El Mazouqi (psicóloga), sobre el terremoto en Marruecos: “Los afectados deben aceptar la realidad para poder seguir”

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En esta entrevista que otorga a EL ESPANOL desde Casablanca (Marruecos), la especialista explica cómo acompañar psicológicamente a los afectados por el terremoto en el país vecino y a sus familias. Porque, indica, todo ellos pueden sufrir de depresión, estrés crónico, trastornos del sueño, abuso de sustancias y aislamiento social a consecuencia del seísmo. 

En menos de 72 horas, el terremoto del viernes pasado dejó casi 3.000 fallecidos y otros 5.500 heridos. Eso sin tener en cuenta el número de personas desaparecidas y afectadas. ¿Después de un desastre, la ayuda psicológica es un proceso que se impone?

Por supuesto que sí. Los daños causados por un desastre, aunque sea natural, no pueden ser únicamente humanos y materiales, sino también psicológicos. Por ello, la cuestión de la ayuda psicológica, emocional y espiritual a los afectados es central.

Hay que tener en cuenta que los supervivientes de las catástrofes naturales desarrollan un trauma al que habrá que darle soluciones adecuadas por medio del acompañamiento y la ayuda psicológica. Este trabajo implica comprender, evaluar y gestionar las reacciones psicológicas y emocionales ante eventos traumáticos.

El Mazouqi con uno de sus pacientes. Cedida Casablanca

¿Cuáles son, concretamente, las herramientas psicológicas que pueden ayudar a las personas traumatizadas?

Primero, tenemos la evaluación de necesidades, donde intentamos comprender las necesidades específicas de las personas o comunidades afectadas por los desastres. Esto puede incluir la evaluación de los síntomas psicológicos, la determinación del nivel de angustia emocional o los factores de vulnerabilidad.

Segundo, la intervención temprana o el apoyo precoz a los afectados. El objetivo es prevenir o minimizar las consecuencias a largo plazo del trauma. Para ello, las técnicas son el manejo del estrés, consejos sobre cómo gestionar las emociones y otras estrategias para mejorar la salud mental.

Tercero, la psicoterapia que depende de las necesidades individuales. Se pueden utilizar intervenciones terapéuticas como la terapia cognitivo-conductual, la terapia de grupo o la terapia familiar. Estos métodos ayudan a las personas a afrontar y superar el trauma, los síntomas de estrés postraumático y otros trastornos emocionales asociados.

En cuarto y último lugar, está la conciencia y la educación. Sensibilizar a las personas y a los grupos sobre las reacciones normales al trauma, las estrategias para afrontarlo y los recursos disponibles. Debo decir que la ayuda psicológica debe ser brindada por profesionales calificados como psicólogos, psiquiatras, orientadores o trabajadores sociales con formación en salud mental.

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Por otra parte, ¿cómo se puede acompañar a las familias de las víctimas?

Los psicólogos pueden apoyar a las víctimas durante todo el proceso de duelo. Pueden ayudarlos a comprender las diferentes etapas, a aceptar la pérdida de seres queridos y a encontrar formas saludables de afrontar su dolor. El especialista proporciona herramientas y técnicas para superar los momentos difíciles, especialmente porque estas víctimas pueden desarrollar el trastorno de estrés postraumático (TEPT), en cuyo caso los psicólogos pueden ayudarles a reconocer y controlar estos síntomas, como flashbacks, pesadillas, ansiedad e hipervigilancia.

Las catástrofes naturales o humanas dejan secuelas y huellas mentales a veces agudas en la memoria colectiva e individual de la gente que las padece. ¿Cuáles son estas consecuencias?

Sí, los desastres naturales pueden tener consecuencias importantes en la salud mental de los afectados, entre ellas: trauma y, como decía, TEPT. También hay depresión, duelo, estrés crónico, trastornos del sueño, abuso de sustancias y aislamiento social. Es esencial reconocer estas consecuencias para la salud mental y buscar el apoyo adecuado.

Usted, como psicóloga y terapeuta, está recibiendo desde el sábado pasado solicitudes de acompañamiento y terapia, ¿cómo están los marroquíes y cómo viven estos momentos de tragedia?

Pues, la verdad muy mal. Estamos todos en shock. No solamente los habitantes donde hubo el terremoto. Es un verdadero drama. La gente está llorando por sus fallecidos.

Como terapeuta, intento ser útil para los demás. Como muchos de mis compañeros, estoy atendiendo a los afectados, a las personas que han perdido familiares cercanos. Estuve en contacto, a distancia, con una mujer donde sus hijos y marido estaban debajo de los escombros.

Otra que solicitó mi ayuda es una chica que perdió todo, la casa y a sus allegados. A esta chica, le cuesta mucho aceptar la muerte de sus cercanos, está en total negación. Mucha gente se ve reflejada en la imagen de esta chica. Muchos sienten sus vidas acabadas.

Además de las pérdidas de su gente, han perdido documentos y ahora no pueden ni continuar sus estudios ni trabajar. Perder el documento de identidad nacional es quedarse sin identidad. A pesar de todo esto, y para aceptar su destino, la gente dice que es la voluntad de Dios y que deben aceptarla.

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Entonces, ¿la religión se convierte en un salvavidas en estos momentos?

El impacto de la religión en la forma en que una persona afronta el trauma depende de su espiritualidad, creencias y experiencias personales. Algunas personas encuentran un profundo consuelo en su fe religiosa, mientras que otras buscan recursos en otros lugares. En mi opinión, es importante respetar las elecciones personales con respecto a la religión en el contexto del trauma.

¿Cómo está funcionando la solidaridad?

La verdad es que estamos asistiendo a unas imágenes magníficas de solidaridad entre el pueblo. Marruecos ha permitido a unos países intervenir y traer ayudas. A pesar de la acción local y la extranjera, hay que subrayar que los accesos a estas regiones y pequeños pueblos donde sucedió el terremoto son muy difíciles porque se trata de una región montañosa.

¿Qué hay de la ayuda psicológica en estas regiones?

Los especialistas en psicología y los terapeutas se desplazaron desde los primeros momentos de esta tragedia para acompañar a las familias de las víctimas, sobre todo a los niños. Además, existe una comunidad de psicólogos en línea, que presta servicio a la gente que llama.

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Lo que agrava aún esta tragedia es, quizás, el hecho de que pasase durante la noche, cuando la mayoría de la población ya estaba en casa o dormía. Como consecuencia, ahora muchas personas encuentran dificultades para dormir por miedo a otro gran terremoto. ¿Algunos consejos para que restablezcan la confianza?

Antes de nada, quiero decir que conectarse con familiares, amigos u otros recursos de apoyo es importantísimo. El contacto puede resultar muy reconfortante. Si el estado de la persona no es estable puede solicitar ayuda profesional por teléfono o desplazarse a las clínicas y conversar con especialistas.

Me gustaría añadir a esto que debemos enfatizar la importancia de cuidarnos a nosotros mismos, es decir; llevar una dieta equilibrada, dormir lo suficiente y hacer ejercicio. No olvidemos practicar técnicas de manejo del estrés: se recomiendan métodos de relajación, respiración profunda o meditación para ayudar a reducir la ansiedad.

Es normal que a veces las reacciones al trauma puedan aparecer más tarde. Solo hay que buscar ayuda si es necesario o consultar a un profesional de salud mental si la persona continúa luchando con los efectos del trauma, quien puede ofrecerle apoyo especializado.

En los momentos de crisis, la gente necesita, entre otras cosas y más que nunca, enterarse de lo que le rodea para definir su comportamiento y lo que va a hacer. ¿Por qué? ¿Qué papel desempeña la información?

Los ciudadanos quieren estar informados cuando se produce una crisis, pero sobre todo implicarse en el proceso de gestión. Exigen que se valoren sus conocimientos y saber hacer y que se respeten sus valores ante la crisis. Los problemas que pueden surgir y alterar las comunicaciones durante un desastre puede tener graves consecuencias cuando todo vuelve a la normalidad.

Por eso la comunicación local, reconociendo estos conocimientos y estos valores, sólo puede lograrse a través de relaciones participativas encaminadas a garantizar, en la gestión de riesgos y desastres, que la aplicación de políticas y convenciones de información no excluya al público en el proceso de la gestión de crisis.

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Los medios de comunicación o las redes sociales pueden ser útiles para transmitir mensajes y dar consejos a un público más amplio. ¿Podemos hablar de la terapia colectiva?

Efectivamente, los medios de comunicación tradicionales y las redes fueron de gran ayuda. Los proveedores de atención médica, caravanas solidarias, trabajadores humanitarios, etc., pudieron utilizar las redes sociales para conectarse instantáneamente con muchas víctimas que se encontraban atrapadas bajo los escombros. La gente uso las redes sociales para contactar a sus seres queridos y al personal de emergencia para salvarlos.

Igualmente, las nuevas tecnologías facilitaron el acceso a las carreteras cerradas para conseguir el equipo de salvamento que necesitaban. Fue una carrera contrarreloj, la presencia mediática fue efectiva para nosotros.

Me gustaría decir también que el hecho de hablar a los medios de comunicación (televisión, periódico, etc.) y compartir su dolor, su experiencia, es una terapia. Es como si estuviéramos asistiendo a un grupo de discusión, donde todos compartimos el mismo drama, el trauma.

¿Cuánto tiempo les van a dar seguimiento a los afectados a partir de ahora?

La curación depende de aceptar su realidad y afrontarla. Es decir, las personas traumatizadas empiezan a recuperarse a partir del momento en que aceptan a afrontar su trauma. Es un elemento clave de su recuperación.

Al fin y al cabo, hay que aceptar lo que pasa y aprender a vivir con ello. Es verdad que las personas afectadas no van a ser las mismas que antes. Por ello, los afectados deben hacer un trabajo serio sobre sí mismos. Necesitamos un verdadero proyecto terapéutico para acompañar a las víctimas.