Jaime Rojo, ganador del World Press Photo 2024 en la categoría de Reportaje Gráfico en Norteamérica y Centroamérica. Foto: Gab Mejía / National Geographic Society

Jaime Rojo, ganador del World Press Photo 2024 en la categoría de Reportaje Gráfico en Norteamérica y Centroamérica. Foto: Gab Mejía / National Geographic Society

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Jaime Rojo, ganador del World Press Photo: "Los problemas medioambientales solo se resuelven votando"

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Donald Trump vuelve a la Casa Blanca con la promesa de sellar las fronteras de Estados Unidos, pero algunos movimientos migratorios son ajenos a las arbitrariedades políticas. Es el caso del espectacular viaje que cada año emprenden las mariposas monarca, que pasan el invierno en los bosques de México y la primavera y el verano en las praderas de Estados Unidos y Canadá, antes de regresar al sur durante el otoño.

El fotógrafo español Jaime Rojo lleva veinte años estudiando y fotografiando las enormes colonias de este lepidóptero que considera una "estrella del rock de la biodiversidad". Este año ha ganado por segunda vez —la primera fue en 2017— un World Press Photo, en esta ocasión en la categoría de Reportaje Gráfico en la región de Norteamérica y Centroamérica, gracias a su trabajo titulado Saving the monarchs (Salvando a las monarcas), realizado para National Geographic. Con él ha sido también el ganador absoluto del European Wildlife Photographer of the Year y de la Big Picture Nature Photography Competition, entre otros reconocimientos.

Las fotos de este reportaje, junto con el resto de instantáneas ganadoras en las diferentes categorías de World Press Photo —129 en total—, podrán verse por vigésimo año en una exposición en Barcelona, de la mano de la Fundación Photographic Social Vision, desde este viernes, 8 de noviembre, y hasta el 15 de diciembre en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB). El mismo día de la inauguración, Rojo dará una conferencia sobre su fascinante objeto de estudio y su trabajo como fotógrafo.

Mariposas vuelan en los bosques de protegidos de oyamel de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca. Las laderas montañosas de estos bosques proporcionan un microclima ideal para pasar el invierno. Michoacán, México, 24 de febrero de 2023. Foto: Jaime Rojo

Mariposas vuelan en los bosques de protegidos de oyamel de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca. Las laderas montañosas de estos bosques proporcionan un microclima ideal para pasar el invierno. Michoacán, México, 24 de febrero de 2023. Foto: Jaime Rojo

Un espectacular ciclo migratorio

Algunas mariposas monarca recorren 4.500 kilómetros en el viaje de vuelta hacia el sur cuando empieza el frío, a razón de unos 100 km al día. A lo largo de un ciclo completo, mueren y nacen varias generaciones de estos majestuosos insectos, de modo que las que regresan a México son las tataranietas de las que hibernaron allí el año anterior. "Estas últimas nunca han estado en México, pero saben llegar al santuario instintivamente. Es un misterio que la ciencia no ha sabido explicar todavía y nos sigue maravillando", afirma el fotógrafo.

Además, unas generaciones viven tan solo seis semanas porque gastan mucha energía en la tarea de reproducirse, ya que "la cópula es larga y violenta", explica Rojo. La existencia de otras se centra en completar el viaje hasta el sur y no experimentan ni el apareamiento ni la gestación, lo cual prolonga su vida hasta los nueve meses.

Desde mediados de los años 90, la población de estas mariposas se ha visto reducida en un 80% debido a la expansión de la agricultura industrial a lo largo de su larga ruta migratoria. Durante mucho tiempo se pensó que el desplome de la población de mariposas monarca se debía principalmente a la deforestación sin control de los bosques mexicanos donde pasan el invierno. Pero tras la creación de una reserva natural que protege este hábitat de hibernación y de "inyectar cientos de millones de dólares para incentivar economías alternativas en las comunidades locales", se comprobó que las cifras no mejoraban, y que el problema más grave era la pérdida de su hábitat reproductivo, es decir, las praderas de Estados Unidos y Canadá.

Las monarcas depositan sus huevos únicamente en las plantas de algodoncillo (género asclepia), que son consideradas malas hierbas por los agricultores. Hasta los 90, estas plantas eran eliminadas de forma manual, pero desde entonces el desarrollo de cultivos transgénicos de maíz y soja resistentes a los herbicidas de amplio espectro permitió la fumigación a gran escala, eliminando la inmensa mayoría de estas plantas anfitrionas de las mariposas y provocando, por consiguiente, que su número se hundiera drásticamente.

Una oruga de mariposa monarca descansa por la noche bajo una hoja de algodoncillo. Las orugas se alimentan solo de esta planta y pueden consumir 200 veces su peso corporal a medida que crecen. Henderson, Minnesota, Estados Unidos, 20 de agosto de 2022. Foto: Jaime Rojo

Una oruga de mariposa monarca descansa por la noche bajo una hoja de algodoncillo. Las orugas se alimentan solo de esta planta y pueden consumir 200 veces su peso corporal a medida que crecen. Henderson, Minnesota, Estados Unidos, 20 de agosto de 2022. Foto: Jaime Rojo

A todo ello se suman los efectos del cambio climático. "Todo en este planeta se ve amenazado a medio y largo plazo por el cambio climático, es una capa que lo complica todo", afirma Rojo. En el caso de las monarcas, actúa desbaratando su ciclo migratorio. "Los inviernos en Texas cada vez son más amables, por lo que muchas ya no sienten la necesidad de migrar", explica el fotógrafo.

Las poblaciones de los insectos que basan la supervivencia de su especie en la reproducción masiva fluctúan mucho de un año a otro. Este 2024, por los datos que hay hasta el momento, parece que será "malísimo" en cifras, señala el experto. "Lo que es innegable es la tendencia a la baja desde los años 90 hasta ahora". No obstante, la especie no corre por ahora peligro de desaparecer, pero sí su migración, "por lo que puede llegar a desaparecer uno de los grandísimos espectáculos naturales del planeta", lamenta Rojo.

Además de por su colorida belleza, la mariposa monarca despierta la simpatía de mucha gente porque está ligada a sus recuerdos. "Cada día me escriben al menos diez personas por Instagram que me dicen que se criaron viendo estas mariposas en su jardín, pero que hace años que no las ven por su zona". Además, "la monarca ha acompañado la infancia, la juventud y la madurez de las personas que ahora toman decisiones políticas".

La importancia de la luz

En las instantáneas de Rojo se puede ver a voluntarios marcando las plantas de algodoncillo, investigadores colocando minúsculos chips a las mariposas para seguir y estudiar sus movimientos o a un miembro de una comunidad indígena adornando la tumba de un antepasado cuya alma, según su cultura, regresa cada año de visita en forma de mariposa.

Sabino Marín Reyes adorna las tumbas de sus familiares para la celebración del Día de los Muertos. El pueblo mazahua cree que las mariposas monarca son las almas de los difuntos. Comunidad Indígena Francisco Serrato, Michoacán, México, 2 de noviembre de 2023. Foto: Jaime Rojo

Sabino Marín Reyes adorna las tumbas de sus familiares para la celebración del Día de los Muertos. El pueblo mazahua cree que las mariposas monarca son las almas de los difuntos. Comunidad Indígena Francisco Serrato, Michoacán, México, 2 de noviembre de 2023. Foto: Jaime Rojo

En las fotografías con presencia humana, la luz natural del fondo se funde con la luz de los flashes usados por Rojo con la intención de que todos los planos de la imagen resulten igualmente luminosos y coloridos. El resultado son escenas visualmente impactantes y con un aire teatral.

"Todas las fotos de mariposas están hechas con luz natural. A los fotógrafos nos encanta esa hora mágica de luz dorada, pero casi todos los biólogos y granjeros que fotografié me citaban a esas horas centrales del día en las que la luz es muy dura, por lo que decidí usar estos flashes de estudio para igualar la paleta de luz y de color", explica el fotógrafo. "Es un lenguaje mucho más producido que mi estilo habitual, pero resultó muy acertado porque me lo han alabado mucho los jueces de los concursos y los editores de las revistas".

Enfoque positivo

El reportaje de Rojo pone el foco en las personas y comunidades que en Canadá, Estados Unidos y México están aunando esfuerzos para recuperar la población de mariposas monarca que migra entre sus países. "Desde hace algún tiempo mi carrera va derivando hacia el llamado positive journalism. Cada vez creo con más firmeza que machacar a la gente con la idea de que todo es negativo no conduce a nada. Que una mujer en Míchigan plante algodoncillo para facilitar la cría de las mariposas es insignificante, porque el cambio tiene que ser a nivel estructural y político, pero las pequeñas acciones individuales tienen un componente de alivio de la psique colectiva. En estos momentos tan polarizados y difíciles, la mariposa monarca ha tocado la fibra sensible de mucha gente. Aunque no quiero caer en la complacencia, los problemas medioambientales solo se resuelven votando", opina el fotógrafo, que admite estar "devastado" por la victoria de Trump en las elecciones estadounidenses.

Wendy Caldwell, de Monarch Joint Venture, y Timothy Fredricks, de Bayer Crop Science (en primer plano), marcan algodoncillos, mientras que Drew Smith y Christine Sanderson vuelan drones para comprobar la cantidad que hay de estas plantas. New Germany, Minnesota, Estados Unidos, 13 de julio de 2022. Foto: Jaime Rojo

Wendy Caldwell, de Monarch Joint Venture, y Timothy Fredricks, de Bayer Crop Science (en primer plano), marcan algodoncillos, mientras que Drew Smith y Christine Sanderson vuelan drones para comprobar la cantidad que hay de estas plantas. New Germany, Minnesota, Estados Unidos, 13 de julio de 2022. Foto: Jaime Rojo

Precisamente, el proyecto que ahora tiene entre manos lo desarrolla en el muro fronterizo entre Estados Unidos y México, aunque su enfoque no es político. Poniendo de nuevo el acento en iniciativas positivas, se centra en los corredores que se están creando para permitir que la fauna del desierto de Sonora pueda cruzar libremente de un lado a otro de la frontera, ya que los animales que viven en este tipo de hábitats tan extremos necesitan recorrer enormes distancias en busca de alimento.

'National Geographic', el último bastión

"Hoy es muy difícil vivir de vender fotografías a revistas", señala Rojo, que se considera "privilegiado" por poder trabajar con National Geographic, prácticamente la única publicación que puede permitirse pagar a una persona para que haga fotografías en la naturaleza durante meses. Como freelance, esto mismo le hace sentirse "vulnerable", porque prácticamente solo trabaja para ellos.

"Hace poco una compañera me contó que el Washington Post la enviaba tres días a hacer un reportaje de fauna en Alaska. ¡Tres días! Si yo me paso dos años con cámaras trampa, en tres días no vas a hacer nada", opina el fotógrafo. "National Geographic me ha dado la oportunidad de trabajar a fondo temas que me importan y de ese modo contribuir a mejorar algunos problemas".

Belleza y tragedia

La imagen que ha obtenido el premio absoluto en World Press Photo 2024, la Fotografía del Año, es la de una mujer gazatí sosteniendo en brazos el cuerpo de su sobrina de cinco años envuelto en una sábana. Realizada por el fotógrafo palestino Mohammed Salem, se trata de una composición que remite a la imagen arquetípica de La piedad de Miguel Ángel y que se parece mucho también a la que ganó en 2012, obra de Samuel Aranda. Son imágenes que captan nuestra mirada y nos conmueven por el dolor que muestran, pero también por su trágica belleza.

Un debate eterno en el fotoperiodismo es el de la estetización del horror. Aunque es una discusión que atañe sobre todo al fotoperiodismo de guerra y catástrofes y mucho menos al de naturaleza, Rojo tiene una postura clara al respecto: "Si quieres que una imagen comunique, tiene que tener una carga estética fuerte, transmitir emoción y contar una historia. Esa es la receta ganadora para que una imagen sea memorable. Esa es la maravilla de la foto fija frente al vídeo: su memorabilidad. Si le pides a cualquier persona con cierta cultura visual que enumere diez fotografías clave del siglo XX y XXI, seguramente podrá hacerlo. En cambio, le resultará mucho más difícil mencionar diez vídeos que le hayan generado ese poso en la memoria".