El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante un acto electoral celebrado el pasado  a 7 de julio en Madrid.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante un acto electoral celebrado el pasado a 7 de julio en Madrid. Europa Press

Política 23-J

El escaño 137 de Feijóo y la soflama de Puigdemont complican aún más la investidura de Sánchez

El PP cree que Pedro Sánchez se enfrentará a una legislatura corta e "inviable" si cede a las exigencias de Junts para mantenerse a la Moncloa.

30 julio, 2023 02:49

El escaño 137 obtenido por el PP en Madrid gracias al voto exterior, que invierte el equilibrio de mayorías (172 diputados apoyan a Feijóo, frente a los 171 de Sánchez), y las exigencias del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, convierten en un laberinto el proceso de investidura del candidato socialista.

En un mensaje cargado de victimismo, publicado en las redes sociales desde Waterloo, Puigdemont advirtió este sábado a Pedro Sánchez que no podrá contar con el voto favorable, y ahora imprescindible, de los siete diputados de Junts a cambio de simples concesiones que permitan a los socialistas "parchear" una nueva legislatura.

Tras asegurar que no va a admitir "chantajes", Puigdemont comunica a Pedro Sánchez que sólo tendrá el sí de Junts si acepta abordar el "conflicto político" entre Cataluña y España. Un conflicto que tiene su origen, había señalado pocas horas antes, en la sentencia del Tribunal Constitucional que en 2010 recortó el Estatut de autonomía aprobado por el Parlament y respaldo por los catalanes en referéndum (con una participación de sólo el 48,85%).

La soflama victimista publicada por Puigdemont en Twitter también advierte a Sánchez que no va a permitir que el PSOE le ponga entre la espada y la pared para "detener el fascismo" con su voto, es decir, para evitar un Gobierno formado por el PP y Vox.

"Si se trata de detener el fascismo, debe hacerse siempre, no a la carta" agrega el fugitivo tras aludir a la "persecución" judicial que han sufrido los independentistas y a los ataques que él mismo ha recibido durante sus "cinco años y nueve meses de exilio" en Waterloo.

El expresidente de la Generalitat pone sus cartas sobre la mesa: tener la "llave" de la investidura "no nos puede hacer caer ni en las prisas por el miedo a perderla, ni en la sobreactuación ante un poder que es inevitablemente efímero". Y promete que sabrá jugar bien sus cartas en la negociación con el PSOE.

Pocas horas antes de que Puigdemont lanzara su órdago, el secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza, apuntaba la necesidad de reformar la Constitución para avanzar hacia "un modelo federal", con el fin de satisfacer a los socios del PSOE y allanar el camino a la investidura de Sánchez.

[Puigdemont dice que usará su 'llave' para "negociar el conflicto político" entre Cataluña y España]

Pero el PSOE no cuenta con los votos necesarios para abordar una reforma constitucional, ni el PP está dispuesto a prestarse a esa maniobra: "Los independentistas no quieren una España federal, quieren marcharse de España", apunta un destacado miembro de la dirección del PP consultado por EL ESPAÑOL. 

Según la misma fuente, resultaría "gravísimo" que, a falta de la mayoría cualificada para abordar la reforma, Pedro Sánchez intente "ensanchar los límites" de la Carta Magna por la vía de los hechos, a través del Tribunal Constitucional hoy conformado por una abrumadora mayoría "progresista".

El escaño adicional obtenido en el recuento del voto exterior en Madrid ha insuflado ánimo a la dirección del PP (partido al que los socialistas se empeñan en presentar como el perdedor de las elecciones) y ha hecho que Alberto Núñez Feijóo se reafirme en su decisión de presentarse a la investidura para intentar ser elegido presidente del Gobierno.

No sólo porque el PP cuenta ahora con 137 escaños, los mismos que permitieron a Mariano Rajoy ser investido presidente en 2016, con la abstención del PSOE.

[Feijóo ya tiene 137 escaños, los mismos que Rajoy cuando el PSOE se abstuvo para dejarle gobernar]

La comparación también es más favorable para Feijóo respecto a las elecciones generales de 1996, cuando Aznar fue elegido presidente con una frágil mayoría, apuntalada por el Pacto del Majestic con CiU.

Aznar obtuvo en aquella convocatoria 15 escaños más que el PSOE (el PP supera ahora a los socialistas en 16 escaños) y 290.328 votos más. A la espera de que se cierre el recuento definitivo del CERA, Feijóo superó a Pedro Sánchez en 330.000 votos, en la jornada del 23-J.

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Sin embargo, tras el humillante portazo del PNV, la dirección de la calle Génova es consciente de que la investidura de Feijóo es una misión casi imposible, pues su única opción pasaría por la abstención del PSOE. El perdedor de las elecciones, Pedro Sánchez, ha descartado desde el primer momento esta posibilidad.

Por ello, pese a la sorpresa del voto CERA en Madrid, algunos dirigentes del partido consultados por EL ESPAÑOL no ocultan su pesimismo: "En realidad nada ha cambiado", admite un miembro de la dirección nacional del PP, "Carles Puigdemont sigue teniendo en su mano la posibilidad de hacer presidente a Pedro Sánchez o forzar nuevas elecciones, si se mantiene el bloqueo. Que lo haga con el sí o la abstención de Junts es sólo anecdótico".

[Así sacó el PP el escaño 16 por Madrid: dobló al PSOE en el voto exterior y sumó más que toda la izquierda]

Otro destacado dirigente de la calle Génova coincide con este diagnóstico y se muestra convencido de que Pedro Sánchez aceptará todas las exigencias que le plantee Carles Puigdemont desde Waterloo, para ser reelegido presidente.

"Sánchez va a imitar", augura este miembro del equipo de Feijóo, "la estrategia que ha usado con Bildu en la última legislatura: hemos tenido una negociación sobre la mesa, para pactar leyes como la de Vivienda, y otra negociación bajo la mesa, en la que se pactó el traslado de los presos de ETA a cárceles del País Vasco". 

Este dirigente del PP se muestra convencido de que Sánchez actuará igual ahora para garantizarse el apoyo de Junts a la investidura: sólo se harán públicos una parte de los acuerdos alcanzados, mientras que se producirá otra negociación "secreta" con objetivos más difíciles de asumir ante la opinión pública, con el fin de satisfacer a Puigdemont.

La coalición de Yolanda Díaz, Sumar, ya ha dejado entrever en su programa electoral cuál será la fórmula elegida: mantener la "Mesa de Diálogo entre España y Cataluña", cuyos acuerdos se someterían luego a una "consulta" a los catalanes, esquivando el término "referéndum".

En cualquier caso, los dirigentes del PP consultados por EL ESPAÑOL se muestran convencidos de que, si Pedro Sánchez consuma estos planes, se enfrentará a una legislatura corta e "inviable": "Sánchez va a tener al enemigo dentro. Una vez hayan logrado arrancarle todas las concesiones, sus socios le dejarán caer y provocarán un adelanto electoral".