Las pistas de atletismo de Balaídos: la historia interminable del deporte local
La federación gallega se reunirá hoy con los clubes de la ciudad para fijar una nueva postura común de cara al futuro
23 diciembre, 2020 11:27No existe un invierno tranquilo para el atletismo vigués, más allá de las inclemencias metereológicas de la ciudad. Tras la pérdida de homologación temporal en 2018, la obligatoriedad de la mascarilla o los desperfectos causados por distintos temporales, las obras en el estadio de Balaídos han generado incertidumbre en las vecinas pistas municipales.
Es por ello que la Federación Gallega de Atletismo ha convocado esta tarde a todos los estamentos de la ciudad para una reunión, la primera de este tipo desde enero de 2019. El objetivo es fijar una posición común de cara a la reunión que mantendrá la semana que viene con el concejal de Deportes, Manel Fernández.
11 años y tres proyectos en el papel
Tras años de negociaciones, el 19 de diciembre de 2008, Xunta y Concello anunciaban un proyecto de de 5 millones de euros que incluía la construcción del ansiado módulo cubierto. Con el cambio de color en el gobierno autonómico dos meses después, dicha reforma quedaba totalmente en el aire.
El 27 de diciembre de 2009, medio centenar de atletas y entrenadores, incluidos varios medallistas nacionales, se manifestaron delante del MARCO, en pleno centro de Vigo. A lo largo de la calle Príncipe realizaron sus ejercicios de calentamiento, series de velocidad y estiramientos. En sus proclamas reclamaban unas instalaciones "dignas" y que las propuestas de las instituciones se convirtieran en hechos.
Tras varios años con el proyecto en un cajón de la Secretaría Xeral para o Deporte, en 2014 Lete Lasa se comprometía a financiar las pistas de atletismo al no participar en la reforma del estadio de fútbol. El presupuesto inicial de 2 millones se vería incrementado en noviembre de 2016 hasta los 2’3, aportando el Concello otros 500.000 euros.
En agosto de 2018, la atleta olímpica y secretaria xeral para o Deporte, Marta Míguez, consideraba que la denominada "Ley Vigo" no incluía el proyecto de construcción de Balaídos. De esta forma, la obra quedaría aplazada hasta la publicación del nuevo PXOM que fuentes del sector consideran "inminente".
Un desencuentro gradual
En enero de 2015, la Federación Galega de Atletismo y el Concello de Vigo suspendieron la renovación del convenio de uso de las pistas por la adjudicación de dos carreras populares de la ciudad a una empresa privada del hijo del anterior delegado federativo, el atleta olímpico Javier Álvarez Salgado. La FGA consideró que estas pruebas eran parte de sus competencias y lanzó un ultimátum, con el apoyo de la comunidad atlética viguesa y gallega.
Tras un tira y afloja con reuniones entre federación, concejal y clubes; el 1 de febrero el nuevo delegado Miguel Martínez entregó en Praza do Rei las llaves de la instalación. La necesidad imperante de su reapertura impidió la búsqueda de una tercera vía por parte de los clubes, llegando a afirmarse que "mientras las llaves no estén en un cajón", era indiferente la titularidad de las mismas. Tras la concesión inicial a una empresa, el Instituto Municipal de Deportes es el encargado de su gestión desde septiembre de 2017.
A partir de ahí, el deterioro de la relación entre federación, gobierno local y atletas ha sido notable. Mientras que el Concello ha priorizado las pruebas atléticas "populares" sobre el atletismo en pista, la federación solamente ha concedido campeonatos autonómicos a la ciudad, pero la organización ha sido a través de los clubes.
Los horarios y el mantenimiento, principal caballo de batalla
En este período el recinto ha sido utilizado incluso como aparcamiento de los jugadores del RC Celta y para el lanzamiento de pirotecnia durante las Fiestas de la Juventud del barrio. Las pistas municipales son de acceso universal y gratuito, lo que permite el entrenamiento de opositores, estudiantes y atletas federados o populares.
Sin embargo, desde hace tres años su horario se ha visto restringido, provocando numerosas quejas de usuarios. La reducción del horario matinal a dos días laborables y fines de semana ha desaparecido totalmente desde su reapertura tras el confinamiento. Además, pese a las pequeñas mejoras acometidas en las gradas, accesos y lavabos; las instalaciones sufren numerosos achaques debido a su antigüedad, uso y localización debido a la humedad del río Lagares que discurre a escasos metros.
La ciudad cuenta también con unas pistas dentro del CUVI, pero su localización y normativa de uso no han evitado la saturación de Balaídos. Desde el comienzo de siglo, varias voces han solicitado la construcción de una segunda instalación en el PAU de Navia o la ETEA. Dicha obra no tendría por qué corresponderse con un estadio como el existente y daría servicio a barrios como Teis o Chapela, separados por una hora de transporte público de las actuales.
Una relación de dependencia con el estadio de fútbol
Pese a que las pistas municipales se inauguraron cuando el estadio de Balaídos superaba los 50 años, guardan una conexión con la instalación que se encuentra en la acera contraria. A comienzos de este siglo, el proyecto de Horacio Gómez de edificar un centro comercial sobre su solar solamente se descartó cuando PSA Citroën se opuso por cuestiones logísticas.
En los últimos años se ha seguido con preocupación la reforma del coliseo celeste, así como las intención de Carlos Mouriño de construir un nuevo recinto. Tras la reforma de la grada de Río Bajo, se eliminó la pequeña recta cubierta que durante años utilizaron los atletas como único recinto protegido de la lluvia, así como los "bajos" del estadio en Tribuna que se utilizaban para rodajes.
Estaba proyectado que la nueva grada de Gol -ubicada en el lateral de la Rúa Olímpicos- cuente con un nuevo aparcamiento subterráneo, anteriormente pensado en la explanada de Tribuna y que obligaría a "levantar" todas las pistas. Sin embargo, el arquitecto Miguel Quintana considera que este tipo de proyectos "cambian mucho" desde lo proyectado hasta lo ejecutado. Señala además las habituales inundaciones de la zona, provocadas por el cauce del Lagares y la llegada de la lluvia de todo el barrio de Coia, como un problema añadido que incrementaría notablemente el coste en una instalación de este tipo. En las últimas imágenes del proyecto presentadas esta misma semana ya no se incluye esa opción.
El aumento de la zona declarada como inundable en la ribera del Lagares por Aguas de Galicia limitaría su edificabilidad y remodelaciones. En la actualidad las instalaciones están catalogadas como "equipamiento deportivo", y es que los terrenos fueron donados por una familia al Consejo Superior de Deportes -y posteriormente al Concello- bajo esa condición en los años 80. Una situación similar es la del Parque de Castrelos, donado a la ciudad por Fernando Quiñones de León en 1925.
Las instalaciones cubiertas no proliferaron en Galicia hasta la última década
Si bien el clima de Galicia no es el más adecuado para la práctica al aire libre, las instalaciones cubiertas son un elemento reciente en su directorio. Desde 1970, el Palacio de los Deportes de Riazor era el único recinto techado de la comunidad, compartiendo su día a día con el Liceo de Hockey o el Básquet Coruña de LEB. El recinto coruñés cuenta además con unas dimensiones más reducidas que la normativa.
Ourense (2007) y Lugo (2013) inauguraron dos módulos cubiertos homologados para velocidad y saltos en el Pabellón de los Remedios y el Estadio Gregorio Pérez Rivera, ambos costeados por sus ayuntamientos. Mientras, ciudades como Pontevedra, Santiago o Ferrol cuentan con pequeñas instalaciones cubiertas anexas a sus pistas principales.
Durante el 2015, el presidente de la federación Isidoro Hornillos obtuvo a coste cero y ofreció a distintos concellos la instalación de la pista cubierta que en 1995 acogió el Campeonato del Mundo de Barcelona. Vigo alegó que el IFEVI ya estaba ocupado durante esos meses y por lo tanto, no era rentable. Finalmente, en 2017 la Xunta inauguraría en Expourense una nueva pista que este mes de marzo acogió el Campeonato de España Absoluto. Curiosamente, la utilización de la Pista Cubierta de Sabadell como hospital de campaña durante la pandemia ha obligado a "revivir" este recinto, que estaba almacenado hasta la fecha en el Puerto de Barcelona.
Con la aprobación del nuevo Plan Xeral y la finalización de las obras del estadio de Balaídos, el Concello tendrá la oportunidad de mejorar la situación de las decenas de usuarios diarios de las pistas, bien a través de pequeñas reformas o de un proyecto mayor. Mientras, el atletismo vigués sigue viviendo su historia interminable.