El edificio de la Cadena Ser, un punto de inflexión en la arquitectura coruñesa
La modernidad llegó a Coruña de forma gradual. En la década de los cincuenta comienzan a aparecer propuestas con un lenguaje muy alejado del tradicionalismo impuesto o del costumbrismo vernáculo. En la Plaza de Ourense, el arquitecto Santiago Rey Pedreira proyecta y construye una pieza de escala destacable que define un punto de inflexión
11 mayo, 2022 06:00La ciudad contemporánea puede entenderse como una narrativa naturalista en la que la arquitectura desvela de forma desacomplejada el pensamiento y comportamiento sociocultural de cada etapa histórica. Calle a calle, la percepción de la forma urbana puede poner de manifiesto espléndidas obras de arquitectura o desafortunadas faltas de ortografía compositivas. El conjunto parece establecer una homogeneidad extrañamente armónica, compleja y en ocasiones contradictoria, un "manhattanismo aggiornado" que a veces resulta incomprensible.
“Me pregunto si las futuras generaciones escucharán hablar de nosotros. No es muy probable. Cuando ha pasado suficiente tiempo, todo pasa. No me importa cuan grande somos o cómo de importantes son nuestras vidas” Masked avenger en Radio Days de Woody Allen
El paso del tiempo reviste a la ciudad de una pátina neutralizante que deja en el olvido algunas piezas arquitectónicas. Aquellas que destacan provocan debates urbanos positivos o negativos provocando pequeños nodos que marcan un extraño ritmo irregular en la percepción urbana.
Los últimos años de la década de los cincuenta es, para algunas ciudades españolas, un momento de cambio, en el que a pesar de un contexto político-económico muy complejo algunos arquitectos son capaces de mostrar pequeños destellos de vanguardia. La definición lingüístico-arquitectónica planteada por el régimen franquista era una atmósfera que oprimía las posibilidades de incorporar la vanguardia europea en España, al mismo tiempo el lastre de la posguerra y la dura represión generaban una escasez de medios que limitaba las posibilidades de crear soluciones constructivas innovadoras. Los arquitectos de la primera vanguardia española, denominados popularmente como “pioneros” dotaron de una nueva imagen y estructura a la ciudad.
La modernidad de Rey Pedreira
En A Coruña, la primera modernidad llegó en forma de transformaciones urbanas y pequeñas piezas arquitectónicas. Profesionales como Andrés Fernández-Albalat, Santiago Rey Pedreira o Antonio Tenreiro a pesar de pertenecer a diferentes generaciones son arquitectos que proporcionaron poco a poco la imagen contemporánea de A Coruña. Desde los planteamientos decimonónicos que se encontraban detrás del desarrollo del ensanche, la ciudad evoluciona hacia la modernidad del siglo XX produciendo transformaciones y cambios de escala sorprendentes y, en ocasiones incomprensibles.
En 1959 un edificio transforma una de las manzanas del ensanche. Situado en la plaza de Ourense, el edificio que albergaría Radio Coruña EAJ 41, crea una singularidad dentro de una manzana de carácter tradicional del primer ensanche coruñés. El edificio, diseñado y construido por el arquitecto coruñés Santiago Rey Pedreira sustituye a una construcción anterior que debía derribarse por orden judicial siguiendo una sentencia del Tribunal Supremo que ponía fin a un largo pleito y permitía dotar al edificio de mayor altura. Rey Pedreira recoge en la memoria del proyecto (analizada por Luis W Muñoz en su tesis doctoral “Santiago Rey Pedreira. Constructor de ideas”) el contexto en el cual plantea su propuesta arquitectónica: “La casa derribada tenía un aspecto anodino en lo que a su fachada se refiere, reflejando el carácter de la época de construcción en las formas anticuadas de sus huecos, y ostentando su fachada una coloración que desentona no solamente del conjunto urbano donde el edificio estaba emplazado, sino de las características de la edificación tradicional coruñesa” Rey Pedreira, Memoria de Proyecto. Aunque quizás hubiese sido posible rehabilitar la pieza, la posibilidad de incrementar la altura decanta la decisión hacia el derribo y el encargo de una obra nueva.
Un edificio en la Plaza de Ourense
El edificio, dispuesto en el centro de la manzana que da hacia la plaza de Ourense, es una pieza de lenguaje moderno. La narración enmarcada dentro de la vanguardia que comienza a llegar poco a poco a Coruña, incluye elementos compositivos que mudan de forma como la interpretación de la galería en términos contemporáneos. La galería se constituye como el detalle constructivo identitario de la arquitectura coruñesa, un elemento que, comprendiendo su lógica interna y comportamiento térmico puede adaptarse a otros lenguajes arquitectónicos. Así lo comprendió Rey Pedreira, haciendo especial mención a este aspecto en la memoria de proyecto, ya que es precisamente la galería la que se posiciona en el centro compositivo de la fachada. El centro de gravedad del edificio, en términos perceptivos descansa sobre este eje central que ordena y equilibra la fachada dotándola de simetría.
La galería, es el centro compositivo de la fachada, pero también el nodo organizador de la planta que, al igual que el conjunto del edificio, era también vanguardista. El programa incluía una vivienda y una oficina por planta, incorporando además en la entreplanta y en el ático un espacio destinado a emisora de radio, entonces Radio Coruña EAJ 41. En el límite superior de la fachada el proyecto ya incorporaba el letrero corporativo de la emisora de radio que ha variado con el paso del tiempo.
La materialidad del edificio es en cierto modo mixta, ya que se soporta sobre una estructura portante de hormigón armado sobre la que poco a poco aparecen revestimientos más tradicionales como la baldosa hidráulica, el ladrillo o la carpintería de madera. El hormigón armado permite que la estructura se conciba de forma vanguardista, con grandes luces y grandes huecos en comparación con la arquitectura vernácula. Los elementos pequeños como las carpinterías o la tabiquería, se ejecutaron con materiales más tradicionales: madera (y el acero en algunos puntos concretos) y ladrillo. La cubierta, se reviste de zinc en la parte posterior, un material peculiar, popularizado en la arquitectura decimonónica que sin embargo transitó sin asociarse a ningún lenguaje concreto hasta la contemporaneidad.
Escala y detalle
La escala de la pieza, quizás el aspecto más perturbador del volumen, es objeto de un profundo trabajo por parte del arquitecto, quien en favor de contribuir a la Ordenanza urbanística del momento que buscaba definir la nueva fachada al puerto, dota de dinamismo a los paramentos laterales, aumentando su longitud aparente. La fachada se pliega, hacia el interior creando una morfología fragmentada que reduce el impacto volumétrico de la pieza. Dentro de la parcela se producen dos perforaciones mediante patios (uno central y otro posterior) para garantizar la salubridad de los pisos, algo que preocupaba especialmente a Rey Pedreira, ya que la edificación previa, así como muchas otras construcciones tradicionales de la ciudad tenían graves problemas higiénicos derivados de la ausencia de medios de ventilación e iluminación suficientes.
Observando con detalle algunos acabados, así como pequeñas soluciones constructivas, Rey Pedreira incorpora soluciones muy elegantes y de gran calidad, especialmente en las cerrajerías y las pocas carpinterías metálicas que incluye el edificio. El portal es especialmente notable, el revestimiento de gres se matiza con pequeños mosaicos dorados y la cerrajería está resuelta con maestría. En la actualidad el edificio se encuentra poco alterado con respecto al proyecto original salvo su planta superior que se ha desfigurado ligeramente.
Detener la historia
La historia de la arquitectura, como la de cualquier otra disciplina depende de la forma en que se narre. Pero a veces hay un matiz que desaparece y es el momento en que tiene lugar esa narración, ya que no sólo influye el contexto del propio evento si no también el de la voz con que se cuenta.
“Si quieres un final feliz, eso depende, por supuesto, de dónde terminas tu historia” Orson Welles
La diversidad forma de la ciudad contemporánea y las piezas incomprensibles responden quizás a una narrativa inconexa. Quizás si en el contexto contemporáneo un edificio parece no encajar, cabe pensar que en algún momento pudo tener sentido o en un futuro lo tendrá.
“Nunca olvidaré la Nochevieja en la que la tía Bea me despertó para recibir al año 1944. Nunca he olvidado a ninguna de aquellas personas o las voces que escuchábamos a través de la radio. Aunque la realidad es que aquellas voces parecen atenuarse más y más.” Woody Allen en Radio Days
A pesar del paso del tiempo, de las miradas cambiantes, de las opiniones diversas, las voces que contaron historias se quedan sostenidas de forma ingrávida. Pero poco a poco se van atenuando como rumores lejanos hasta formar parte del ruido de la ciudad. Detener la historia no es una posibilidad, pero guardarla en forma de relatos que revisitar de cuando en cuando es una forma de comprender el pasado de la ciudad. También un testimonio que cataliza la actitud crítica y que propicia algo complicado: el cambio de opinión.