parte del presidente Pedro Sánchez, y Jordi Turull, por el partido de Carles Puigdemont. Las mismas personas que estuvieron reuniéndose para sacar adelante el pacto de constitución de la Mesa del Congreso, primero, y el de la investidura del presidente, después [consúltelo aquí en PDF]. 

Esta reunión será la primera en la que ambas partes serán supervisadas por un "verificador internacional", como refleja el acuerdo político signado el pasado 9 de noviembre (aniversario de la consulta independentista de 2014), en Bruselas, por el secretario de organización socialista y el secretario general de Junts.

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Las direcciones de los dos partidos, además, han acordado mantener en secreto, "al menos, a corto plazo", la identidad de las personas que tendrán "las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos entre ambas formaciones a los que se llegue".

Tal como explica una fuente del PSOE, "hemos decidido dejar lejos de los focos a ese equipo, al menos a medio plazo", para facilitar su labor y evitarles presiones.

El pacto por el que el partido del expresident fugado entregó sus siete votos para "la investidura" de reelección del presidente socialista será tutelado, pues, por una serie de personas desconocidas, pertenecientes a una entidad (o varias) de las que tampoco se sabrá el nombre.

Así, el desarrollo de los acuerdos de los que depende la "estabilidad de la legislatura" (así lo expresa el último punto del pacto), no sólo quedará sujeto a "los avances y cumplimiento de los acuerdos que resulten de las negociaciones", sino a un árbitro en la sombra. Una decisión que toman Sánchez y Puigdemont en contra de la opinión de la inmensa mayoría de los españoles.

Santos Cerdán e Iratxe García, reunidos con Carles Puigdemont y Jordi Turull, en Bruselas E.E.

Según una encuesta de SocioMétrica para EL ESPAÑOL, el 82,8% de los ciudadanos cree "que el nombre del verificador debe hacerse público". Entre ellos, hasta el 68,5% de los votantes del PSOE. También opina así el 62,3% de quienes votaron nacionalista en las últimas elecciones del 23-J, cuyo resultado dio origen a esta "oportunidad histórica", explicaba el texto sellado por el PSOE y Junts.

Sólo el 6,1% de los encuestados a nivel nacional opina "que el nombre del verificador debe mantenerse en secreto". Apenas el 12,7% de los votantes del PSOE y el 14,4% de los que eligieron una papeleta de formaciones nacionalistas aprueban que PSOE y Junts se nieguen a comunicar quién dirigirá sus reuniones, y "ayudará" a alcanzar acuerdos, según palabras del mismo Sánchez.

Una semana de retraso

Esta cita se iba a celebrar la semana pasada, aunque finalmente fue postergada para no coincidir la noticia de la misma con la celebración del debate monográfico en el pleno del Parlamento Europeo. En Estrasburgo, los eurodiputados discutieron sobre "la amenaza al Estado de derecho como resultado de los acuerdos de gobierno en España".

En su intervención ante el pleno, el comisario de Justicia, Didier Reynders, aclaró que "el tema catalán es un asunto interno de España", pero que "la Ley de Amnistía es un asunto europeo". Y esto es así, dijo, porque la norma, "y el resto de acuerdos alcanzados en el marco de la formación del nuevo Gobierno de España", pueden colisionar con el artículo 2 del Tratado de la UE.

De momento, en la reunión de esta semana, Junts y PSOE abordarán sólo dos puntos de su pacto, según ha podido saber este periódico. Precisamente, los dos en los que ambas formaciones parten de posiciones más lejanas: el referéndum y la cesión del 100% de los tributos a Cataluña.

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El texto del pacto firmado por los socialistas y los juntaires establece que ambos plantearán estas cuestiones, en todo caso, "de forma no exhaustiva". 

Referéndum 

De inicio, los de Puigdemont no renuncian a la unilateralidad, mantienen "la legitimidad del resultado y el mandato del referéndum del 1 de octubre, así como de la declaración de independencia del 27 de octubre de 2017". Mientras que los de Sánchez "niegan toda legalidad y validez" a ambos hechos. 

Por eso, Junts propondrá en esta primera cita la celebración de un referéndum de autodeterminación "sobre el futuro político de Cataluña amparado en el artículo 92 de la Constitución". Y el PSOE, por su lado, ofrecerá "el amplio desarrollo, a través de los mecanismos jurídicos oportunos, del Estatut de 2006".

Este texto estatutario fue declarado parcialmente inconstitucional en 2010. Y es en ese punto en el que el acuerdo explica que está el origen de la actual fase de un "conflicto histórico".

100% de los tributos

Respecto a "los déficits y limitaciones del autogobierno", el equipo de Turull planteará la modificación de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) para contar con "una cláusula de excepción" para Cataluña que reconozca su "singularidad" y que "facilite la cesión del 100% de todos los tributos que se pagan" en la región.

El PSOE, de su lado, lo único que dice con cierta concreción es que se compromete a negociar la financiación de la Comunidad de Cataluña bilateralmente. Es decir, fuera del foro común para el resto de CCAA, el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

En el texto firmado se expresa del siguiente modo: "Apostará por un diálogo singular sobre el impacto del actual modelo de financiación" de Cataluña. Por lo demás, una frase vaga que oferta "medidas que permitan la autonomía financiera y el acceso al mercado" de Cataluña.

En los otros dos puntos políticos, la Ley de Amnistía y la ampliación de la participación directa del 'Govern' en las instituciones europeas, el acuerdo es total. Sin embargo, los verificadores tendrán trabajo en estos dos puntos descritos, que son los principales del acuerdo entre PSOE y Junts... y precisamente, en los que más lejos están ambos partidos. 

Un portavoz del PSOE explica a este diario que esta primera cita de la mesa de partidos con Junts en Ginebra será, asimismo, la primera vez que se reúnan Cerdán y Turull desde el acuerdo del 9 de noviembre.

Los socialistas desmienten lo revelado por el senador de Junts Josep Lluís Cleries. Que los verificadores ya hubieran estado trabajando en las larguísimas negociaciones o revisaran los "intercambios de documentos" que mantuvieron a Cerdán en su hotel de Bruselas una semana más de lo previsto, y retrasaron la investidura de Sánchez. "Al menos, no con nuestro conocimiento".