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Eva García, la gurú de la Sinergología: "Ni siquiera un polígrafo puede detectar la verdad al cien por cien"
Cuenta con licencia exclusiva para certificar en lengua española en el mundo y promete hacernos ver la vida con subtítulos a través de su libro.
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El acto de comunicarnos va más allá de las palabras que escogemos para transmitir un mensaje final. El lenguaje no verbal acompaña y es determinante a la hora de crear un sentido completo y coherente a aquello que buscamos expresar.
La Sinergología va más allá. Ubicada en la parte no consciente de la corporalidad, se centra en aquellos gestos que no podemos evitar hacer, en aquellos movimientos inimitables y no deliberados que van de la mano de nuestras palabras.
Eva García se especializó en esta ciencia hace alrededor de una década. La economista decidió reconducir su carrera laboral hacia una pasión que siempre la había acompañado. "Cuando elijo qué estudiar dudo entre economía y psicología", recuerda.
A lo largo de su vida se ha empapado del comportamiento humano: "He leído todo lo que caía en mis manos, a medida que fui creciendo he tenido la gran suerte de dedicarme, dentro de ser economista, a departamentos que tenían que ver con el comportamiento".
Aquella intriga por saber qué piensa el consumidor y el cliente la condujo a una casualidad que cambiaría su vida: "Leyendo sobre comportamiento humano descubro una disciplina específica que se puede estudiar, que es la Sinergología. En aquel momento no la estudié para dedicarme de manera exclusiva, como hago ahora, sino para aplicarlo profesionalmente".
Lo que empezó como una herramienta para desempeñar mejor su puesto como directora comercial, se convirtió en su actual profesión. "La vida me lleva a que me vaya especializando, y terminé con la licencia en exclusiva para poder certificar en lengua española a nivel mundial, en España y América Latina", incide.
Aunque parezcan bruscos, cada cambio profesional de Eva García ha tenido una razón de ser. Si echa la vista atrás descubre "un contexto, puntos conectivos que tienen su sentido". La economía sembró la semilla de acometer un proyecto personal, emprender. La Sinergología le dio las razones para hacerlo.
¿Cómo surge la necesidad de escribir Sinergología, un libro dedicado a esta ciencia?
A lo largo de estos diez años me han preguntado innumerables veces que por qué no escribía un libro. Existe bibliografía sobre Sinergología, del fundador Philippe Turchet, pero es mucho más científica. Yo hago referencia a él en mi libro también, porque es la parte rigurosa y seria, pero la verdad es que me pedían algo más alcanzable y divulgativo. Que lo explique como lo hago en una conferencia.

Portada del libro 'Sinergología' de Eva García
Era una idea que tenía en la cabeza y cuando se acercó Planeta a mí y en concreto Libros Cúpula y mi editora, dije "vamos a intentar darle forma".
Me han impulsado muchísimo desde la editorial para poder hacer algo divulgativo y alejarme del formato académico que es lo que tengo por costumbre al dar clases, certificar, etc. He tenido que hacer un cambio y pensar en poder llegar a todo el mundo, a cualquiera que le pica la curiosidad por saber más de la comunicación no verbal.
Prometes que vamos a ver la vida con subtítulos después de leer este libro, ¿no se puede mentir a un sinergólogo?
Sí que se puede, porque no existe ninguna disciplina ni tecnología que a día de hoy detecte al 100% la verdad. Ni siquiera el polígrafo. Si nosotros nos creemos nuestras mentiras, el cuerpo no va a mandar ninguna señal que sea incoherente con nuestro lenguaje verbal.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad, sin una formación específica, solo por su profesión y técnicas de interrogatorio, tienen una detección de verdad del 55%. Un porcentaje bastante bajo, porque tirar una moneda al aire es un 50%. Con la Sinergología consiguen alcanzar un 80 u 85 %. Está muy bien, pero hay que ser prudentes porque existe un 20% que no es detectable.
En una actualidad donde gran parte de las interacciones son a través de una pantalla, ¿hemos perdido expresividad corporal? ¿Sigue cobrando el mismo peso la comunicación?
De hecho, tiene muchísimo valor. Lo que ocurre es que, por ejemplo, para la comunicación a través de pantalla, hay que tener en cuenta ciertos factores antes de poder utilizar.
En plena pandemia seguíamos dando cursos de formación. Es verdad que con la mascarilla pierdes parte de los movimientos, de la boca, en concreto. Pero la Sinergología tiene registrados, identificados y decodificados 1.200 movimientos corporales. Sigo viendo la mitad del cuerpo, autocontactos, cómo se mueve la persona en la silla…
Cuando veo a alguien a través de la pantalla no veo el entorno en el que está. Es una situación en la que se pueden producir movimientos adicionales, ajenos a la conversación. Un sinergólogo tiene que saber descartarlos.
Desaconsejo la decodificación de los ojos, los movimientos oculares y demás, porque en buena parte están debidos a estos factores externos. El resto sigue valiendo.
Hay momentos en los que la persona se olvida de su cuerpo, que fundamentalmente es cuando está hablando. Ahí es cuando podemos observar y tener más información corporal. Es más, estamos en el momento de la imagen. Ahora hacemos videollamadas, la imagen está ahí.
Hay movimientos que voy a poder tratar de controlar si quiero, pero durante periodos cortos de tiempo. Si empiezo a hacer preguntas, no puedes estar concentrada en tu cuerpo.

Eva García, experta en sinergología: "Hay que eliminar los sesgos y pensar que cada uno afronta el conflicto diferente".
¿Qué gesto delata inseguridad? ¿Podemos controlarlo con naturalidad?
Si hay alguien que no se siente seguro y empieza a hacer gestos para tratar de mostrar seguridad, mi cuerpo va a mezclar estos gestos deliberados con otros involuntarios que transmitirán falta de coherencia.
Un experto en Sinergología y comunicación no verbal no se lo va a creer. Seguro que te ha pasado alguna vez que tienes a alguien frente a ti y dices "tiene algo que no me he creído". Tu cerebro te manda la alerta, aunque no lo sepas claro.
El sinergólogo analiza los gestos. Resulta que aunque trataba de mostrarse con gestos amplios y separados del cuerpo, el pecho se hundía, se le acortaba la respiración producida por el miedo, que contrae el diafragma. La voz cambiaba, el tono y se le ponía más aguda porque se le tensaban las cuerdas vocales.
Además, resulta que se le estaban frunciendo las cejas. Eso es un indicativo de miedo. Y se le estaba deprimiendo el párpado inferior, dejando a la vista la parte blanca del ojo, una señal no consciente de malestar.
¿Cómo puedo evitar todo esto?
Un sinergólogo te puede dar feedback sobre los puntos que debes trabajar, en aquellos que te ve más nerviosa o te genera duda.
La preparación es lo que te hará ganar seguridad. Si lo tienes trabajado, te puedes olvidar del cuerpo porque todas las señales de confianza van a salir en automático. El cuerpo va a acompañar y ahí tu cerebro estará dedicado a hacer una buena argumentación, a recordar lo que has preparado y verbalizarlo mejor.
¿El mejor consejo para afrontar una entrevista de trabajo?
Muchas veces me dice la gente que ha buscado en internet cuáles son los gestos buenos. Si estás pendiente de qué gestos haces, al entrevistador le vas a transmitir falta de autenticidad.
Sé tú, prepárate qué vas a decir, a argumentar… pero en la entrevista deja que tu cuerpo fluya.
Ante una disputa en pareja, ¿algo que la Sinergología tenga para decir y aligerar la situación?
Tenemos que asumir que hombres y mujeres somos muy distintos. No es una cuestión de tópicos. La mayoría de las mujeres preferimos hablar y a los hombres les gusta dar menos vueltas a las cosas. Si espero del otro una respuesta similar a la mía, estoy aplicando un sesgo.
Algunos vienen de la experiencia y otros son innatos. Si ese comportamiento no se da como creo que debe ser, me pondré a la defensiva. Hay que eliminar los sesgos y pensar que cada uno afronta el conflicto diferente.
La Sinergología ayuda a leer qué está diciendo. El poder leer corporalmente ayuda a comprender mejor al otro a través de su lenguaje corporal. Me va a permitir entender qué le pasa y poder utilizar mis herramientas de empatía, de comprensión, de acompañamiento… para que esa relación sea más duradera creando un entorno de comprensión.
Dentro de este entendimiento hacia el otro, hay una parte de autoconocimiento.
Algo que observo, sobre todo en quienes se certifican, es que toman más conciencia corporal. Sobre todo cuando llegamos al apartado de los picores.
Uno de los mitos es que rascarse la nariz indica mentira, y no. Tenemos 15 maneras distintas de rascarnos. Entonces, de repente, ahora cada vez que se tocan la nariz piensan en qué está pasando.
Hay un picor que es pellizcar la nariz que significa que algo no me gusta. Esto hace que la propia persona se pare a pensar en qué es lo que no le cuadra, porque el proceso de reacción del cuerpo es más rápido que la deliberación mental. Hay un decalaje de hasta ocho segundos, entonces dices "¿Por qué no me cuadra si a mí esto me parece bien?", y empieza a emerger la información a nivel cerebral.
La disciplina te permite conocerte mucho mejor. Hay quien estudia Sinergología para hacer terapia, porque son psicólogos que lo quieran utilizar con pacientes para poderles ayudar cuando ven que su cuerpo emite señales a las que ellos todavía no encuentran respuesta.