Sánchez justifica que ya no pida juzgar a Puigdemont: "Una crisis política nunca debió judicializarse"

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha evitado pronunciarse sobre si Carles Puigdemont tiene que rendir cuentas o no ante la Justicia española. Si hace años exigía que así fuera y se comprometió a traerlo y juzgarlo, ahora que necesita los votos de Junts para volver a ser investido ha optado por decir que la situación en Cataluña "nunca tuvo que derivar una crisis política en una acción judicial".

En esos términos se ha expresado Sánchez durante una rueda de prensa mantenida en la Embajada de la Misión de España ante Naciones Unidas, en Nueva York, donde se encuentra estos días de viaje oficial. 

El presidente en funciones ha evitado responder a una pregunta directa de los periodistas sobre si cree que Puigdemont tiene que ponerse a disposición de la Justicia y ha preferido loar "el enorme esfuerzo" que su Ejecutivo ha llevado a cabo para "devolver a la política lo que nunca tuvo que salir de la política". 

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Tampoco ha querido desvelar nada de las conversaciones que el PSOE mantiene con Junts sobre la hipotética ley de amnistía, ni qué términos estarían dispuestos a aceptar los socialistas. Pero sí ha reconocido de manera velada que están sucediendo y que "las conversaciones son discretas, pero los acuerdos son transparentes". 

"El objetivo de mi Gobierno es el progreso y la convivencia. El método será el diálogo con los agentes sociales para el progreso y los territoriales para la convivencia y el marco de todo ello será la Constitución", ha asegurado. 

"Creo que cuando digo que voy a ser coherente con la política que he hecho de normalización y estabilización política en Cataluña, pues estoy diciendo mucho", ha añadido. 

Los ciudadanos ya juzgaron

A pesar de las críticas que está recibiendo por todos los costados, desde la derecha hasta de dentro de su propio partido, Sánchez parece creer que cuenta con el respaldo de la ciudadanía para negociar con Junts en los términos que los independentistas catalanes exigen. 

"La derecha española tiene que aprender alguna lección. Vuelven a lo mismo, con los mismos argumentos, con las profecías apocalípticas de que se hunde España", ha reflexionado, "si ya los ciudadanos han juzgado todo eso", ha insistido, refiriéndose a que el PSOE subió un escaño en las elecciones del pasado 23-J. 

Sin embargo, cabe recordar que el PSOE se presentó a las pasadas elecciones generales asegurando que no iba a conceder una amnistía a los condenados e investigados por el procés. Ha sido a raíz de la necesidad de los siete votos de Junts para la investidura de Sánchez que los socialistas han virado en el discurso. 

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El presidente, de todas formas, ha recurrido al discurso de que "es el tiempo" de Alberto Núñez Fiejóo, cuyo debate de investidura tiene lugar la semana que viene. En esa dirección, ha criticado que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, haya pedido otras elecciones. 

"Una líder del PP, antes de la investidura del señor Feijóo, ya está pidiendo otras elecciones generales. No confían ni en su propio candidato, ni los propios del PP se están tomando en seria la investidura fake del señor Feijóo", ha ironizado.