Las elecciones al Parlament catalán del 27S, como todas, han dejado ganadores, perdedores y lecciones. Aquí están en 10 puntos:

Los perdedores

1. Artur Mas. El president Artur Mas convocó estas elecciones con una condición para sus compañeros de la lista de Junts pel Sí: él sería el próximo presidente. Con los resultados hasta ahora, su futuro está en manos de la CUP. El número 1 de la CUP, Antoni Baños, ha dicho una vez más esta noche que no apoyarán un gobierno dirigido por Mas.

El proceso hipotético es el siguiente. Tras la primera ronda de votos, no habrá mayoría absoluta si Mas es el candidato de Junts pel Sí. En la segunda, la jefa de la oposición, Inés Arrimadas, de Ciudadanos, podría obtener los votos a favor de PSC y PP -espoleados por sus dirigentes centrales. Suman 52. Las miradas se pondrían sobre Catalunya Sí Que Es Pot, de Lluís Rabell. Pero ahí está también Podemos, de Pablo Iglesias, que en diciembre se juega las generales.

Si Inés Arrimadas propone una legislatura corta con la promesa de elecciones, con auditoría y nueva política, ¿Podemos se apartará para hacer presidente a Mas? En Cataluña, mientras, el flirteo con Iniciativa y su apoyo al derecho a decidir ya ha empezado. Si se abstuvieran con la CUP, darían la presidencia a Mas. Pero un gobierno con Mas haría más difícil el camino de unión con la CUP. Es un puzle.

El modo más sencillo por tanto de facilitar el camino para el bloque independentista es buscar una alternativa a Mas que la CUP acepte. No es difícil: Raül Romeva podría ser. Pero la pregunta es cómo se lo tomaría Mas.

2. Catalunya Sí Que Es Pot. El papel tras las elecciones de Lluís Rabell, Iniciativa y Podemos se ha reducido a decidir quizá entre dos rivales para la presidencia. En junio la confluencia de izquierdas rivalizaba en las encuestas con 30 escaños con una CiU en caída por ser la primera fuerza. Al principio de la campaña luchaban con Ciudadanos por ser la segunda fuerza en el Parlament. Han quedado cuartos con 11 escaños, más cerca del quinto y sexto que del tercero.

Rabell ha culpado la polarización y que no ha habido debate social. Podemos pretendía usar las elecciones de plataforma para las generales. Les ha dejado peor. Sin querer hay una triunfadora de rebote: Ada Colau. La izquierda no era personalista hasta que se dio cuenta de su importancia.

3. PSOE y PP. Los dos grandes partidos que aspiran a gobernar España en diciembre están lejos de hacerlo en Cataluña. El PSOE tiene la pregunta difícil: Cataluña ha sido un baluarte en las grandes victorias socialistas. El papel digno pero insuficiente de Miquel Iceta no despeja las dudas.

El PP gobierna en España y ha recibido un castigo más en Cataluña. Xavier García Albiol ha logrado parar el golpe y no ser los últimos, pero por poco. No deja de ser significativo que el partido que gobierna España sea residual en Cataluña.

4. Unió. Han sacado 100 mil votos. No les llega para entrar en el Parlament. ¿Dónde hubieran ido a parar?

Los ganadores

5. La participación. Los catalanes han creído que estas elecciones eran más importantes y que había que votar. La participación ha crecido a pesar de ser puente en Barcelona. Es importante tener en cuenta que el mismo número de votos daba menos escaños que otras veces con esta participación.

6. Ciudadanos. En 2010 sacaron 3 diputados. En 2012, 9, y en 2015, 25. La candidata, Inés Arrimadas, se estrenaba. Es natural que irrite este éxito a partidos tradicionales y a votantes independentistas, pero esos números son espectaculares. La sede de Ciudadanos era la única donde la fiesta que se vivía era real.

7. Los escaños claramente independentistas. El titular en el extranjero es que hay una mayoría, aunque no aplastante, a favor de la independencia: "Los partidos separatistas catalanes ganan una mayoría escasa en las elecciones regionales", titulaba The New York Times. La información iba al fondo de la home, en pequeño. No es un mandato internacional en favor de la indepedencia inmediata, pero hay 72 escaños que representan a votantes que quieren la independencia. Es menos de lo que debía ser al principio. Pero es mucho.

8. La CUP. Se ha presentado a dos elecciones autonómicas. Ha triplicado sus resultados. Como en el caso de Ciudadanos, es un exitazo. Era la otra sede que estaba de fiesta. Quizá había menos alegría porque su papel en la próxima legislatura será incómodo.

El futuro

9. La lectura plebiscitaria. Durante la campaña los votos del 'Sí' y del 'No' estaban claros. Para el bloque independentista, la noche electoral surgió de repente un partido que no está en ninguno de los dos bloques -Catalunya Sí Que Es Pot. Este cambio para que los resultados se vean mejor es una trampa.

10. La lectura referéndum. He paseado por una docena de colegios electorales. He mirado durante rato el pequeño milagro que es que una persona escoja una papeleta u otra. En un referéndum de ''Sí' o 'No', con solo dos papeles, ¿las cifras que tenemos para los partidos servirían igual? No estoy seguro.