Luis Miguel, el taxista que canta a sus clientes.

Luis Miguel, el taxista que canta a sus clientes. E.E Zaragoza

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Luis Miguel, el taxista que canta a sus clientes: "Los conductores de Uber dan botellas de agua y yo regalo música"

Este aragonés lleva 37 años al volante de un taxi, pero su verdadera pasión no es solo conducir, sino ofrecer un momento de alegría a los pasajeros que se suben a su vehículo.

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Luis Miguel De Torres Segura, conocido por muchos en Zaragoza como el taxista que canta, tiene 63 años y una historia llena de música, anécdotas y una pasión por alegrar a los demás a través de su voz. Lleva 37 años al volante de un taxi, pero su verdadera pasión no es solo conducir, sino ofrecer un momento de alegría a los pasajeros que se suben a su vehículo.

Desde joven, Luis Miguel estuvo rodeado de música. Creció viendo a los taxistas aparcar en el garaje de su casa y siempre sintió una conexión especial con este mundo. "A los 7 u 8 años ya tenía claro que quería ser taxista", cuenta.

Sin embargo, su amor por el canto ha sido una constante en su vida. Desde pequeño, ha cantado en festivales, en misa, en campamentos y en todos los momentos que le han permitido compartir su talento.

Rumbas y los Chichos

Su trayectoria como cantante comenzó con rumbas, canciones de los Chichos, Los Chunguitos y otras músicas populares. En su juventud, también tocaba la bandurria y cantaba en el coro de la iglesia, "ganándose unas pesetas que su abuela le daba como recompensa". Sin embargo, no fue hasta que comenzó a trabajar como taxista cuando realmente descubrió el poder de la música para conectar con los demás.

Luis Miguel, el taxista que canta en Zaragoza.

"Los taxistas no hemos estudiado psicología, pero sabemos cuándo una persona necesita un poco de ánimo", comenta Luis Miguel. En su día a día, se ha encontrado con pasajeros que necesitan un poco de consuelo o distraerse de sus preocupaciones, y él se convierte en una especie de terapeuta musical.

Canta para quienes van al hospital, para los que viajan tristes o para los que simplemente necesitan un momento de desconexión. "Canto para ponerles una vacuna de positividad", dice con una sonrisa.

No es raro que los pasajeros se sorprendan al escucharle cantar en el taxi. Luis Miguel tiene un repertorio muy variado: jota, bolero, rancheras, canciones españolas... Y si bien al principio cantaba a capela, después de su participación en el programa de televisión Jotalent Aragón, comenzó a usar bases musicales para hacer su actuación aún más completa. Canciones como 'El Jinete', 'México Lindo y Querido' o temas de Manolo Escobar son algunas de las piezas más populares con las que ha conquistado a sus clientes.

El hecho de que los pasajeros se sorprendan y se alegren al escucharle es algo que Luis Miguel disfruta. A veces, hasta se graba cantando y las pone en su taxi, donde los clientes pueden ver en la radio que canta Luis Miguel. "Al principio pensaban que la canción que cantaba era de Luis Miguel, el mexicano, pero no, soy yo", comenta entre risas.

Música altruista

Pero no solo canta para los pasajeros del taxi. Su amor por la música también lo lleva a residencias de ancianos y centros de día. Luis Miguel acaba de firmar un acuerdo como voluntario en la Fundación Federico Ozanam, que gestiona varias residencias en Zaragoza.

A partir de febrero, visitará las residencias de Santa Isabel y Gómez Laguna para ofrecer conciertos gratuitos a los mayores. "No cobro nada por cantar, lo hago por gusto", asegura, "es mi forma de darles un poco de alegría a las personas que más lo necesitan".

A lo largo de su carrera, Luis Miguel también ha sido una figura destacada en el mundo del taxi. Fue presidente de la Asociación Provincial del Taxi durante 12 años y vicepresidente nacional del taxi durante otros 12.

Su implicación en la defensa de los derechos de los taxistas le ha permitido ganar el respeto y el cariño de sus compañeros. Eso sí, aunque ya está cerca de la jubilación, no tiene intención de dejar de cantar. "Cuando me jubile en unos meses seguiré cantando en las residencias y donde haga falta", asegura.

Su mensaje a través de la música es claro: quiere transmitir paz y alegría. "El canto es mi forma de sentirme útil. No cobro por cantar, pero lo hago con todo el corazón. Transporto almas, como el barquero de Dante", reflexiona Luis Miguel.

Para él, el hecho de que la gente se vaya contenta de su taxi, cantando o sonriendo, es su mayor recompensa. "Los taxistas de Uber dan botellas de agua, pero yo doy canciones, que es algo mucho más valioso", concluye.