El impredecible voto de los españoles en el extranjero: decisivo en 11 territorios que reparten 50 escaños
Hay provincias en las que el voto del exterior representa hasta el 40% del censo. Se espera un aumento de participación tras simplificarse el proceso.
15 julio, 2023 02:48"El voto de los españoles residentes en el extranjero va a ser decisivo, eso seguro, lo que no sabemos es cómo se comportará". La frase es de un asesor de Moncloa en esta campaña para el 23-J, elecciones en las que se prevé que este voto condicione el resultado en hasta 11 circunscripciones que reparten 50 escaños.
Basta con observar lo que pasó en Asturias el pasado 28-M para comprobar que el asesor tiene razón: el resultado definitivo de las elecciones autonómicas estuvo en vilo una semana, a la espera de recontar el voto del extranjero, porque bailaba un escaño que podía cambiar el signo del Gobierno regional. No llegó a ocurrir, pero por un puñado de votos.
Las elecciones generales del 23 de julio son las primeras que se celebran desde el fin del voto rogado instaurado en 2011 y, tras la simplificación burocrática, los expertos pronostican un aumento de la participación del llamado censo CERA, el del voto de los españoles residentes en el extranjero. El de los españoles residentes en España se llama CER.
En los comicios previos a 2011, la participación de los españoles que residen fuera de España rondaba una media del 30%, que cayó a un 5% de media con el voto rogado. Ahora se espera regresar a los niveles anteriores.
El aumento de participación influirá directamente en los resultados de aquellas provincias con un elevado porcentaje de censo residente fuera de España. Se considera elevado por encima del 10%, y las provincias que cumplen esa condición son Orense, Lugo, La Coruña, Pontevedra, Asturias, Zamora, Santa Cruz de Tenerife, León, Salamanca, Soria y la ciudad autónoma de Melilla.
El gran quebradero de cabeza para los partidos, sin embargo, es que no tienen ni idea de cómo se puede comportar este voto. El 28-M no sirve como precedente, ya que en la mayoría de las provincias mencionadas no hubo elecciones autonómicas, y en las municipales no tienen derecho a votar. Además, intentar realizar encuestas que sirvan para predecir el comportamiento de ese votante es misión imposible.
Pero la cantidad de votos y su influencia no son menores: hay 2,3 millones de españoles residentes en el extranjero censados para las elecciones del 23 de julio. Si se cumple la estimación de que la participación sea del 30%, votarían 698.216 personas.
Galicia, la más afectada
De todas las circunscripciones, las de Galicia son donde más se va a notar la incidencia que pueda tener el voto CERA. Orense es la provincia con mayor porcentaje de residentes en el extranjero con derecho a voto, el 40,81%. Le siguen Lugo (25,79%), La Coruña (17,75%) y Pontevedra (17,73%).
Esto es relevante porque, debido al sistema d'Hont que usa España, varía el número de votos necesarios para conseguir un escaño según la circunscripción. Por ejemplo, en las pasadas elecciones, las de noviembre de 2019, el escaño en La Coruña se otorgó por 135.976 votos y en dicha provincia hay actualmente 163.215 residentes en el extranjero con derecho a votar. Si bien es imposible que acaben votando todos, una alta participación condicionará el reparto de escaños.
Los partidos son perfectamente conscientes de esta situación y, aunque en campaña se centran principalmente en España, no dejan de mirar a los países con elevado voto extranjero en los meses previos. Por ejemplo, el PP acostumbra a hacer actos en Argentina, Uruguay o Chile, donde se concentra gran parte de los inmigrantes gallegos.
Desde el PSOE, por su parte, reconocen que la actividad internacional de Pedro Sánchez -con la presidencia española de la UE y las distintas cumbres iberoamericanas- juega a su favor a la hora de disputar ese voto extranjero.
Habrá que esperar hasta después del 23-J para ver qué efecto tiene definitivamente el voto extranjero en las elecciones. Sin embargo, todo apunta a que generará un nuevo precedente, de la misma forma que el voto por correo ha registrado para estos comicios sus cifras más elevadas de la historia, al haberse convocado en julio, mes de vacaciones para muchos.