Fernando León, durante el rodaje de Loving Pablo
Monstruo y amante. Así fue Pablo Escobar y así lo retrata Fernando León de Aranoa en Loving Pablo, la nueva película del director de Los lunes al sol que, basada en el libro de Virginia Vallejo, reúne en la pantalla a Javier Bardem y Penélope Cruz.
Interpretado por Javier Bardem, vemos a Pablo Escobar desde "los detalles" y los momentos de intimidad a partir de su relación con la rutilante Virginia Vallejo (interpretada por Penélope Cruz), una periodista y presentadora de la televisión colombiana con la que el delincuente vivió un romance de cinco años. Amando a Pablo, odiando a Escobar es el título del libro que escribió Vallejo en el que describe desde la alcoba al monstruo y al amante y es la base del filme.
Con seis Goyas y una nutrida filmografía a sus espaldas que arranca hace más de veinte años con la ya mítica Familia (1996) y prosigue con títulos como Barrio (1998), Los lunes al sol (2002), Amador (2010) o la última de ficción, Un día perfecto (2015), Fernando León de Aranoa estrena Loving Pablo, su producción más ambiciosa hasta la fecha, al menos en lo económico, para viajar al origen de un auténtico fenómeno criminal.
Pregunta.- ¿Quién es ese Pablo Escobar que en un momento incluso ofrece al Estado colombiano pagar su deuda externa a cambio de que no lo extraditen a Estados Unidos?
Respuesta.- Escobar cambió por completo la historia del crimen. Hasta la fecha nadie se había dado cuenta del potencial comercial de la cocaína. Utilizó los mismos canales que ya existían para distribuir marihuana y tabaco en Estados Unidos, pero multiplicó los beneficios por mil. Fue el primero que comenzó a emplear sicarios, chicos de la calle que mataban por unos cuantos dólares, a veces incluso suicidas, y el primero que lavó dinero a escala gigantesca. No es un matón cualquiera, fue un visionario del mal con una enorme creatividad para su negocio.
P.- También fue un psicópata y un hombre muy violento como vemos en el filme. ¿Le daba miedo darle glamur?
R.- Es difícil con un narcotraficante. Parto de la base de que la gente es inteligente y ya sabe quién es Pablo Escobar. Los que contamos historias debemos hacerlo con lealtad y sin hacer trampas para que el espectador saque sus propias conclusiones.
Javier Bardem es Pablo Escobar
P.- Dicen los neurólogos que los psicópatas tienen mucho éxito con las mujeres. ¿Fue su amante Virginia Vallejo víctima de esa fascinación?R.- Hay una secuencia que podría parecer casi banal pero es muy reveladora. En ella le regala a Virginia una pistola y le describe con enorme frialdad la violencia que la acecha. En su libro, Vallejo habla de la fascinación que le creó la determinación del personaje. Utiliza la palabra exciting para describirlo y cuenta que después de estar con un hombre como él todos le parecían aburridos. Hay una cosa curiosa y es que a pesar de que se ofrecían recompensas millonarias por su cabeza nadie lo traicionó. Generaba ese deslumbramiento y ese temor reverencial en la gente. Hay una parte atractiva, es indiscutible.
P.- ¿Por qué contar la historia desde el punto de vista de Vallejo?
R.- En un mundo tan masculino es interesante verlo desde la óptica de una mujer. Y no es precisamente una dama en apuros. Vallejo fue una mujer famosísima en la Colombia de la época. Tenía esa doble faceta de, por un lado, salir en la portada de las revistas y, por otro, de opinar sobre política y entrevistar a los grandes dirigentes. Era una dama de la alta sociedad que sabía manejarse con la oligarquía y no tenía un pelo de tonta.
P.- ¿Fue la búsqueda incansable de reconocimiento social el punto débil de Escobar?
R.- Eso fue unas de las cosas que más me fue intrigando a medida que leía sobre él. Aunque llegó a ser uno de los hombres más ricos del mundo le dolió que no lo aceptaran en el Country Club. Al sentirse rechazado intentó buscar legitimidad por la vía política. Hay un momento que se lo dice a su mujer cuando le pregunta por qué se mete en política: "Primero debes conseguir que te quieran, si no lo logras debes buscar respeto y finalmente que te teman".
P.- ¿Cree que deberían legalizarse las drogas?
R.- El México de hoy recuerda a la Colombia de la época. Y cuando escuchas a hijos de víctimas de Escobar decir que quizá la solución a tanta sangre pasa por la legalización sería bueno escucharlos.
P.- Hablemos de la actualidad española. ¿Sucesos como la retirada de la obra de Santiago Sierra en ARCO o la condena al rapero mallorquín son síntomas de un deterioro en la libertad de expresión?
R.- Se respira un clima menos libre que hace diez años, qué duda cabe. Es un momento en el que están pasando muchas cosas inquietantes en el ámbito judicial y mediático. Y hay una censura que es la peor: la autocensura.
P.- ¿Y qué siente al ver lo que pasa en Cataluña?
R.- Que un problema social y político no se va a solucionar por la vía judicial. Hace falta diálogo y a ser posible cuanto antes porque todo esto resulta agotador.
@juansarda