Jane Campion
La historia de amor entre John Keats y Fanny fue más intensa que la de Romeo y Julieta
3 septiembre, 2010 02:00Jane Campion.
La directora neozelandesa Jane Campion, mundialmente famosa por El Piano (1993) regresa al siglo XIX británico con la sutil y bellísima Bright Star, biopic del poeta romántico John Keats y sus amores desgarrados con una sofisticada modista. Campion reivindica así el legado del poeta.
Campion rueda poco y casi siempre bien. La gloria le llegó con la Palma de Oro en Cannes por El piano, donde narraba el encuentro con lo "salvaje" de una remilgada señorita (Holly Hunter) que emigra desde las islas británicas hasta la ignota Nueva Zelanda. Ahora, en la extraordinaria Bright Star, reincide en la misma época y en el protagonismo femenino para explicar una historia de amor igualmente apasionada y turbulenta, aunque de muy distinto signo. Porque el poeta romántico John Keats, que falleció a los 25 años siendo un desconocido, no es la verdadera estrella de este filme sino Fanny (Abbie Cornish), la mujer que lo amó con locura y que se sintió su viuda hasta su muerte, décadas después que la del literato.
-¿Formó la poesía de John Keats parte de sus lecturas de juventud?
-¡En absoluto! La poesía me irritaba y frustraba. No sabía bien si simplemente se me resistía o los poetas eran crípticos para resultar inalcanzables.
-¿Cómo se produce, pues, este proyecto?
-Me subyugó la biografía de Andrew Motion sobre Keats. Fue una revelación que me lanzó a hacer la película. Mucho más cuando después leí toda la obra del poeta. Al final, me encontré con los ojos rojos leyendo las cartas a Fanny Brawne.
Toda la obra de Jane Campion se construye a partir de un panteón de heroínas inmersas en una aventura de autoconocimiento que choca contra la realidad. En Sweetie (1989) una gordita de Sidney aterroriza a su familia. En Un ángel en mi mesa (1990) narra la dolorosa llegada a la madurez de la excéntrica escritora neozelandesa Janet Frame. En Retrato de una dama (1999), con Nicole Kidman, la vieja Europa destruía a una heredera americana. Incluso en su último, y fallido filme, In The Cut (2003), narraba cómo una mujer anodina se evade a través de un erotismo extremo.
Inocencia y sufrimiento
-¿Por qué explica la película desde el punto de vista de Fanny y no de Keats?
-Fanny es una heroína desconocida del siglo XIX. Para el círculo de Keats, era una fashion victim que se cosía sus complicados modelos. Sin embargo, con sólo 18 años, era toda verdad, justicia, inocencia y sufrimiento. Ella cambió la poesía de Keats. Su historia de amor en Hampstead duró tan sólo dos años pero fue más intensa que la de Romeo y Julieta. Se comprometieron en matrimonio en secreto en 1819, pero jamás pudieron celebrarlo. Él murió al año siguiente en Roma de tuberculosis, donde creyó poder curarse. Su último poema fue Para Fanny.
-La jovencísima actriz Abbie Cornish carga con el peso dramático de la historia.
-Abbie me propuso muchas ideas, hizo a Fanny absolutamente suya. Fue Fanny, con sus subidas y caídas emocionales. Estuvo llorando varios días tras leer el guión. Se enamoró de ella. Recuerdo lo deliciosa y vívida que resultaba cuando tenía que ser ridícula.
-Ben Whishaw como Keats está espléndido.
-Todo el mundo me hablaba de su Hamlet para el Old Vic, que no vi. Me pareció que su belleza era felina. No tenía el color de pelo adecuado, pero no quise que se lo cambiara. Ben no conocía prácticamente nada de Keats cuando hablamos. De hecho, manifestó ciertos prejuicios para interpretar a un poeta romántico. Sólo después de leer sus escritos y vida, con el lujo y la sensibilidad de su escritura, se enamoró del poeta. No tuve que convencerle.
Cuando Keats, de 23 años, conoció a Fanny, de 18, en el otoño de 1818, comenzó una gran historia de amor. Eran vecinos de Hampstead, al Norte de Londres. Ella era sobrina del dandy Beau Brummel, quien quizá le contagió la obsesión por la moda que el círculo de Keats confundió con frivolidad. El poeta no guardó las cartas de Fanny, ella sí lo hizo: las 37 que le envió, de una luminosa belleza, son testigo de su pasión.
-¿De dónde proviene el título para la película?
-De un poema de amor que le escribió en la primera página de un libro compilatorio de las obras de Shakespeare.
-Muchos de los que les rodeaban querían separarles. Ella era rica y él no tenía medios económicos, vivía con un amigo y protector del que dependía...
-Sí, pero cuando se prometieron en secreto y él le otorgó el anillo de su madre, ambos se enamoraron. Siguió una larga separación cuando él fue a la Isla de Wight a escribir. Su primer libro de poemas había vendido muy poco. Anhelaba fervientemente que el próximo les permitiera el matrimonio. No fue así. Cuando regresó a Hampstead contrajo la tuberculosis. Las hemorragias de sangre continuaron y los médicos pensaron que la frustración de su amor podría haber contribuido a su empeoramiento. Pensaron que Italia lo mejoraría.
Un trágico desenlace
-...Nunca se volvieron a ver.
-Bueno, él dejó de escribirla aterrorizado por haberla perdido. Las que ella le envió no se conocen: Keats quiso ser enterrado con ellas sin ser abiertas.
-¿Qué fue de Fanny?
-Guardó luto durante tres años. Se casó a los 33 y tuvo tres hijos. Vivió hasta muy mayor. Durante toda su vida llevó el anillo de Keats. Quince años después de su muerte, sus descendientes publicaron las cartas. Para muchos, fue un sacrilegio por la intimidad y la pasión que incluían. Pero Keats sigue siendo un mito. Porque aquellas cartas, poemas, odas y la historia de amor puede ser entendida en todo momento. El poeta murió enfermo creyendo que no sería recordado. Pero cada nueva generación redescubre su poesía y le vuelve a amar.