En el mundo actual, el cambio ya no es una posibilidad, sino una certeza. El Informe sobre el Futuro de los Empleos 2025 publicado por el Foro Económico Mundial, nos plantea una realidad ineludible: la inteligencia artificial generativa y las tecnologías relacionadas están transformando nuestra manera de trabajar.

Estas innovaciones están redibujando la relación entre humanos y máquinas y, para 2030, personas y tecnología compartirán prácticamente a partes iguales las tareas en el ámbito laboral. Este escenario puede parecer alarmante, pero también es una oportunidad. Sí, se perderán 92 millones de empleos, pero se crearán 170 millones nuevos.

Ante este panorama, surge la verdadera cuestión: ¿estamos equipados para desarrollar el talento necesario para esta nueva realidad?

Las competencias como piedra angular

Hablar de competencias puede sonar técnico, pero es simple: son las herramientas que necesitamos para mantenernos a flote en un mercado que cambia constantemente. Tal y como señala el informe Cómo acelerar la adaptabilidad. Tendencias laborales 2025 de ManpowerGroup, la capacidad de aprendizaje constante y la planificación de carrera profesional serán cada vez más relevantes y necesarios para mantenernos empleables en un mercado laboral en constante evolución.

Se identifican cinco pilares fundamentales para lograrlo: las skills técnicas o hard skills; las habilidades transversales o soft skills; las competencias tecnológicas aplicadas que nos permitirán entender los recursos técnicos a nuestro alcance para ser más eficaces; el conocimiento institucional y una mentalidad de crecimiento constante.

En particular, las soft skills se están convirtiendo en el factor diferencial. Según el Work Trend Index 2024 de Microsoft y LinkedIn, la mitad de las habilidades necesarias en 2030 serán distintas a las de 2016, y este cambio podría alcanzar un 68% con la aceleración impulsada por la inteligencia artificial generativa.

Adaptarse a este escenario implica desarrollar resiliencia, flexibilidad, pensamiento analítico y otras competencias interpersonales relacionadas con la adaptación al cambio. Parece ciencia ficción, pero no lo es. Nos enfrentamos a un cambio acelerado por la inteligencia artificial y solo aquellos que sepan adaptarse estarán preparados.

No obstante, todavía queda camino por recorrer. Tres de cada cuatro empleadores enfrentan dificultades para encontrar perfiles con las competencias requeridas, como se desprende del Informe sobre Desajuste de Talento 2024 de ManpowerGroup.

Este desajuste de habilidades demanda esfuerzos conjuntos entre instituciones públicas, privadas y educativas para formar a las nuevas generaciones en las competencias críticas para el éxito profesional. En este sentido, las herramientas para evaluar y certificar habilidades blandas mediante microcredenciales se perfilan como una estrategia eficaz.

EMPASS: una respuesta concreta

En este contexto, surgen iniciativas que inspiran. En enero de 2024, Junior Achievement Europe lanzó EMPASS, un programa de microcredenciales financiado por la Unión Europea, diseñado para que los jóvenes perfiles de Formación Profesional desarrollen y validen competencias esenciales para el empleo.

Este proyecto pionero, impulsado por un consorcio de 14 entidades, y liderado en España por la Escola del Treball, Zurich Seguros, Fundación ManpowerGroup y Fundación Junior Achievement, busca cerrar la brecha entre educación y empleo e invertir en la recualificación y actualización de habilidades.

Fundación ManpowerGroup, miembro del consorcio y responsable de la fase de investigación del proyecto, realizó un análisis profundo en Grecia, Rumanía y España –países en los que se realizará el piloto del proyecto– para identificar cuáles son hoy las habilidades que hoy demandan las compañías en estos perfiles.

Basándose en los resultados, el consorcio ha diseñado una evaluación estandarizada de habilidades: un examen online de 45 minutos que permite identificar el nivel de adquisición de competencias blandas y proporcionar a los estudiantes una ruta de aprendizaje personalizada.

Este programa piloto, que involucrará a 1.500 estudiantes en España, Rumanía y Grecia, es un paso fundamental para expandir el modelo a toda Europa y garantizar que las próximas generaciones estén mejor preparadas para los retos del futuro laboral.

El éxito de iniciativas como EMPASS demuestra que la colaboración entre el sector público, privado y educativo es esencial para garantizar la adaptación al cambio del mercado laboral. Invertir en competencias no es solo una opción; es una responsabilidad colectiva. Solo así podremos construir una fuerza laboral resiliente, adaptable y preparada para enfrentar los desafíos de mañana.

*** Loles Sala es directora general de la Fundación ManpowerGroup.