
Legumbres en bote del supermercado.
Los nutricionistas alertan sobre el consumo de los garbanzos en conserva: "El problema está en cómo se preparan"
Es una de las legumbres más saludables que existen, no obstante, debemos prestar atención a este alimento cuando está en conserva.
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Las legumbres en general, y los garbanzos en particular, son uno de los alimentos con mayor valor nutritivo que podemos comer. Repletas de fibra, con un altísimo contenido en proteínas vegetales, vitaminas y minerales, por no hablar de lo económicas que son, siempre son una excelente opción para incorporar en la dieta diaria.
En la actualidad, llevamos un estilo de vida, las interminables jornadas y el querer llevar una dieta saludable, nos lleva a simplificar todo lo posible nuestras creaciones culinarias. En este sentido, los alimentos envasados en general, y los garbanzos en particular, han facilitado enormemente este proceso.
Sin embargo, muchas personas encuentran que los garbanzos en bote les provocan malestares digestivos como hinchazón, gases o pesadez. Pero, ¿por qué ocurre esto? Y lo más importante, ¿cómo podemos evitar que los garbanzos en conserva nos hagan sentir mal?
¿Producen los garbanzos en conserva malestar?
Los garbanzos en conserva se han convertido en un salvavidas para muchas personas, especialmente aquellas con poco tiempo o ganas de cocinar. Estas legumbres ya vienen cocidas, lo que las hace sumamente prácticas. Sin embargo, el proceso de envasado y conservación puede ser el culpable de los problemas digestivos que experimentan algunas personas al consumirlas.
- Exceso de sal y aditivos. Los garbanzos en conserva a menudo contienen una cantidad considerable de sal, que se utiliza como conservante. Además, pueden incluir aditivos como estabilizantes y conservantes, que ayudan a alargar su vida útil, pero pueden ser difíciles de digerir para algunas personas. El exceso de sal también puede aumentar la retención de líquidos, lo que contribuye a la hinchazón.
- Cocción insuficiente o inadecuada. Aunque los garbanzos en bote ya están cocidas, el proceso industrial de cocción puede no ser el óptimo. En algunos casos, el tiempo de cocción es insuficiente para descomponer completamente ciertos compuestos que las hacen difíciles de digerir, como los oligosacáridos. Estos compuestos pueden causar gases e hinchazón, especialmente en personas con una digestión más sensible.
- Remojo inadecuado. En el proceso industrial, los garbanzos se remojan para ablandarlas antes de cocinarlas. Sin embargo, este remojo no siempre es tan efectivo como el que se realiza en casa. El remojo adecuado puede ayudar a reducir la cantidad de compuestos que provocan malestar, pero este paso a menudo se pasa por alto en la producción en masa.
Soluciones para comer garbanzos envasados
Si bien los garbanzos envasados son una opción conveniente, los nutricionistas nos advierten sobre los posibles efectos negativos en la digestión. No obstante, hay varias soluciones fáciles y económicas para disfrutar de los garbanzos sin que nos sienten mal:
- Escurrir y lavar los garbanzos
Uno de los pasos más sencillos para reducir los efectos negativos de los garbanzos en conserva es escurrirlas y lavarlas bien antes de consumirlas. Esto ayuda a eliminar el exceso de sal y algunos de los compuestos que pueden generar malestar digestivo. Simplemente, coloca las legumbres en un colador y enjuágalas bajo agua fría durante unos minutos. - Opta por conservas de calidad
No todas las conservas son iguales. Si prefieres usar garbanzos en bote, elige marcas especializadas que utilicen procesos más naturales y cuidadosos. Las conservas de mayor calidad suelen estar elaboradas sin aditivos innecesarios y con un proceso de cocción más adecuado. Estas opciones son más fáciles de digerir y tienen menos probabilidades de causar molestias. Además, suelen ser más caras, pero la inversión puede valer la pena para evitar problemas digestivos. - Incorpora especias digestivas
Si los garbanzos en bote siguen causándote malestar, puedes añadir especias como el comino, el hinojo o el anís a tus platos. Estas especias se han utilizado tradicionalmente para mejorar la digestión y reducir la formación de gases. Agregar una pequeña cantidad de estas especias a tus platos con legumbres puede ser la clave para disfrutar de sus beneficios sin sufrir las consecuencias digestivas. - Cocina los garbanzos
Si tienes tiempo y prefieres una opción completamente natural, cocinar garbanzos "secos" en casa es la mejor alternativa. De esta manera, puedes controlar el tiempo de remojo y cocción, evitando los aditivos innecesarios y asegurando una digestión más suave. - Prueba otras alternativas
Si las legumbres tradicionales como los garbanzos te resultan especialmente pesadas, puedes probar con alternativas que sean más fáciles de digerir. Algunas opciones como los guisantes partidos, las lentejas rojas o las habas de soja tienen un perfil nutricional similar, pero son más fáciles de digerir para algunas personas. Además, las lentejas rojas, por ejemplo, no necesitan tanto tiempo de cocción y son más suaves para el sistema digestivo.
Los garbanzos son una excelente fuente de nutrientes esenciales y deben formar parte de nuestra dieta regular. Sin embargo, los garbanzos en conserva, debido a su proceso industrial, pueden causar problemas digestivos a algunas personas.
Afortunadamente, hay soluciones sencillas que nos permiten disfrutar de estas legumbres sin los malestares que a menudo producen. Escurrir y lavar bien los garbanzos, optar por conservas de calidad y añadir especias digestivas son solo algunas de las estrategias que puedes aplicar para mejorar su digestibilidad.