Los turistas que llegan a Madrid tienen muy claro lo que deben visitar una vez que lleguen a la capital de España. El centro suele ser el lugar preferido por la mayoría por la gran cantidad de atractivos que esconde. El ambiente y la esencia que se respira por las calles de la capital posiblemente no se consigan en ningún otro punto del país.
Sin embargo, no solo debemos reparar en los lugares más conocidos, ya que también hay rincones que desconocemos y que son de obligada visita al menos una vez en la vida. En los alrededores de la capital se hallan municipios que pasan desapercibidos para la mayoría, pero esconden muchos encantos. En esta ocasión queremos hacer una especial mención al pueblo más remoto de Madrid, que quizás te enamore, tanto si eres residente en el centro como si procedes de cualquier otro punto de España.
Hay que dedicarle un lugar muy especial en nuestro artículo de hoy a La Hiruela. Se trata de una de las localidades que forman parte de la mancomunidad de la Sierra del Rincón. La encuentras en la Sierra Norte y es todo un remanso de paz y tranquilidad gracias a la escasa presencia de habitantes, que se cuentan por menos de un centenar.
¿Qué es lo más destacado de La Hiruela?
Está considerado como uno de los pueblos más remotos de la Comunidad de Madrid. Acostumbrados al asfalto, el tráfico, los comercios y el continuo trasiego de la capital y sus vías principales, en este municipio encontramos el sitio perfecto para la desconexión. Esto es posible gracias a la naturaleza y los espacios verdes que presenta, perfectamente conservados debido a la poca acción del hombre. En los caseríos que encontramos en esta zona se respira una tranquilidad a la que no estamos acostumbrados.
[El pueblo de Madrid que podría ser el mejor del mundo]
Los amantes de la naturaleza y la fotografía encuentran aquí el espacio perfecto para hilar sus dos pasiones. Cuenta con unas maravillosas vistas, sobre todo desde lo más alto de sus montañas, que nos permitirán deleitarnos con la espectacularidad de sus valles.
Para llegar hasta La Hiruela habrá que pasar de la cuenca del río Lozoya a la del Jarama, teniendo que superar una altitud de 1.500 metros. Una vez que llegues allí te encontrarás con unos paisajes únicos, que se encuadran dentro de la conocida Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón. En el año 2005 fue declarada así por la Unesco. Tiene una cierta particularidad en comparación con el resto del territorio español, y es que las paredes son de piedra.
Un pueblo que se queda prácticamente incomunicado
Aunque no estemos acostumbrados, a muy pocos kilómetros de la capital es posible encontrar pueblos que durante los inviernos más crudos llegan a quedar casi aislados. Resulta prácticamente imposible desplazarse por ellos. Otro detalle en el que debemos reparar es en las joyas arquitectónicas que nos ofrece esta localidad, de las que no hay muchas en el centro de Madrid.
[El pueblo de Madrid ideal para escaparte un fin de semana de otoño]
Su paisaje parece sacado de película, que difiere bastante de lo que solemos estar acostumbrados. Los caseríos de La Hiruela destacan por contar con fuertes muros de rocas y piedras, con pequeñas ventanas que sirven para la ventilación del interior. Además de estos materiales, suelen incorporarse otros como el adobe y la madera.
Los que han tenido la oportunidad de llegar hasta aquí han quedado maravillados por la espectacularidad del paisaje, la tranquilidad y la naturaleza que envuelve al pueblo. Para algunos es posible que les quede esa sensación de haber retrocedido unos cuantos siglos en el tiempo. Nada que ver con lo que estamos acostumbrados en las ciudades o en los pueblos más turísticos, que suelen abarrotarse de gente durante algunas épocas del año.
Lo que no te puedes perder de La Hiruela
Pero no solo vamos a quedarnos con los espacios verdes y la naturaleza. Hay mucho que explorar incluso en el centro del pueblo, donde resulta obligada la visita a la parroquia de San Miguel Arcángel. Aún todavía conserva en la actualidad el viejo pilón que se encargaba de suministra el agua al municipio.
Tampoco hay que dejar pasar por alto el Museo Etnológico, una instalación que cuenta con más de tres siglos de historia. En su interior será posible hallar antiguos elementos que muestran cómo era la vida en la comarca hace 200 años. Se trata de dar un paseo por la historia de la zona, que nos permitirá conocer también como ha ido evolucionando durante todo este periodo. Los apasionados de la historia tienen que hacer una visita obligada a este espacio.
Si por el contrario, eres más de hacer ejercicio, de descubrir los rincones más ocultos y sorprendentes del pueblo a pie, quizás te guste la posibilidad de recorrer algunas de las rutas de senderismo que nos ofrece la Sierra del Rincón. Están pensadas sobre todo para realizarse durante los meses de verano y primavera, que es cuando nos acompañará el buen tiempo. Por encima de los demás, se encuentran los caminos de los Molinos, de los Oficios y de la Fuente del Lugar.
[El pueblo con el nombre más largo de España está en Madrid y es perfecto para una escapada]
Por lo tanto, si aún no conocías los encantos de este pequeño pueblo de Madrid, nosotros nos encargamos de abrirte las puertas para que lo descubras. Cualquier época del año es buena para deleitarse con sus maravillas, además de disfrutar de la hospitalidad de sus vecinos, que lo convierten en un municipio único.