Los héroes ocultos de la aviación: dos generaciones de técnicos con un mensaje de futuro para las mujeres
Este 24 de mayo se celebra el día del Técnico de Mantenimiento. Visitamos Iberia Mantenimiento para descubrir un trabajo poco conocido en el que aún hay poca presencia femenina.
24 mayo, 2024 02:18Viajar es uno de los grandes placeres de la vida. Cuando cogemos un avión, dispuestos a descubrir nuevos lugares en el mundo, solo nos fijamos en pilotos y tripulantes de cabina de pasajeros, pero hay muchas otras personas detrás que hacen una labor importantísima para que podamos abrocharnos los cinturones y volar. Entre ellas, los TMA, es decir, los Técnicos de Mantenimiento Aeronáutico: son los héroes ocultos de la aviación, los que velan por nuestra seguridad y revisan tuerca a tuerca y cilindro a cilindro que todo esté perfecto para garantizar un vuelo perfecto.
Por eso, en Magas hemos querido celebrar el Día del Técnico de Mantenimiento Aeronáutico este 24 mayo en las instalaciones de Iberia Mantenimiento, con cuatro integrantes del equipo, de distintas generaciones, dos hombres y dos mujeres, con el fin de conocer de cerca su increíble labor y el despegue femenino en un departamento que sigue siendo eminentemente masculino.
Ellos son Pedro Lorenzo Romero Maroto, Alicia Zorrilla Tijeras, Pablo Escaso Barros y Susana Fuentes Romero. Gracias a sus testimonios y a su visión intergeneracional del sector, podemos adentrarnos en la parte más desconocida del sector y descubrir un trabajo apasionante que, además, representa una gran oportunidad laboral para los jóvenes; especialmente para las mujeres que pueden encontrar un preciado hueco en un terreno aún masculinizado.
Pedro Lorenzo, especialista en mantenimiento pesado, es el veterano del grupo y lleva 26 años en Iberia. Está a punto de recibir el preciado avión de plata de la compañía. "Me encanta lo que hago", dice con ese brillo especial que tienen en los ojos los que sienten pasión por lo que hacen. Él mismo nos explica el porqué de la celebración de esta fecha señalada: "Se eligió este día en honor al nacimiento de Charles Edward Taylor, que nació un 24 de mayo de 1868, y fue el que diseñó y preparó el primer motor de aviación usado por los Hermanos Wright en el primer vuelo documentado de la historia".
La celebración sirve también de reivindicación, por supuesto. "Podemos aprovechar esta fecha para dar a conocer al resto del mundo que existe una figura de mecánicos de aviones, que es un trabajo precioso y hay mucho empleo que ofrecer", confiesa Lorenzo. La realidad es que faltan TMA. Una encuesta realizada por la consultora Wyman revela que en 2027 se prevé un déficit de oferta de más de 48.000 trabajadores de mantenimiento de aeronaves. Hacen falta vocaciones y sobra desconocimiento.
Pese a ver que en los talleres la mayoría son hombres, la realidad es que este es un sector que recibe a las mujeres con los brazos abiertos. ¿Mecánicas de aviones? Claro que sí y en Iberia Mantenimiento hemos conocido a dos de ellas, de distintas generaciones pero con una visión igual de entusiasta, ejemplo de diversidad.
La más joven es Alicia, de 25 años, que trabaja como técnico de mantenimiento en el hangar seis, en la zona de tren de aterrizaje. "Llevo dos años en Iberia y con ganas de llevar muchos más", asegura con cierta timidez. Pese a que empezó estudiando otra cosa, supo ver la gran oportunidad que le ofrecía la aviación. "Al principio estudié administración e hice las prácticas, pero vi que estar ocho horas frente al ordenador era la muerte. Mi padre trabajaba en Iberia y me avisó de una formación de mantenimiento y me animé a hacerla", cuenta.
No oculta que en un principio meterse en un mundo tradicionalmente masculino le daba un poco de miedo: "El primer día que fui a clase, pensé que iban a ser todo chicos y que estaría como apartada. Y nada que ver. Es cierto que éramos solo dos chicas, pero la verdad es que al final todos formamos como una familia aérea y yo nunca he notado ninguna diferencia por ser mujer".
Alicia Zorrilla Tijeras hizo sus prácticas en Iberia y luego se marchó a Gran Canaria cambiando de sector, hasta que recibió una llamada para una empresa de mantenimiento en línea y posteriormente la de Iberia. ¿Qué demuestra esto? Que las empresas también cuentan con mujeres técnicas.
Lo corrobora su compañero Pablo Escaso Barros, técnico de mantenimiento pesado, que lamenta la falta de información y de visibilización de los TMA para que pueda haber más diversidad. "Los estereotipos de antes no tienen nada que ver con los de ahora. La mujer a día de hoy se está integrando más en todos los ámbitos laborales. Esos prejuicios deberían cambiar".
"La manera de pensar de las familias también influye, porque al final cohíbe. Dar el paso de decir: 'Quiero ser mecánico', en el caso de ser una mujer le puede rechinar mucho a su entorno por la manera de pensar que se ha tenido toda la vida. Pero a día de hoy no debería ser así", añade.
Pedro Lorenzo, que además de TMA es profesor en el Instituto Barajas de FP, lo ve cada día en su faceta de docente: "Tenemos muy poquitas mujeres en las aulas, por desgracia. Está claro que si la familia las impulsa, lo consiguen, pero hay otras muchas que se quedan por el camino, porque tienen trabas familiares; sus padres no entienden que una mujer pueda trabajar como mecánica. Nos gustaría tener más alumnas. Es un porcentaje muy pequeño, pero que poco a poco va aumentando".
Se suele hacer referencia a la fuerza física como barrera para el acceso de las mujeres a los talleres. "Al final trabajamos en equipo y la fuerza no es un impedimento", precisa Pablo. Lo sabe bien Susana Fuentes, de Mantenimiento Pesado, que podemos decir que es una pionera y un referente porque cuando entró en este mundo hace dos décadas era casi la única mujer. Ella misma pensaba que su género podía ser un hándicap. "Al principio sí creía que había cosas que no podría hacer por la fuerza. Pero no es así, porque por ejemplo las mujeres que somos más pequeñitas que los hombres y podemos desempeñar tareas que ellos no pueden como meternos en el tanque o acceder a lugares más estrechos donde solo caben manos de menor tamaño".
A Susana siempre le gustó la electricidad y cuando cogió esa optativa en FP no había más chicas en clase. Luego entró en la aviación tras terminar su formación y admite que jamás se sintió desplazada. "Entré hace 20 años y nunca vi ningún rechazo", confiesa. Para esta veterana TMA, la clave para esa mayor incorporación femenina es darlo a conocer. Ofrecer charlas en los colegios y en los institutos que muestren que es una gran oportunidad laboral. "Si lo damos a conocer, más chicas pueden ir entrando a estudiar esos módulos y se va generando más interés en los ambientes donde dominaba más el hombre".
Lo corrobora Pedro Lorenzo. "Hay que fomentar que esas niñas de 16 años que no saben qué hacer conozcan un poco el mundo de la aviación y la diversidad de trabajos para el que están totalmente capacitadas". Un problema añadido es la escasez de centros de formación y las pocas plazas disponibles y de profesorado.
"Tenemos la suerte de que Iberia impulsa la igualdad y está fomentando mucho que las mujeres trabajen en puestos que tradicionalmente han sido masculinos. A través del programa 'Quiero ser' para chicas de 16 a 18 se las incentiva a que puedan estudiar carreras relacionadas con la tecnología. Aquí da igual el género, aquí venimos a sacar motores", concluye.