Un "moderado" entierra a 'Kichi': Bruno García, "el Juanma de Cádiz", recibirá a 6 vecinos cada semana

Bruno García es el protagonista de uno de los vuelcos electorales más sorprendentes del 28 de mayo en toda España. Tras ocho años de gobierno de José María González, Kichi (Adelante Andalucía), la vara de mando en Cádiz pasa al PP.

La ciudad transita, sin tiempo para la descompresión, de estar en manos de la izquierda de megáfono -Kichi se hizo famoso por sus arengas con este artefacto- a tener un alcalde del PP, con mayoría absoluta.

Bruno García es considerado un "moderado" y en su partido no faltan las comparaciones con el presidente andaluz, Juanma Moreno, hasta el punto de que muchos se refieren a él como el Juanma de Cádiz.

Kichi cumplió su palabra de no presentarse a la reelección, lo que convirtió las elecciones municipales de Cádiz en un experimento abierto a las sorpresas, con hasta 11 partidos pugnando por la alcaldía y con algún rostro conocido entre los candidatos, como el de Ismael Beiro, ganador de Gran Hermano.

Fue Bruno García quien dio la campanada al alcanzar la mayoría absoluta por una diferencia de 239 votos, oro molido para quien también es el responsable del partido en la provincia de Cádiz.

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En declaraciones a EL ESPAÑOL, reconoce ahora que no sabe qué hubiera ocurrido si finalmente Kichi hubiera optado a la relección, pero asegura que la campaña hubiera sido la misma. Eso sí, asegura que la ciudadanía tenía ganas de cambio.

Bruno García se siente cómodo cuando lo comparan con Juanma Moreno. "Hace las cosas como a mí me gusta, y me sirve de guía", admite. Y cree que la clave de su éxito, más allá de sus proyectos para regenerar Cádiz, ha sido llevar a cabo una campaña en positivo. 

Se crio políticamente junto a Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz durante 20 años.  En 2006, cuando tenía 27, un hermano suyo se la presentó y lo recuerda como "un regalo". Al año siguiente, Teófila Martínez le pidió que fuera en su candidatura en el puesto 18 y entró como último concejal en el gobierno local.

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"De chico veía los debates y compraba los periódicos para estar informado de la política. Tenía una vocación fuera de lo común", reconoce. No obstante, asegura que en la etapa en la que más aprendió fue en la oposición del primer gobierno de Kichi, cuando éste le arrebató la alcaldía al PP.

Teófila Martínez y Bruno García celebran su victoria electoral el 28-M. EFE

Su etapa de universitario en Madrid -estudió Derecho en la Complutense- y su paso por el sector bancario en Barcelona le han ayudado a crecer. Los últimos cuatro años ha sido diputado en el Parlamento andaluz. "Con 43 años y con mi bagaje político me siento preparado", dice. 

Ahora empieza una nueva etapa. Reconoce que no tiene varitas mágicas y que sus principales deberes serán mejorar la limpieza y el estado de la ciudad, las cifras de empleo, de la vivienda y ser "el alcalde más social y que genere más progreso". Es muy amante del carnaval y tiene claro que alguna letra le caerá.

Reunión con vecinos

Quiere seguir muy pegado a la gente, y por eso ha habilitado un número de WhatsApp para que los vecinos puedan comunicarse con él. Además, dedicará una tarde a la semana a recibir de manera individual a cinco o seis ciudadanos para estar informado continuamente de lo que ocurra en la ciudad. "No puedes perder el sentido de la calle".

El alcalde electo de Cádiz, Bruno García, jugando al fútbol. Cedida

Futbolero acérrimo, es aficionado al Athletic de Bilbao -por tradición familiar- y del Cádiz. Juega de portero con sus amigos, aunque confiesa que lo hace porque no le dejan ser delantero. "Ahora tengo que cumplir con mis compromisos, coger la pelota y meter gol", bromea.