Qué ver en Vilarmaior, en la comarca de Betanzos, además del Labirinto de Breoghán
Te contamos qué ver en el desconocido Vilarmaior, el municipio donde se encuentra el laberinto más grande de España
4 junio, 2022 06:00Recién inaugurado, el Labirinto de Breoghán ya se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos del Concello de Vilarmaior en la comarca de Betanzos. Con sus 6.120 metros cuadrados de superficie y más de 4.000 árboles dispuestos en forma de cruz celta, este laberinto es el más grande de la Península Ibérica. Su nombre se inspira en el mítico rey galaico Breogán, padre mitológico del pueblo gallego.
Luis Meitín, su creador, eligió el municipio de Vilarmaior para crear este espacio por su carga simbólica: es el municipio de Galicia que tiene más petroglifos, lo que ha dado lugar a la Ruta de los Petroglifos.
Para aprovechar el viaje hasta Vilarmaior, a 29 km de la ciudad de A Coruña, podemos disfrutar de varias opciones de ocio y cultura que nos ofrece el pequeño concello coruñés, del que destaca su Feira das Flores, que se celebra en el mes de mayo y es única en Galicia.
La Ruta de los Petroglifos, de baja dificultad, es una de ellas. Recorre los principales petroglifos hallados en Vilarmaior, que datan de la Edad del Bronce, aunque se ha encontrado alguno más reciente, y con diseños basados en figuras geométricas, círculos concéntricos, cazoletas y alguna que otra figura antropomorfa. La parroquia que atesora más petroglifos es la de Torres y, a continuación, la de Vilamateo.
La abundancia de estos petroglifos han convertido a Vilamaior en todo un referente del arte rupestre gallego; son muchas las personas que se acercan a realizar la ruta los fines de semana y aprovechan la ocasión para hacer turismo rural. Tanto es así que el Concello de Vilarmaior puso en marcha una serie de visitas guiadas para conocer los yacimientos; algunas de estas visitas son nocturnas.
Algunos de los petroglifos que se pueden ver en la ruta son los llamados Chousa do Montañés, Chousa da Vella, Chousa do Penedo, los petroglifos da Calvela o los del Río de Pazos.
Otro atractivo de Vilarmaior son sus molinos de agua, situados en el río Medio, que separa el municipio del vecino Miño. Se puede llegar hasta ellos recorriendo la Ruta dos Muiños do Río Medio, un pequeño sendero que transcurre a la orilla del Lambre hasta llegar al Medio y que pasa muy cerca de la central hidroeléctrica de Güimil.
Para realizar esta ruta debemos situarnos dirección Miño. Aquí encontramos el río Medio, afluente del río Lambre que desemboca en A Ponte do Porco. A 6 km del inicio de la carretera hacia Vilamaior, justo en el puente, está el comienzo de la ruta, que a lo largo de poco más de 3 km y siempre a la vera del río, nos conduce por un bonito bosque de ribera que parece sacado de un cuento.
En nuestro recorrido nos iremos encontrando con los molinos: el Molino de A Graña, restaurado en su totalidad, el Muiño Albeiro, rodeado de pequeñas cascadas, el Muiño do Amado y el último de ellos, que recibe el nombre de Miño.
En la parroquia de Doroña sobrevive a duras penas un pequeño puente románico del s. XII con arco de medio punto. Es el Puente de Cioi. Por él pasaba el antiguo Camino Real y hoy está parcialmente devorado por la maleza, ofreciendo una estampa encantadora junto al río.
En Doroña también se encuentra una de las iglesias más importantes y antiguas del municipio. Es la iglesia de Santa María de Doroña, del s. XII, de estilo románico, con nave, prebisterio y ábside semicircular, en la que destaca un singular tímpano en el que se representa un Agnus Dei.
El resto de iglesias de Vilarmaior son mucho más recientes, del s. XVIII y posteriores y se caracterizan por tener espadanas donde van situadas las campanas. Algunas de estas iglesias son las de San Pedro de Vilarmaior, la única con planta de cruz latina, la de Güimil o la de San Pedro Grandal entre otras. En la parroquia de Torres se pueden visitar dos pequeños conjuntos etnográficos considerados conjuntos singulares, el de la aldea de Sobrado y el de la aldea de Laxe.
Vilarmaior destaca también por sus fiestas, la mayoría dedicadas a sus patrones, como las de San Pedro en Grandal, las dedicadas a San Xorxe en la parroquia de Torres, las de Santiago Apóstol en Vilamateo o las de San Ramón en Doroña. Pero su evento más destacado es la Feira das Flores, que se celebra el tercer domingo del mes de mayo en el espacio ferial de Tres.
Vilarmaior se encuentra muy próxima a la villa de Pontedeume, al Castelo dos Andrade y al Parque Natural das Fragas do Eume. Opciones para completar la visita al laberinto no faltan.
Emma Sexto