Adiós al plátano en España: el fruto que tiene diez veces más potasio que adelgaza y reduce el colesterol
- Se trata de una leguminosa originaria de África que generalmente se usa con fines gastronómicos, pero tuvo fines medicinales hace años.
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Adelgazar es un proceso complicado, especialmente en verano. Parece contradictorio, sin embargo, cuando llega la época en la que más queremos perder peso se hace mucho más complicado: con el calor nos da más pereza hacer ejercicio y los rayos de sol nos invitan a hacer planes que implican saltarnos la dieta.
En este punto, buscamos la forma de hacer nuestra alimentación más efectiva y atractiva, con el fin de llevar al día nuestra dieta saludable y nos veamos cautivados por los resultados. Conocer bien qué alimentos ingerimos y cuáles nos aportan mayores beneficios es fundamental, y aunque muchos de la gastronomía española sean una excelente opción, parece que lo exótico cada vez pisa más fuerte.
Uno de los últimos que está revolucionando la alimentación de los españoles es el tamarindo, un fruto que proviene de un árbol que lleva su mismo nombre y que se encuentra en África tropical y el sur de Asia. Se ha utilizado como remedio popular durante años en múltiples culturas como ayuda digestiva, antifebril y analgésico.
Qué es el tamarindo
El tamarindo es un árbol de la familia de las Fabaceae, originaria de África Oriental, y está presente también en las zonas tropicales de Asia y América Latina. Es muy apreciado en muchas partes del mundo por su belleza y su fruto, que son producidos en forma parecida a un frijol con una pulpa ácida que se vuelve muy dulce a medida que madura.
Además de usarse en la cocina, varias partes de la planta de tamarindo, incluidas las hojas, la pulpa, la fibra, la cáscara y las semillas, se utilizan en industrias como la alimentaria, farmacéutica, de biocombustibles, de agua, textil, electroquímica y de compuestos.
Muchas poblaciones han usado el tamarindo durante años como medicina tradicional, aunque sus usos terapéuticos todavía no han sido investigados en profundidad. La pulpa, por el contrario, contiene una variedad de nutrientes que pueden aportarnos grandes beneficios y mejorar nuestra salud.
Su perfil nutricional es el que ha conseguido que con el paso de los años reciba el nombre de superalimento. Tan solo en 100 gramos de producto, encontramos 240 calorías, 63 g de carbohidratos, 5 g de fibra —más que el kiwi—, 6 mg de vitamina C y 599 mg de potasio —más que los 358 mg del plátano—.
Tamarindo para la pérdida de peso
Según Quironsalud, el potasio es un elemento esencial que debemos aportar a través de la dieta. Es uno de los imprescindibles debido a que permite la transmisión nerviosa a lo largo del organismo, así como la contracción muscular (en la cual incluimos la contracción cardiaca).
El potasio es esencial para el funcionamiento adecuado del corazón, riñones, músculos, nervios y el aparato digestivo. Junto con el Sodio, es el responsable de regular el equilibrio hidroeléctrico de las células o lo que se traduce como asegurar el buen funcionamiento de las mismas.
Según la OMS (organización mundial de la salud) debemos ingerir al menos 3.510 mg/ al día de potasio. En lo que a la pérdida de peso se refiere, el potasio favorece la función muscular y contribuye a la rápida recuperación al acabar una sesión de entrenamiento intensa.
Además de contener hasta 10 veces más de potasio que el plátano, el tamarindo es rico en fibra y bajo en grasa, por lo que es un excelente alimento para bajar de peso. Está cargado de flavonoides y polifenoles que pueden acelerar nuestro metabolismo y favorecer el adelgazamiento.
Su contenido de fibra promueve la saciedad, mientras que los flavonoides y polifenoles suprimen el hambre y ayudan a perder peso. Añadido a ello, la pulpa del tamarindo es rica en tiamina (vitamina B1), que no solo mejora los nervios, músculos y el sistema digestivo, sino que ayuda a las células a que los hidratos de carbono se conviertan en energía y, de esta forma, no se acumule la grasa y se absorba en exceso.
Otros beneficios del tamarindo
El tamarindo contiene cantidades significativas de todos los aminoácidos esenciales, excepto el triptófano. Estos componentes son básicos de las proteínas y necesarios para que el cuerpo crezca y repare los tejidos, son vitales para funciones como la síntesis de proteínas y la absorción de nutrientes.
Como muchas frutas de color oscuro, el tamarindo es rico en polifenoles y flavonoides, como ya hemos comentado. Se sabe que estos nutrientes tienen efectos positivos sobre los niveles de colesterol, por lo que su consumo puede ayudar en la descomposición y absorción del colesterol malo (LDL) y aumentar el bueno.
Este superalimento es muy rico en vitamina B, esencial para una buena salud y especialmente necesaria para el correcto funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. De hecho, los expertos recomiendan obtener este compuesto de los alimentos lo máximo posible.
De su perfil nutricional también destaca su contenido en magnesio. Las personas que obtienen suficiente magnesio en su dieta tienen una mejor densidad ósea que las que tienen una deficiencia, por lo que su consumo puede ser especialmente beneficioso a medida que envejecemos y vamos perdiendo la "calidad" de nuestros huesos.
El tamarindo está cargado de vitaminas A, B3 Y C, por lo que aporta una gran cantidad de antioxidantes al organismo, los compuestos antiedad por excelencia y la principal herramienta de nuestro cuerpo para luchar contra los radicales libres y el envejecimiento que estos producen.
Cómo consumir tamarindo
Al ser un alimento desconocido, es normal que no sepamos cómo consumir el tamarindo. Podemos o bien hacerlo de forma individual o agregarlo a diferentes recetas, incluso, hacer agua de tamarindo.
A medida que las vainas de este alimento maduran, la pulpa se deshidrata en una pasta pegajosa, que se puede comer cruda o usar como condimento en salsas, sopas, salsas, curry e incluso para hacer dulces. Además de la pulpa, las flores y las hojas también se pueden consumir como verdura.
En el supermercado lo habitual es encontrar esa pasta, por lo que simplemente podemos añadirlo a nuestras recetas. Sin embargo, podemos simplemente hacer agua de tamarindo, pelando el alimento y añadiéndolos a una olla con agua hirviendo. Después lo colamos, agregamos azúcar y lo tendríamos para consumir.