Podemos no se diluirá en Sumar: Belarra limita el proyecto de Yolanda Díaz a una "alianza electoral"
La herencia dividida de Pablo Iglesias no encuentra su modelo, pero la líder del partido marca un tope a la vicepresidenta: no se integrará en Sumar.
1 agosto, 2022 01:52Podemos no se integrará en Sumar. El plan de Ione Belarra es ser "aliada electoral" de la plataforma de Yolanda Díaz, pero en ningún caso contempla la opción de perder su marca electoral y diluirse en el proyecto de la vicepresidenta segunda.
Es seguro que Díaz será la candidata que apoye Podemos en las primarias que, esperan en la dirección del partido morado, se organicen para la participación real de las bases. Pero Belarra no será una subordinada más.
Este periódico ha podido confirmar en fuentes cercanas a la secretaria general del partido fundado por Pablo Iglesias que ése es el máximo grado de suma al que llegará Podemos.
[Belarra forzó el relevo de Santiago por Lilith Verstrynge para reforzarse frente a Yolanda Díaz]
Los planes de la también ministra de Derechos Sociales pasan por reforzar la estructura territorial y orgánica de su formación política, que es "el instrumento que ha ejercido de motor del cambio político en España" y al que no piensa renunciar.
No sólo por mantener el legado recibido, sino por "convencimiento de que es lo más útil" para seguir siendo una herramienta efectiva en el plano político.
Según avanza —lento— el proceso de escucha de la vicepresidenta segunda, el ruido crece y el silencio es sustituido por murmullos que ya han tornado en gritos, al menos, ante la campaña autonómica andaluza. La prueba definitiva, de hecho, se dio en la conformación de la candidatura para el 19-J andaluz.
Más allá de las maniobras de IU y de Más País para evitar que Juan Antonio Delgado —el guardia civil de Podemos— fuese el candidato, y de que finalmente Díaz impusiese a Inma Nieto, designada sin primarias por IU, el problema final estuvo en la logística. "La campaña se hizo con el dinero, la estructura y los voluntarios de Podemos", explican fuentes del partido. "Y, sin embargo, nos dejaron hasta fuera de la coalición".
Efectivamente, los papeles estaban hechos. Pero nadie de Podemos Andalucia acompañó a los interventores de IU y Más País a la Junta Electoral. Por error, oficialmente, se entregó la documentación equivocada. Y cuando Podemos quiso darse cuenta del lío, se había cerrado la ventanilla.
"Eso no puede volver a pasar", dijo Pablo Iglesias. Lo dijeron más líderes de Podemos, de los que ahora sí tienen un cargo. Pero hasta que no salió el alma del partido a proclamarlo en su pódcast y en la cadena Ser, la queja era sólo sotto voce.
¿Cuándo comenzó todo? La herencia de Iglesias fue leída por él mismo. Si hoy hay quien le acusa de dar batallas como El Cid, después de muerto, todo empezó en la noche del ayusazo, cuando anunció que dejaba la política u dividió sus reinos: el poder orgánico para Ione Belarra y el poder real para Yolanda Díaz.
Es decir, el fondo sin forma para una y la forma sin fondo para la otra. Desde entonces, nada funciona en la izquierda a la izquierda del PSOE. Sólo el hecho de estar en el Gobierno atempera la batalla y sólo el ansia por repetir frena la guerra. "Yolanda dice que cuida la coalición", apunta otra persona cercana a la cúpula, "y es cierto, pero a veces cuida menos su parcela que eso, y falta mensaje".
No sólo mensaje. Cuando, la semana pasada, la vicepresidenta anunció que su proceso de escucha no habría terminado para las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, en realidad estaba admitiendo que Sumar no suma... salvo para las generales. Que ni Más Madrid, ni Compromís, ni los comuns ni Podemos renunciaban a su propia personalidad y nombre en las listas.
"Nadie sabía nada de cómo pretendía organizarnos", añade una fuente autorizada de Podemos. "Y lo cierto es que sin ella no se puede lanzar el proyecto, pero se guarda el proyecto tan para sí sola que no hay estructura ni organización".
Belarra ya le ha hecho saber a Díaz de que, como mucho, Sumar y Podemos serán "aliados electorales" en las elecciones generales, cuando acabe la legislatura. "Falta mucho para ver cómo será el modelo", culminan las fuentes consultadas, "pero no hay más que ver el trabajo de Lilith Verstrynge, Podemos no se diluirá".
La secretaria de Organización, de hecho, ha protagonizado el penúltimo aviso. Belarra hizo caer a Enrique Santiago hace 10 días, y lo cambió en la Secretaría de estado de su Ministerio por su número dos del partido. Este periódico informó que la maniobra no tenía sólo una respuesta o venganza como motivación, tras lo de Andalucía, sino que encerraba un "movimiento táctico" de la líder del partido morado: Podemos gana, IU pierde. Podemos no se va.