Dos polémicas han marcado el viaje de San Sebastián hacía su 69 edición: por un lado, la eliminación de la distinción de género en los premios de interpretación y, por otro lado, la concesión del Premio Donostia a Johnny Depp, acusado de maltrato por su ex mujer, la también actriz Amber Heard. Las dos decisiones han generado una gran controversia, demostrando la capacidad de San Sebastián para generar debate en torno a cuestiones como el feminismo o la presunción de inocencia. Ahora hay que ver, sobre todo tras la pandemia, si el festival sigue siendo, además de un agitador social, ese mágico lugar de encuentro entre cineastas, público y medios de comunicación.
La pujanza de Venecia, cuyo final apenas dista unos días del comienzo de San Sebastián, unido al tirón de Toronto, que termina este mismo sábado, seguro que ha complicado al equipo de José Luis Rebordinos la tarea de hacerse con primeros espadas del mundo cinematográfico. Tan solo entrarían en esa categoría los directores encargados de abrir el festival: el chino Zhang Yimou, que inaugura la sección oficial con Un segundo, un relato de aroma picaresco ambientado en los años de la Revolución Cultural, y el español Carlos Saura, que fuera de concurso estrena el cortometraje de seis minutos Rosa Rosae. La Guerra Civil, compuesto por una treintena de imágenes intervenidas por el director para acercarse al horror de la guerra desde la mirada de un niño.
En la sección Perlak sí se podrá ver una selección de lo mejor de los festivales de Clase A ya celebrados, en donde encontramos las películas de directores de la talla de Todd Haynes (The Velvet Underground), Paul Verhoeven (Benedetta), Céline Sciamma (Petit mamam), Wes Anderson (La crónica francesa), Jane Campion (El poder del perro), François Ozon (Todo ha ido bien) o Julia Ducournau (Titane, ganadora de la Palma de Oro).
La sección oficial del festival, por tanto, se presenta un año más como una caja de sorpresas en la que esperamos encontrar frescura, eclecticismo, originalidad y talento. Principalmente, en las tres óperas primas que optan a la Concha de Oro: Blue Moon, de la rumana Alina Grigore; As in Heaven, de la danesa Tea Lindeburg, y Fire on the Plane, del chino Zhang Ji. No hay que olvidar que fue una debutante, la georgiana Dea Kulumbegashvili, este año presidenta del jurado, quien se alzó con la Concha de Oro en 2020.
Del terrorismo a la juventud
Al máximo galardón del festival sí que aspiran cuatro directores españoles. Icíar Bollaín presenta Maixabel, en donde aborda el encuentro real entre un etarra arrepentido y la viuda de una de sus víctimas, con Blanca Portillo y Luis Tosar como protagonistas. Fernando León de Aranoa, 20 años después de Los lunes al sol, vuelve a incidir en los conflictos laborales en El buen patrón, ahora en tono de sátira y de nuevo con Javier Bardem. Paco Plaza regresa al terror con La abuela, una historia escrita por Carlos Vermut sobre una joven que vuelve a casa para cuidar de su abuela enferma. Y Jonás Trueba realiza un vívido retrato de la juventud en Quién lo impide.
Fuera de concurso, estarán La hija, nueva colaboración de Manuel Martín Cuenca con el actor Javier Gutiérrez tras El autor (2017); La fortuna, miniserie de Alejandro Amenábar sobre el rescate de un tesoro submarino a partir de un cómic de Paco Roca, y Las leyes de la frontera, adaptación de Daniel Monzón de la novela quinqui de Javier Cercas, que clausura el festival. Pero no se agota aquí el cine en español de la sección oficial, que incluye a la argentina Inés Barrionuevo (Camila saldrá esta noche) y la peruana Claudia Llosa (Distancia de Rescate).
Destaca también la nutrida presencia de cineastas franceses a concurso, con otros cuatro aspirantes a la Concha de Oro: el ganador de la Palma de Oro de 2008 Laurent Cantet (Arthur Rambo), Lucile Hadzihalilovic (Earwig), Thierry de Peretti (Enquête sur un Scandale d’Etat) y Claire Simon (Vous ne désirez que moi). Completan la sección oficial un clásico de San Sebastián como el británico Terence Davies, que en Benediction se acerca a la figura del escritor Siegfried Sasoon, y el estadounidense Michael Showalter, que traerá el glamour de Hollywood con The Eyes of Tame Faye, con Jessica Chastain y Andrew Garfield como protagonistas.