Barysnhikov en su cocina
El bailarín y su compañía actúan en Barcelona y Madrid
6 julio, 2006 02:00Barysnhikov. Foto: Robert Whitman
Mihail Barysnhikov tiene nueva compañía, la Hell’s Kitchen. Con ella actúa a partir de hoy en el Mercat de les Flors de Barcelona, donde hace una semana que cuelga el cartel de "no hay entradas". El día 13 llega al Español de Madrid. Hell’s Kitchen da nombre al nuevo proyecto del Baryshnikov Arts Center, un equipamiento que abrió sus puertas a finales del pasado año en Nueva York con la intención de convertirse en un laboratorio de jóvenes artistas de todo el mundo. En la gira por España presentan el primer plato salido de esta peculiar cocina artística, una oportunidad para conocer a las últimas estrellas de la danza.
Years Later es el resultado de varios años de colaboración de Millepied con el videógrafo Olivier Simola, que también ha trabajado con Philippe Decoufflé. La obra, interpretada por Baryshnikov y Aszure Barton, utiliza música de Philip Glass, Meredith Monk y Eric Satie y ofrece un juego de vídeo con la danza en escena, con un contraste entre imágenes del pasado y del presente. Por otro lado, Come In de Aszure Barton también reúne la proyección de un video (de Kevin Freeman) con la coreografía interpretada por Baryshnikov y Hell´s Kitchen Dance, y con música de Vladimir Martynov. Over/Come, creada durante la residencia de Barton en el BAC, es una mirada exuberante al deseo y la sensación de pérdida, con canciones de amor de los años 50 y los suaves ritmos de la música de Andy Williams y Giorgio Conte.
Respecto a la jóven compañía de doce bailarines, procedentes en su mayoría de la prestigiosa Julliard School y el Tisch School of the Arts (la cátedra de artes escénicas de la Universidad de Nueva York, que hace poco le otorgó a Baryshnikov un título honorífico), han sido becados para participar en esta gira y están acompañados por Aszure Barton y el propio Baryshnikov. La carrera de Baryshnikov como intérprete destaca, además de por su calidad como bailarín, por su búsqueda de nuevos retos en distintos momentos de su trayectoria profesional. Es muy inquieto y tiene la virtud de poner su sabiduría al servicio de numerosos creadores. Según dice, es un proceso que le nutre y le permite encuentros creativos e intergeneracionales.
En la Cocina del Infierno
En 1979 creó la Fundación que lleva su nombre y que ofrece ayudas puntuales a artistas. En 2001 puso en marcha el proyecto del BAC, financiado en parte por sus actividades y el White Oak Dance Project, la compañía que disolvió en 2002. El BAC es un edificio de tres plantas con espacios y equipos impecables en la neoyorquina calle 37 con la Avenida 10, en pleno centro del barrio de Hell´s Kitchen (La Cocina del Infierno), famoso desde principios del siglo pasado por acoger tanto a gente bohemia como del hampa. Otras tres plantas albergan teatros independientes. El Centro ha sido concebido como un laboratorio internacional de investigación y colaboración para creadores emergentes y artistas más establecidos, en proceso de consolidar su trayectoria. Ofrece becas para jóvenes artistas que están iniciando su carrera profesional y residencias para creadores de danza, teatro, música, cine, diseño y artes visuales. Presenta también ante el público, en un formato íntimo, obras en vías de creación, algo muy útil para formar públicos.
El Centro funciona como un punto de encuentro y anima las colaboraciones artísticas. Un consejo asesor artístico que incluye nombres como cineastas Pedro Almodóvar y Milos Forman, la actriz Jessica Lange (antigua compañera del bailarín, con quien tiene una hija), el dramaturgo Sam Shephard, la fotógrafa Annie Leibovitz, coreógrafos Trisha Brown, Pina Bausch y Mark Morris, William Forsythe, Merce Cunningham y director escénico Peter Sellars, entre otros, fomenta las relaciones y el diálogo entre creadores jóvenes y artistas consagrados. Para Baryshnikov este contacto con los maestros y artistas de otras disciplinas es muy importante. él suele recordar sus inicios como bailarín, cuando su trato con músicos, actores y directores escénicos le aportó otra visión de las artes escénicas y de la vida en general, además de una salida del ambiente de la compañía de ballet que, por intenso podría resultar claustrofóbico. Otra de las prestaciones que ofrece el BAC es la posibilidad de alquilar salas para ensayos y oficinas para artistas y compañías en una ciudad donde es cada vez más difícil encontrar espacios adecuados a precios asequibles.
"Soy un voyeur"
De su nueva etapa como productor y gestor, Baryshnikov ha dicho que "probablemente es fruto del proyecto PASTForward" (iniciado en 1999 con White Oak Project para la recuperación de una serie de trabajos de los coreógrafos de la danza post-moderna del Judson Church Group). Y explica: "Admiro a esa gente, los trabajos no comerciales y el espíritu de colaboración de los años 60, algo que echo mucho de menos en estos momentos en mi país. Actualmente me interesa más el trabajo de otra gente que el mío propio. No es que ya no disfrute con el estudio, lo estoy pasando muy bien trabajando tranquilamente en un par de proyectos, pero me emociona mucho más ver, desde fuera, cómo nace el trabajo de otros. Supongo que soy "voyeur" por naturaleza. En esta etapa de mi vida no tengo que demostrar nada a nadie, ni a mí mismo. Si puedo abrir puertas a algunas personas, conseguir que se vea su trabajo, será suficiente."
Como intérprete Mikhail Baryshnikov ha servido de inspiración a algunos de los coreógrafos más relevantes de las últimas décadas. Ha sido director artístico del American Ballet Theater y, ahora, a sus 58 años, quiere seguir profundizando en su papel de catalizador. De esta manera el paso de Baryshnikov por la historia de la danza occidental está dejando una estela de colaboraciones artísticas que reflejan una naturaleza curiosa en perpetua ebullición creativa, fruto de la generosidad de un artista interesado por descubrir nuevos valores y que reconoce la importancia del diálogo entre disciplinas.