
El humo se extiende sobre los suburbios del sur de Beirut.
El presidente de Líbano busca refugio en Macron para evitar otra guerra con Israel: "Francia es nuestra madre protectora"
Mientras Trump apoya los ataques israelíes, el nuevo liderazgo en Beirut ve a París como un aliado clave para reforzar el alto el fuego.
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Este viernes, mientras Israel bombardeaba Beirut por primera vez en cuatro meses, el palacio presidencial libanés estaba vacío. Lo estuvo también durante los más de dos meses que duró la guerra a finales de 2024, que se cobró más de 4.000 vidas, pero esta vez el motivo no era que el puesto estuviera vacante.
En enero, Joseph Aoun llegó para poner fin a un vacío de poder de más de dos años en el palacio de Baabda. Sin embargo, esta semana, el nuevo presidente se encontraba en su primer viaje oficial a la “madre protectora” del Líbano. O así decidió llamar a Francia él mismo un día antes en una entrevista con el diario parisino Le Figaro.
Aquellas palabras pesaron la mañana siguiente sobre su homólogo francés, Emmanuel Macron. La rueda de prensa conjunta prevista para el viernes acabó siendo una denuncia pública de los ataques israelíes en el barrio de Hadath, en la periferia sur de Beirut.
Al lado del libanés, Macron condenó aquellos bombardeos por “inaceptables” y “contraproducentes”, porque “sólo benefician a Hezbolá”. El francés también urgió a Israel a retirarse “inmediatamente” de las cinco posiciones que aún ocupa en el sur del Líbano, y finalmente prometió abordar las violaciones del alto el fuego directamente con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente estadounidense, Donald Trump.
Este compromiso renovado del jefe de Estado francés —al menos de su discurso— con la nueva administración en Beirut podría suponer otro frente en el que Europa y los EEUU de Trump chocan frontalmente. Washington ha justificado los ataques israelíes de este viernes: en un comunicado, el Departamento de Estado ha alegado que Tel Aviv “está defendiendo a su pueblo y sus intereses respondiendo a los ataques con cohetes de los terroristas en Líbano”.
Después de que el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, amenazara con seguir atacando Beirut cada vez que haya un intento de ataque en el norte, el organismo para la política exterior estadounidense ha puesto todo el peso sobre Beirut: “El gobierno del Líbano es responsable de desarmar a Hezbolá y esperamos que las Fuerzas Armadas libanesas desarmen a estos terroristas para evitar nuevas hostilidades”, rezaba el comunicado.
Pero, desde París, Aoun aseguró que “todo indica” que Hezbolá “no es responsable” de los ataques contra el norte de Israel por los que Tel Aviv tomó represalias este viernes. El ejército libanés respondió de inmediato y emprendió una operación de rastreo en el sur del país para interceptar posible maquinaria de guerra del grupo armado. “Habrá una investigación sobre el origen de estos cohetes, pero todo indica que no fue Hezbolá y que Hezbolá no es responsable”, declaró el presidente libanés en la rueda de prensa conjunta con Macron.
Mientras Francia aquí parece buscar reforzar el ejército libanés para debilitar a Hezbolá desde dentro, tal y como establece el acuerdo de alto el fuego y como se ha propuesto Aoun, los intereses de EEUU enfrentan a Macron contra Trump. Según Washington,
el gobierno libanés no cumple con su parte del acuerdo al no haber sabido desarmar a Hezbolá e impedir los últimos ataques contra suelo israelí.
En la misma entrevista en la que llamó a Francia su “madre protectora”, el presidente libanés señaló que su ejército “ya ha desmantelado varios campamentos palestinos pro Hezbolá o pro iraníes: uno cerca de Beirut, dos en el norte, cerca de Trípoli, y tres en la llanura de la Bekaa”, y también “ha llevado a cabo más de 250 requisas de armas u operaciones contra alijos de armas en túneles al sur del río Litani”, que discurre unos 30 kilómetros al norte de la frontera entre el Líbano e Israel.
En un momento en el que Israel promete mano dura contra cualquier amenaza a su territorio, las posiciones de EEUU y Francia respecto al Líbano están enfrentadas. Ante la posible reanudación de una guerra en el frente libanés-israelí, Macron ha rechazado este viernes la estrategia de Washington de justificar los ataques de Tel Aviv: “Si EEUU presiona a Israel, se puede recuperar el alto el fuego”.