Begoña Villacís abre la vía para una fuga masiva de candidatos de Ciudadanos a las listas del PP
La dirigente ha pedido que se dé "libertad" a los candidatos naranjas para que decidan si concurren con otras plataformas o por separado el 28-M.
28 enero, 2023 03:03Las palabras de Begoña Villacís pidiendo "libertad" para que los candidatos de Ciudadanos en los ayuntamientos puedan decidir si concurrir con las siglas propias o explorar algún tipo de acuerdo con otras organizaciones han provocado una conmoción en su partido.
Ella todavía no ha desvelado si se presentará como candidata naranja a la alcaldía de la capital. Tampoco aclara en público cuál es la estrategia que cree conveniente para Madrid ciudad.
Todos estos datos, conocidos en cascada en la noche del viernes, han provocado mucha inquietud entre las bases y abren la vía a una fuga masiva de candidatos, que ahora pueden sentirse sin ataduras para negociar su incorporación a otras listas. Y está claro que la pista de aterrizaje más ancha es la del PP.
A nadie se le escapan las dudas que albergaban muchos candidatos de Cs sobre la posibilidad de dar ese paso antes de mayo tras la paulatina caída de su partido en las encuestas. Ahora, la líder espiritual de la organización, su carta más valorada, es quien avala la "libertad de elección".
Villacís cree que esa libertad es el único camino para "sobrevivir". Razona que permitir esa integración en una u otra dirección, a izquierda y derecha, es la única manera de "retener a toda esa gente" en el partido. Insiste en que no descarta al PP, al PSOE o a otros partidos o agrupaciones vecinales, según el territorio.
Si el partido decide por ellos, vista la actual debilidad del proyecto, se irán. Esa es la tesis de la vicealcaldesa, que rechaza que esa libertad vaya a redundar en una fuga masiva al PP. Todo lo contrario: asegura que la política municipal es distinta y que los ayuntamientos no están en esa clave de polarización derecha-izquierda.
"Si alguien tenía dudas, ha encontrado en Begoña el empujón que necesitaba. Nos ha hecho un agujero", dicen sorprendidos varios dirigentes de la formación naranja a este periódico tras escucharla.
Para más inri, la propuesta pública de Villacís viene a certificar lo que hasta ahora ningún líder de Ciudadanos verbalizaba: la sensación de que resulta imposible sobrevivir a las urnas concurriendo en solitario.
Quienes conocen a Villacís dicen que "se ha visto superada por los acontecimientos" y que "no midió bien" su gesto. Fue una reacción a una información publicada por El País, que por primera vez la situaba internamente defendiendo esa posibilidad de integración en el PP.
Con el objetivo de explicarse, subió un vídeo a Instagram con el que trasladó su propuesta. Y esa propuesta –señalan fuentes oficiales del partido– no se había debatido en la Ejecutiva. No obstante, es cierto que Villacís, en el vídeo, niega que su opción hoy sea la de integrarse en la lista de Almeida. En el equipo de la vicealcaldesa hablan de una "operación de filtraciones" diseñada por el entorno de Edmundo Bal para debilitarla.
La desazón ha cundido entre la actual dirección –ella misma, junto a Arrimadas, la apoyó en las primarias–. Patricia Guasp, la nueva máxima mandataria naranja, guarda silencio. Y por otro lado, su máximo rival en el partido, Edmundo Bal, prácticamente se despide de ella: "Una refundación con tantas horas de trabajo de técnicos, militantes y cargos, un proceso de primarias para debatir sobre el proyecto y tantos kilómetros visitando agrupaciones... No vinimos a Ciudadanos para esto. Que tengas mucha suerte, Begoña".
En la cabeza de Villacís
Resulta muy complejo explicar qué pasa por la cabeza de Begoña Villacís. Con el 28-M a la vuelta de la esquina y su partido en riesgo de extinción, busca soluciones para que la "alternativa liberal" pueda continuar con responsabilidades de gestión.
Uno de los planes que ha barajado en algún momento sería la creación de una suerte de "corriente liberal" dentro del Partido Popular. Es decir: integrarse en las listas azules, pero sin afiliarse y manteniendo una seña de identidad.
Algo así como el Partido de Acción Democrática de Fernández-Ordóñez, que se presentó en 1982 en las listas del PSOE. O la Izquierda Socialista de Pablo Castellano, que no existía como partido, pero que funcionaba con autonomía propia también dentro de las siglas de Ferraz. Ambos proyectos acabaron disueltos en la marca mayor, pero permitieron a muchos de sus líderes realizar una transición tranquila.
La "corriente interna", según informó El País, ya habría estado sobre la mesa incluso en reuniones de la vicealcaldesa con algunos compañeros. Lo ideal para Villacís habría sido una coalición con el PP, una lista compartida. Pero ya ha trasladado a los suyos que es perfectamente consciente de que "es muy tarde" para eso. La relación de igual a igual que una vez pudieron tener ambos partidos ha dado un vuelco.
Ciudadanos, más allá de nombres como el de la propia Villacís o el de Arrimadas, apenas tiene que ofrecer al PP. Pero hay algo que inquieta a Génova: los llamados "restos". El voto que siga fiel a Ciudadanos, si se queda sin representación, puede impedir que el centro derecha sume lo que necesita para que no gobierne la izquierda. De ahí la intención de Feijóo de seguir aunando voluntades naranjas a su proyecto.
Villacís se halla atrapada entre la espada y la pared. Porque no puede fichar por el PP "sin condiciones", como pide Génova. O por lo menos no podría hacerlo sin que le cayeran encima toneladas de hemeroteca. Autodefinida "liberal", ha prometido en varias ocasiones que "nunca" fichará por los populares.
Si esa es la espada, la pared se encuentra en su propio partido. Tal y como dijo Patricia Guasp, nueva líder de Cs, en una entrevista con este periódico, "no habrá integración en el PP" mientras ella esté al frente.
Guasp, recién llegada a la cúspide de la organización tras batir en primarias a Edmundo Bal, se ha comprometido de palabra con la militancia a evitar la disolución del proyecto en el PP. Ha elegido el siguiente camino: concurrir a las elecciones y, si muere, hacerlo con las botas puestas.
Esta tesitura deja en un lugar muy complicado a Villacís, que ni siquiera ha confirmado si se presentará a las elecciones de mayo como candidata.