Cumple setenta años el Festival de San Sebastián. Setenta ediciones en las que ha conquistado y expandido el alcance internacional de un certamen de primera categoría (clase A), en competencia directa con Berlín, Cannes, Venecia, Locarno… aunque sea con la mitad de presupuesto y la desventaja en el calendario de ser el último del año.
Con sus altibajos, el cine que ha estrenado mundialmente la ciudad de la Concha en el mes de septiembre ha rotulado los movimientos creativos y directores que han configurado el mapa del cine de su tiempo, explorando a lo largo de siete décadas esos complejos equilibrios entre las propuestas de género y las de autor.
Hasta el 24 de septiembre, San Sebastián buscará el equilibrio y explorará de nuevo las tensiones entre el pretérito y el futuro del cine mundial en su amplísima programación de pases y actividades. A lo largo de diez días, desfilarán de nuevo por su alfombra roja más talentos internacionales para otorgarle a Zinemaldia 70 el alcance mediático que merece.
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Y mientras la mirada al pasado nos permitirá recorrer una selección de 40 títulos que pasaron por el festival desde 1953, la observación del presente nos traerá a concurso por la Concha de Oro casi una veintena de películas realizadas en geografías diversas y distantes. Autores de culto para la cinefilia contemporánea como el coreano Hong Sang-soo y el austríaco Ulrich Seidl presentarán sus nuevos trabajos.
Sparta completará el díptico que inició Seidl con la sórdida y cínica Rimini, estrenada en la última Berlinale, en torno al patetismo y la decadencia de un cantante de schlager. Mientras, Walk Up perpetúa la prosa poética de Hong Sang-soo siguiendo los pasos de un director de cine que se reúne con su hija y los encuentros que mantiene con diversas personas en un mismo edificio.
Dos sellos de cineastas de altura que dan la medida de la heterodoxia de la selección. Además, el chino Wang Chao presentará A Woman.
Cientos de flores
Procedente asimismo de Asia, Genki Kawamura, productor de títulos fundamentales de la animación contemporánea japonesa como El niño y la bestia (Mamoru Hosoda, 2015) o Your Name (Makoto Shinkai, 2016), debuta como director con una película de imagen real, A Hundred Flowers, acerca de una mujer con alzhéimer.
No será la única ópera prima a concurso, pues la debutante estadounidense Marian Mathias presenta Runner, una road movie que aborda la relación de dos jóvenes en el Medio Oeste americano tras la muerte súbita del padre de ella. El galo Yannick Kergoat competirá a su vez con su segundo largometraje documental, La (très) grande évasion, en torno a la evasión de impuestos de las grandes corporaciones.
El peso europeo de los títulos a concurso es un año más manifiesto. De Dinamarca concursará Resten af livet (Forever), dirigido por Frelle Petersen, quien ofrece un retrato complejo de una familia en duelo por la pérdida del hijo mayor y el hermano. Además, el checo Petr Václav presentará el largometraje Il Boemo, un drama biográfico centrado en la figura de Josef Myslivecek, uno de los compositores más prolíficos de ópera italiana del siglo XVIII.
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Por su parte, el francés Christophe Honoré competirá con Le Lycéen (Winter Boy), un filme sobre un adolescente en crisis que vive con su madre, interpretada por Juliette Binoche, a quien se le hará entrega de un premio Donostia.
El caso de Marlowe
La actriz francesa también está presente en el reparto del penúltimo trabajo de Claire Denis, Fuego (2021), que podrá verse en la sección Perlas tras su estreno en la Berlinale, donde la directora se alzó con el Oso de Plata. Como clausura del certamen, el veterano cineasta irlandés Neil Jordan presentará con Marlowe, sin opción a premio, su lectura del inmortal detective creado por Raymond Chandler, a quien da vida Liam Neeson, en compañía nada menos que de Jessica Lange y Diane Kruger.
Estos títulos se suman a las cuatro películas con producción española que también competirán en la Sección Oficial: La consagración de la primavera de Fernando Franco; Suro de Mikel Gurrea, La maternal, de Pilar Palomero, y Girasoles silvestres, de Jaime Rosales.
La radiografía del cine contemporáneo que propone anualmente el festival se ha hecho siempre poniendo un especial cuidado en la definición de qué entendemos por cine español, que también se disputa entre las producciones de industria y las que nacen en los márgenes, las películas diseñadas y las que encuentran su propio camino.
El foco de la Sección Oficial este año vuelve a ofrecerse como poliedro de su diversidad, incluyendo también fuera de concurso tanto la inauguración a manos de Alberto Rodríguez y su thriller carcelario Modelo 77, como la proyección especial del testimonio de denuncia de abusos sexuales en un teatro de Lleida filmado por Isabel Coixet en El sostre groc / El techo amarillo, cuya premisa comparte con la reciente producción alemana The Case of You (2020), de Alison Khun.
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El predicamento del certamen en su difusión y valoración de cine iberoamericano no es gratuito, como demuestra un año más la sección estrella con nada menos que doce títulos dirigidos por creadores de habla española o portuguesa. Bien es cierto que tanto el argentino Sebastián Lelio como el portugués Marco Martins competirán con propuestas anglosajonas.
Por un lado, Lelio dirige la producción británico-irlandesa que adapta la aclamada novela homónima de Emma Donoghue The Wonder. El relato, que adopta el tono de un thriller psicológico, se ambienta en un pueblo irlandés en el siglo XIX, donde una niña en ayunas durante meses sigue milagrosamente viva.
Mientras, el luso Martins filma una crónica contemporánea de emigración en Norfolk (Reino Unido), sobre cientos de trabajadores llegados desde Portugal tres meses antes del Brexit en busca de empleo.
De México a Buenos Aires
El documentalista argentino Manuel Abramovich ofrece un retrato de un ‘sex-influencer’ en su cuarto largometraje, Pornomelancolía, desarrollado en los laboratorios del festival y filmado en México, que encierra la promesa de la inclusión de un documental a competición por la Concha de Oro.
Rodando en Buenos Aires, Diego Lerman concursará con El suplente, crónica tragicómica de las andanzas de un profesor en los suburbios bonaerenses, que cuenta en su reparto con Bárbara Lennie, protagonista a su vez de la adaptación de Los renglones torcidos de Dios, producción de Atresmedia dirigida por Oriol Paulo (Contratiempo), que se verá en una sección paralela.
No se detiene aquí la cosecha iberoamericana a competición, pues la colombiana Laura Mora (Matar a Jesús) regresará al festival con su segundo filme, Los reyes del mundo, un cuento subversivo y fantástico protagonizado por cinco chicos de la calle de Medellín. Sobre el papel, hay casi un 50 % de posibilidades de que la Concha de Oro se la lleve un filme de habla hispana. De modo que luego no cabe sorprenderse.
Para los expedicionarios de las salas donostiarras y de la heterodoxia cinematográfica, o del cine más abierto, la sección Zabaltegi-Tabakalera propondrá su línea tradicional de títulos con pedigrí y expectación cinéfila, como los cortometrajes del coreano Lee Chang-dong (Heartbeat), del británico Peter Strickland (Blank Narcissus) o del chino Bi Gan (A Short Story), que pasó previamente por Cannes.
Será el escenario también en el que tenga lugar la presentación en España del largometraje El agua, con el que la debutante valenciana Elena López Riera compitió en la Quincena de Cannes, así como el estreno mundial de Amigas en un camino de campo, del argentino Santiago Loza, o la presentación del último filme de la austríaca Ruth Beckermann, basado en la novela erótica Josefine Mutzenbacher.
Por su parte, los británicos Dylan Southern y Will Lovelace, que han codirigido documentales musicales sobre artistas como Björk, Jack White o Blur, mostrarán Meet Me in the Bathroom, un viaje retrospectivo a la escena neoyorquina de principios del siglo XXI, dominada por bandas como The Strokes, LCD Soundsystem o Yeah Yeah Yeahs.
¿En los márgenes?
Algún significado, más allá de la coincidencia de su regreso a las pantallas, tendrá que a David Cronenberg se le otorgue este año uno de los premios Donostia a su trayectoria profesional, con el estreno en España de su último trabajo Crímenes del futuro. No en vano, quien lleva el timón del festival desde 2011, José Luis Rebordinos, fue antes director de la legendaria Semana de Cine Fantástico y de Terror de la ciudad.
La amplitud de oferta y movimientos de creadores, en una mirada transversal al programa, se ofrece como escenario de importantes citas, como la merecida concesión del Premio Nacional de Cinematografía a Penélope Cruz, protagonista a su vez del debut de Juan Diego Botto tras la cámara con En los márgenes.
Sin duda una de las secciones preferidas del público es ‘Perlak’, que recoge grandes estrenos de otros festivales, como el filme sobre David Bowie Moonage Daydream, de Brett Morgen, o la controvertida ganadora de Cannes Triangle of Sadness, del sueco Ruben Östlund; así como los nuevos trabajos de Hirokazu Kore-eda (Broker), François Ozon (Peter Von Kant), Olivia Wilde (Don’t Worry Darling), los hermanos Dardenne (Tori et Lokita), Cristian Mungiu (RMN) y Louis Garrel (The Innocent), entre otros.
Ha programado también la sección ‘Perlak’ un buen pedazo de cine español, como la película de Isaki Lacuesta estrenada en Berlín sobre los atentados en el Bataclan de París de 2015, Un año, una noche, y la que presentó Rodrigo Sorogoyen en Cannes fuera de concurso, As bestas, un thriller en torno a las tensiones de violencia en una aldea rural del interior de Galicia. Ambos cineastas también participan con sendos episodios en la serie colectiva Apagón, junto a Raúl Arévalo, Isa Campo y Alberto Rodríguez, que se mostrará fuera de concurso.
El velódromo será el escenario en el que Paco León presente Rainbow, producción de Netflix que, si estuviera a la altura de sus películas sobre Carmina y la serie Arde Madrid, uno cree que debería haber entrado a concurso.
También hay espacio en el cine español para el retrato documental de dos entrañables crápulas de la urbe madrileña, figurantes del último medio siglo de la cultura española. Por un lado, la cámara de Fernando León orbita en su última película alrededor de las recientes andanzas de su amigo Joaquín Sabina, mientras que el controvertido columnista Carlos Boyero ocupa el foco de atención de El crítico. En fin, cine para todos los gustos.