Pilar Llop aviva el fuego con Igualdad e incomoda a los socialistas tras meses de silencio

Sus palabras provocaron un terremoto en el Gobierno porque Unidas Podemos, con Irene Montero a la cabeza, consideran que justificó la vuelta a la legislación anterior, en la que lo importante era la demostración de la violación y la intimidación en los casos de delitos sexuales.

Además, fuentes de la parte socialista del Gobierno mostraron su sorpresa por las palabras de Llop, por entender que no ayudaron a buscar un acuerdo y aplacar los ánimos y, además, ponen el foco precisamente en lo que más incomoda a Unidas Podemos.

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Llop ha encabezado en las últimas semanas la negociación con sus socios de Gobierno y fuentes socialistas y del Ministerio de Igualdad coinciden en explicar que las relaciones han quedado muy tocadas.

La ministra de Justicia está muy enfadada con Igualdad y asegura que no quiere ningún acuerdo sobre la ley, y los de Unidas Podemos no ocultan que están más que molestos con Llop por la forma en la que ha llevado la negociación.

Según explican, la ministra tenía el empeño desde el principio de desmontar la ley. “Es una señora de derechas”, aseguran.

Por eso, sus declaraciones a la Cadena Ser avivaron aún más el fuego interno en el Gobierno, con un nuevo episodio de enredo sobre la ley.

"Si hay violencia e intimidación es muy sencillo probarlo porque con sólo con una herida se puede probar que ha habido violencia, por lo que ya no hace falta que la víctima pruebe que ha habido consentimiento", aseguró en la Ser.

"No es de recibo que con esta ley se haya producido una rebaja de penas y que salga más barato agredir sexualmente y con violencia a una mujer [penado con entre 1 y 4 años] que robar con intimidación [castigado con 2 a 5 años]", añadió.

Llop es ministra de Justicia desde julio de 2021, días después de que el proyecto de ley saliera del Consejo de Ministros. Es decir, no participó en su elaboración en el Gobierno, pero sí ha asistido durante casi un año y medio a la tramitación parlamentaria sin que en ningún momento advirtiera de estos posibles defectos. Por ejemplo, no explicó la tesis que sí desarrolló ayer sobre la desproporción con otros delitos como los robos.

Los silencios de la ministra

Su silencio se ha prolongado desde que en octubre estalló el escándalo de las reducciones de condenas. No se le conoce ninguna declaración relevante sobre este asunto y la posición de Moncloa la han fijado otros ministros como María Jesús Montero y Félix Bolaños, entre otros.

También guardó silencio durante las negociaciones del Gobierno con el PP sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional. De hecho, no tuvo participación alguna en las negociaciones, pese a ser la titular de Justicia. 

No estuvo en ninguna reunión, pero sí presionó para que se matizara el acuerdo entre Gobierno y PP en lo referido a la vuelta a la actividad jurisdiccional de los ministros. Sus objeciones retrasaron el acuerdo días antes de que el PP lo rompiera.

Tampoco se le conoce participación en la reforma de los delitos de sedición y malversación, que negoció el ministro de Presidencia y presentó el Grupo Socialista. Ni en diciembre cuando se produjo el conflicto sobre el Tribunal Constitucional y la suspensión cautelar de la tramitación de una proposición de ley.

No tuvo presencia alguna en la polémica sobre la reforma de la ley del CGPJ para desatascar la renovación del Constitucional. Y decisiones como la designación por el Gobierno de Juan Carlos Campo y Laura Díez como magistrados del Constitucional fueron explicadas y defendidas por Bolaños.

Al principio de su mandato sí dio voz a la posición del Gobierno contra las sentencias del TC que anularon dos estados de alarma. Sus respuestas fueron muy críticas con el tribunal.