Las batallas en el desierto
José Emilio Pacheco
23 abril, 2010 02:00La prodigiosa memoria de José Emilio Pacheco, el lujo de detalles acerca de aquel mundo aún radiado y no televisado, trasciende la historia personal de este grupo de escolares que juegan a la guerra árabe-israelí en un solar de tierra roja, para darnos el color y el sabor de toda una época y de una población asfixiada entre guerras cristeras y mundiales. Una sociedad acostumbrada al enriquecimiento ilícito de sus gobernantes y a los excesos de un presidente que "inauguraba enormes monumentos inconclusos a sí mismo". El lector asiste a la relación del protagonista con los otros compañeros mientras se configura el retrato de un niño inteligente y comprensivo, capaz de detectar por igual las farsas de la psiquiatría infantil (divertido cap. 9) y las inconsistencias y manejos de un clero obsesionado por las ideas de maldad y pecado. Conmueve tanto la pobreza extrema del niño Rosales como la desgraciada vida del más rico, pero desvalido y fantasioso, Jim.
Lejos de conformar un relato deprimente, Las batallas en el desierto rezuma, desde el inicio, encanto y gracia, con la misma ingenuidad con que su protagonista es capaz de devorar la novedosos sándwiches llamados "platos voladores" que prepara su "enamorada" Mariana, la fascinante madre de Jim. Poeta y narrador, José Emilio Pacheco resulta cristalino y auténtico. Deja fluir su prosa limpia, despojada, la elegante sobriedad de su escritura y hace crecer y explotar un gran final de golpe seco, que coloca al protagonista y a los lectores en el terreno mismo de la fantasmagoría y la región de la desemejanza