
Dinero intervenido en esta operación policial.
El infame final del Grupo Vera: detienen al administrador y al exdirector financiero por robar 100 millones de euros
Crearon sociedades paralelas a nombre de familiares a las que vendían activos de la empresa en concurso a precios irrisorios: 1.500 euros por aparcamientos en Teatinos o 70.000 euros por pisos en Estepona.
Al administrador concursal le han encontrado 426.000 euros en efectivo en su casa. Hay además otras cinco personas arrestadas.
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El Grupo Vera ha sido una de las grandes constructoras de Málaga. Hizo la obra del Metro de Málaga, los puertos deportivos de La Duquesa y Cabopino en Marbella, urbanizó el parque tecnológico, construyó el cementerio de la capital, autovías, rehabilitó la casa natal de Picasso y el Palacio de Carlos V en la Alhambra... Un emporio que facturaba muchos millones de euros.
En la crisis de la construcción de los años 90 entró en concurso de acreedores y en 2013, en la nueva crisis económica, volvió a caer en esta situación con un pasivo de 76,5 millones de euros. Presentaron una propuesta de convenio que aceptaron el 62% de los acreedores, que confiaban en la trayectoria de su entonces presidente Francisco Vera.
Francisco (Paco) Vera era el alma de la empresa. La heredó de su padre y la puso en las cotas más altas. Murió el 14 de junio de 2017 a los 77 años y, con él, murió también lo que quedaba de la compañía. Entró en concurso de acreedores y se puso fin a una historia de éxito con algunos vaivenes.

Una imagen facilitada por la Policía Nacional sobre el dinero intervenido.
Pero siempre hay sorpresas y Paco Vera debe estar revolviéndose en su tumba tras conocerse este viernes que la Policía Nacional ha detenido al exdirector financiero de Grupo Vera, y uno de los hombres de confianza de Paco Vera, y al administrador concursal, junto a otras cinco personas, por un presunto "expolio" de 100 millones de euros.
La Policía habla de "entramado criminal" y, de hecho, acusa al exdirector financiero, al administrador judicial y a otras cinco personas de los presuntos delitos de insolvencia punible, apropiación indebida, administración desleal, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
La operación policial se ha llamado Drave y se han efectuado cuatro registros en la provincia: dos en Málaga capital, uno en Marbella y otro en Casarabonela. En el domicilio del propio administrador concursal se intervinieron 426.000 euros en efectivo. Además, en esta fase se incautaron de un coche de alta gama y joyas por valor de 350.000 euros; se bloquearon activos financieros por valor de 2,5 millones de euros; y se decretó también la prohibición de disposición y enajenación de 173 inmuebles y 13 vehículos, valorados en 143 millones.
La investigación comenzó en septiembre del año 2023 a partir de una denuncia interpuesta ante la autoridad judicial. Según las pesquisas, la trama inició su actividad en 2017, cuando Grupo Vera entró en concurso y se iba a iniciar la fase de liquidación de los bienes.
Según detallan los investigadores, "se detectaron numerosas operaciones mercantiles con las que el administrador concursal, actuando contra los intereses legítimos de las numerosas empresas acreedoras y faltando al mínimo deber de diligencia, enajenó multitud de bienes propiedad de las empresas concursadas a miembros del entramado criminal a precios de venta muy alejados del precio de mercado".
Hay ejemplos más que llamativos. El administrador supuestamente vendía al entramado del que también participaba aparcamientos en Teatinos por solo 1.500 euros o viviendas en Estepona por solo 70.000 euros. Lógicamente el precio de mercado de esos inmuebles es muchísimo mayor.
La policía subraya que el administrador concursal "dispuso de activos de las sociedades en liquidación fuera de los cauces concursales en condiciones de venta muy favorables para la organización; e imposibilitó la adquisición de activos por terceros de buena fe interesados en los mismos, ocultando y manipulando información con objeto de esconder la actividad delictiva llevada a cabo".
Los investigadores subrayan que todo esto era en connivencia con el exdirector financiero de la empresa, "el cual partía con información privilegiada sobre los activos de gran valor propiedad de las empresas concursadas, aprovechando su situación para dirigir los bienes más preciados hacia empresas gestionadas por la organización criminal".
Para hacer todos estos chanchulleos, la policía explica que "los sospechosos habían creado un entramado paralelo de compañías que figuraban a nombre de familiares de los principales investigados. Estas nuevas empresas eran utilizadas como instrumento para realizar actos fraudulentos encaminados a convertir a sus integrantes en los grandes beneficiarios de la masa de activos que poseían las sociedades en liquidación".
En este sentido, la Policía Nacional pudo constatar numerosas operaciones que escondían fondos desviados de las sociedades concursadas a las recién creadas por la organización, por supuestos servicios prestados y bajo el falso concepto de “facturas”, que en la práctica suponían el ingreso de un dinero que destinaban a la compra de activos de los concursos: bienes inmuebles, derechos de cobro de entidades públicas pendientes de cobro, créditos, entre otros. Dicho de otra manera, los activos del entramado fueron pagados por las propias concursadas lo que supuso un doble perjuicio a los legítimos acreedores.
El concurso de acreedores finalizaba, según explica la Policía, "sin poder hacer frente a las deudas que pesaban sobre las empresas del grupo empresarial, aún contando con un patrimonio millonario, valorado en el plan de liquidación y presentado por el administrador concursal en 200 millones de euros". "De la investigación llevada a cabo se acreditó que la organización directamente se lucró de manera ilícita de bienes propiedad de las empresas concursadas valorados en más de 100 millones de euros, imposibilitando las legítimas expectativas de cobro de la mayoría de acreedores", añaden.