
El doctor Enrique Rojas.
Enrique Rojas, psiquiatra: "Este es el sencillo ejercicio diario que recomiendo para no perder la memoria"
Según explica el experto, así como entrenamos los músculos del cuerpo, también tenemos que ejercitar el cerebro con hábitos simples.
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El cerebro es el órgano más importante del cuerpo humano. Se encarga de regular y coordinar lo que hacemos, además de almacenar nuestros pensamientos, emociones y ser el responsable de nuestro comportamiento. Dividido en partes y secciones, hay una de ellas que lleva siendo décadas el objeto de estudio de expertos: el hipocampo, el responsable de los procesos de aprendizaje y memoria.
A pesar de todo lo que puede hacer, no siempre tiene las mismas capacidades. Está más que evidenciado por la ciencia que nuestro cerebro envejece —tal y como hacemos nosotros— con el paso de los años y, en consecuencia, se deterioran algunas de las funciones cognitivas, el tamaño disminuye y se altera la producción de hormonas y neurotransmisores.
A partir de los 25 años aproximadamente, empezamos a perder volumen cerebral de forma natural, y tal y como ejercitamos otras partes de nuestro cuerpo, el entrenamiento mental es uno de los mejores recursos para mejorar o perfeccionar nuestros procesos mentales. Según el psiquiatra Enrique Rojas, el "ejercicio continuo —como la escritura o las reglas mnemotécnicas— y la estimulación adecuada" son fundamentales en el proceso.
Los ejercicios favoritos de Enrique Rojas
La memoria es el pilar fundamental de nuestra identidad y de la manera en que percibimos el mundo. En ella residen nuestras experiencias, conocimientos, recuerdos y emociones, elementos esenciales que nos permiten desenvolvernos en la vida cotidiana. Cuidarla y ejercitarla no solo nos ayuda a mantener la agilidad mental, sino que también es clave para la prevención de enfermedades neurodegenerativas y para mejorar nuestra calidad de vida en general.
En este contexto, el psiquiatra Enrique Rojas enfatiza la importancia de ejercitar la memoria de manera constante. "Así como entrenamos habitualmente los músculos, también tenemos que ejercitar la memoria con hábitos simples, pero efectivos", tales como la escritura y la toma de apuntes.
La acción de escribir activa zonas específicas del cerebro, particularmente el polo frontal, lo que facilita la organización y retención de la información en el hipocampo. Este proceso ayuda a estructurar el conocimiento de manera ordenada, facilitando su recuperación cuando sea necesario.
"Hoy sabemos que una persona que va a clase y no toma apuntes, todo lo que ha escuchado desaparece. Sí, por el contrario, toma apuntes, se activa un territorio que es el polo frontal, con lo cual hay una mayor nitidez de la información que llega y eso se almacena en el hipocampo de forma ordenada", indica Rojas.
Más allá de la escritura, otro ejercicio recomendado por el psiquiatra es la clasificación de la información mediante reglas mnemotécnicas. Esta técnica permite asociar conceptos a palabras clave, facilitando la memorización de datos complejos a través de estructuras organizadas.
Las reglas mnemotécnicas funcionan asociando conceptos a elementos fáciles de memorizar, como palabras clave, imágenes o frases. Un ejemplo común es el uso de acrónimos, donde se toman las iniciales de varias palabras para formar una nueva palabra o una frase con sentido.
Un ejemplo de regla mnemotécnica podría funcionar para recordar los colores del arcoíris: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Se puede usar la frase "Rana Naranja Amarilla Va Azul Índigo Violeta", donde cada inicial representa un color. Esta técnica facilita la memorización porque convierte la información en algo más estructurado y fácil de recordar.
Esto permite que el cerebro organice y recupere la información más rápidamente. También se pueden crear historias o rimas que relacionen ideas complejas con algo familiar, haciendo que la memoria sea más eficiente y duradera.
La memoria no es un ente homogéneo, sino que se divide en distintas categorías según su función y contenido. Existe la memoria de acontecimientos, encargada de almacenar experiencias y momentos vividos; la memoria académica, para el aprendizaje y la adquisición de conocimientos; la memoria de personas, que nos permite recordar relaciones y vínculos afectivos... Mantener un orden en la forma en que se almacenan estos recuerdos es crucial para que el cerebro pueda acceder a ellos de manera eficiente.