Las mejores piscinas naturales de A Coruña para refrescarse este verano
Las piscinas naturales son uno de los recursos perfectos para refrescarse en los calurosos días de verano, sobre todo para aquellos a los que no les gusta la playa o les molesta la arena. Te mostramos las más accesibles de la provincia coruñesa
19 julio, 2021 06:00Aunque Pontevedra tiene el récord en piscinas naturales más conocidas, la provincia de A Coruña también dispone de pozas, “charcos” o piscinas fluviales, que ya se han convertido en uno de los reclamos turísticos más importantes de algunos municipios en verano.
Esta es nuestra selección de piscinas naturales, o pozas, de A Coruña. Toma nota, escoge y ¡ponte a remojo!
Piscina natural do Faro Corme, Ponteceso
Es el único rincón salado de esta lista, pero merece estar en ella por méritos propios. La piscina natural de Corme que forma el Atlántico en Punta do Roncudo es de esos lugares que sorprenden por su ubicación y por su belleza. Situada a los pies del Faro de Corme y rodeada al completo de rocas, la poza es circular y de gran profundidad, un escenario que el mar ha creado de forma natural y caprichosa, al que los locales acuden para darse un baño con sumo cuidado en las refrescantes aguas del océano.
Además de disfrutar del atardecer, no olvides acabar la tarde saboreando unos buenos percebes variedad Roncudo: estás en una de las zonas más recortadas e indómitas de Costa da Morte, donde las y los percebeiros se juegan la vida para capturar este manjar marino.
Pozas do Río Pedras, A Pobra do Caramiñal
Las piscinas naturales del Río Pedras son unas pozas muy recomendables a las que se llega tras una fácil ruta de senderismo de unos veinte minutos en medio de un bosque de robles y eucaliptos, pasando por viejos molinos y hasta un puente medieval. Hay que acceder al agua con extremo cuidado y, si es posible, con escarpines, pues la superficie es sumamente resbaladiza.
Las piscinas naturales del Río Pedras son de esos secretos a voces que se convierten en imprescindibles en una visita a A Pobra do Caramiñal, un bello municipio con mucho que ver.
Caldeiras do Castro en Muxía
O Castro es uno de los parajes naturales con mayor encanto de Muxía. En este punto el río Castro se transforma en cascada y en su descenso va formando una serie de piscinas naturales conocidas como Caldeiras do Castro que llaman la atención de todo aquel que las visita y hacen las delicias de los bañistas en verano.
Para llegar hasta la cascada hay que tomar la carretera dirección Vilardouteiro, en la que encontraremos una señal que nos indica el camino hasta el Área Recreativa O Castro. En esta zona de esparcimiento hay un aparcamiento público y un amplio merendero con mesas y zona verde para comer al aire libre o tomarse un descanso.
Para llegar a las Caldeiras do Castro desde el Área Recreativa caminaremos unos 200 metros en descenso, bajando por unas escaleras de madera que resultaron dañadas en el reciente incendio de 2019, que afectó parcialmente a este espacio natural. A nuestra izquierda, la bonita cascada que en invierno y primavera suele llevar su mayor caudal, dejando una estampa difícil de olvidar, con el salto de agua en todo su esplendor y las pozas a rebosar.
¿Más cosas que ver en Muxía? No te pierdas este completo artículo sobre uno de los pueblos costeros con más magia de Costa da Morte.
Pozas de Nuveira, Mazaricos
Si visitas la famosa Fervenza do Ézaro en Dumbría no te quedes sólo en la cascada o en el espectacular mirador. Toda la zona del embalse de Santa Uxía es una maravilla natural rodeada de arboledas, piedra y muchas cascadas.
Uno de los afluentes del río Xallas nos regala las Pozas de Nuveira, ya en el municipio de Mazaricos. Con un acceso algo complicado, la Fervenza de Nuveira, con sus 10 metros de altura, desemboca en una serie de piscinas naturales poco concurridas perfectas para refrescarse si haces la Ruta de las Fervenzas.
Pozas de la Fervenza de Santa Leocadia, Mazaricos
Otras pozas en Mazaricos que hay que visitar son las de la Fervenza de Santa Leocadia. Tras aparcar junto a la cercana Capela de Santa Leocadia, se toma un pequeño sendero de fácil acceso que nos conducirá no sólo hasta una de las cascadas más coquetas de Costa da Morte, si no también a las pozas que forma en su caída, donde es posible darse un baño.
El agua es limpia, cristalina y el entorno de lo más bucólico, perfecto para una tarde de naturaleza disfrutando del entorno boscoso que rodea a estas bonitas pozas.
Emma Sexto