Dos bonobos, Mi y Tupac, del Kokolopori Bonobo Research Project.

Dos bonobos, Mi y Tupac, del Kokolopori Bonobo Research Project. Martin Surbeck / Lukas Bierhoff

Investigación

El lenguaje de los bonobos tiene características en su composición que se creían únicas de los seres humanos

Se han observado indicios de que estos primates usan la composicionalidad a la hora de comunicarse, una capacidad que se creía exclusiva de humanos. 

Más información: Frans de Waal, primatólogo: "La ciencia dice que a las niñas les gustan más las muñecas"

P. Fava
Publicada

Los bonobos, la especie de primates más cercana en lo genético al ser humano, se comunican mediante combinaciones complejas y significativas de señales sonoras, tanto como para asemejarse a la construcción de frases. El estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Zúrich (UZH, Suiza) y la de Harvard (EEUU) cuestiona algunos aspectos sobre la excepcionalidad del lenguaje humano, planteando que ciertos rasgos de nuestra manera de expresión tendrían un componente evolutivo más allá del cultural.

El trabajo, publicado en la revista Science, se realizó con ejemplares que viven en libertad en la Reserva Comunitaria de Kokolopori en la República Democrática del Congo. Usando nuevas técnicas de grabación, los autores aseguran haber demostrado que los bonobos usan la composicionalidad en su lenguaje. Esto significa que son capaces de inferir diferentes significados de palabras -en este caso, verbalizaciones- en base a su combinación con otras, a su posición en la frase y en función del contexto.

Así, en la expresión 'mal bailarín', un interlocutor humano entenderá que el adjetivo 'malo' no se refiere moralmente a la persona, sino a la calidad de su baile. Para poder evaluar la composicionalidad de los bonobos, los investigadores tuvieron que crear primero un 'diccionario', una lista de llamadas entre individuos y su significado. "Es la primera vez que hemos descifrado el significado del repertorio completo de un animal, y su significado", celebra Mélissa Berthet, del Departamento de Antropología Evolutiva de la UZH.

Una vez identificadas las señales por separado, los investigadores determinaron que llamadas compuestas por varias vocalizaciones estaban relacionadas con el significado de sus partes individuales. Este rasgo estaba considerado hasta ahora como un principio de composicionalidad exclusivo del lenguaje humano. Más aún, algunas de estas combinaciones se asemejaban a las estructuras más complejas de la comunicación humana. "Esto sugiere que no se trata de una capacidad única de los seres humanos", valora Berthet.

"Este estudio pretende matar dos pájaros de un tiro: comprobar si las 'combinaciones de palabras' aportan más significado que su simple suma, y comprender mejor el significado de las palabras sueltas", valora Thierry Chaminade, del Instituto de Neurociencias de la Timone en Marsella (Francia), en declaraciones a Science Media Centre. Descubrir que las 'frases' formadas por dos sonidos consecutivos emitidos por bonobos "es algo más que la simple suma del significado" sugeriría que el lenguaje combinatorio está presente en estos grandes simios africanos.

Berthet y el resto de investigadores adoptan una postura propuesta por un eminente lingüista, Philippe Schlenker, que distingue entre composicionalidad 'trivial' y 'no trivial', apunta a su vez Klaus Zuberbuehler, catedrático de Psicología en la Universidad de St. Andrews (Reino Unido). La principal diferencia entre ambas es que la segunda plantea "verdaderas vinculaciones entre palabras" y la primera implica "meras listas de significados".

"El estudio sostiene que la composicionalidad no trivial nunca se ha observado en la comunicación animal", matiza Zuberbuehler, pero en cualquier caso, es "una máquina generativa que toma significados como entrada y produce nuevos significados". Según apunta el catedrático, "Berthet et al. no disponen de información directa sobre el significado de las llamadas que han grabado, sino que hacen inferencias sobre lo que significan a partir del contexto de producción de las llamadas".

Zuberbuehler no resta importancia al estudio, "único y muy valioso por su inusual combinación de aplicación de conceptos teóricos de la lingüística a datos sobre el comportamiento de los bonobos, en situaciones reales y en condiciones de campo muy difíciles". Sin embargo, se muestra humorísticamente escéptico con las conclusiones. "Habría que preguntar a los propios bonobos si están de acuerdo con el diccionario propuesto y las composiciones de significados identificadas por los autores".