Travesía cuatro. Travesía San Mateo, 4. Madrid. Hasta el 29 de noviembre. Precio 10.000 euros
La obra de Josechu Dávila está definida por estrategias de marcado carácter conceptual. El suyo es un tipo de creación que en ocasiones huye de la fisicidad de la obra de arte, del objeto, para adentrarse en terrenos que en principio no le pertenecen para así obligar al espectador a tomar noción de realidades igualmente circundantes si bien imperceptibles. En esta exposición presenta su obra (146 x 144) x 12, una sugerente propuesta basada en la repetición, y la serialización. Doce lienzos exactamente iguales se suceden por la galería. La representación es lo de menos, no ya sólo porque lo representado es un reflejo, algo muy cercano a la nada, sino porque en esta obra Dávila desarrolla toda una intención de orden nihilista que se inserta en la línea de otros trabajos suyos recientes. Es la idea de la negación, de la creación (fruto de la omisión) de un espacio neutro que incide en su propia imperceptibilidad, como el contenedor de humo de La Casa Encendida o como la reciente sustracción de contenido visual. Como aquéllas, esta pieza obliga también a reflexionar sobre la cuestión del mercado, el objeto tangible (y vendible), y la materialidad de la creación artística.