
Ramón Cobo, creador de Wool4Life, con el rebaño de ovejas merinas en Mota del Cuervo (Cuenca).
El 'oro blanco' que viaja de Mota del Cuervo (Cuenca) al mundo: la lana merino renace y recupera su trono en la moda
Este tipo de tejido no solo se consagra en el mundo textil, sino que destaca también en la regeneración del ecosistema y la economía rural.
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La lana Merino ha sido históricamente conocida como el 'oro blanco', pero en las últimas décadas su valor se ha visto eclipsado por el auge de las fibras sintéticas y la producción en masa. Su recuperación artesanal es el hilo conductor del modelo de producción sostenible que abarca lo social, medioambiental y económico en Wool4Life.
Ramón Cobo Pedroche, heredero de esta tradición lanera que se extiende por cuatro generaciones en Mota del Cuervo (Cuenca), destaca la importancia de este material en la regeneración del ecosistema y la economía rural: "Tiramos la lana y fabricamos fibras sintéticas que provienen del petróleo, las cuales contaminan y se producen con mano de obra esclava".
Ramón, junto a sus familiares, ha asumido el reto de devolverle su prestigio y demostrar que la lana Merino sigue siendo una fibra esencial para el futuro. "Nosotros crecimos entre mantas, telares y lana secándose al sol. Vimos a nuestros abuelos trabajarla con sus propias manos, desde el esquilado hasta el telar. Y hoy, cuatro generaciones después, seguimos aquí, fieles a ese legado", explica.
Su compromiso con la sostenibilidad se traduce en una trazabilidad total del producto, asegurando un proceso ético que respeta tanto al medio ambiente como a las personas implicadas en cada eslabón de la cadena de valor. "Nos enorgullece ser la única marca en España que trabaja todo el proceso bajo un mismo techo, desde el esquilado de la oveja hasta la pieza final de lana".
Utilizar fibras naturales como la lana local implica un impacto positivo en el origen, donde los productores son pequeños pastores que trabajan bajo prácticas regenerativas, que cuidan del ecosistema que les rodea y fijan población en zonas rurales.
"Todo el proceso, desde la oveja hasta el tejido, lo realizamos en nuestro pueblo, Mota del Cuervo (Cuenca), siendo uno de los pocos lugares del mundo donde se mantienen vivos los oficios tradicionales de la lana", aclara Ramón, quien trabaja conceptualizando un programa formativo que pueda preservar el patrimonio material e inmaterial asociado a la lana.

Ramon Cobo Pedroche, padre de Ramón Cobo Zarco.
"Creemos fundamental generar revalorización y revitalización de esta materia, y eso únicamente se puede hacer aproximando los procesos y las tradiciones al público general y al público especializado con divulgación", añade.
Su apoyo a los productores cuenta con diferentes vías. Por un lado, la formación y el asesoramiento para implementar mejoras que ayudan a elevar la calidad de la materia prima. Complementan esto con una labor divulgativa y promocional donde muestran a la sociedad, a través de diferentes vías, el valor que en la actualidad tienen sistemas de pastoreo tan importantes como la trashumancia o la ganadería extensiva.
Por último, crean un puente entre sus clientes y el origen de la lana, remunerando de forma justa la lana de sus colaboradores, contribuyendo así a la revalorización de esta fibra natural.
Lana y diseño
El proyecto no solo mira hacia el pasado; con iniciativas de formación y divulgación busca acercar los procesos tradicionales de la lana a nuevas generaciones y consumidores conscientes.
La lana, más allá de su funcionalidad, también es un lienzo para la creatividad. En el marco de Madrid Design Festival, Wool4Life ha sido el punto de encuentro de diseñadores y artistas que reinterpretan esta fibra milenaria con una mirada contemporánea.
La artista Regina de Jiménez, con su talento en las manos, da forma a las sombras y las cuevas donde los pastores trashumantes encuentran refugio del viento y la lluvia en su viaje hacia la primavera eterna. Su arte es un eco de los paisajes donde la historia y la naturaleza convergen, convirtiendo la lana en una expresión poética del territorio.
Por su parte, Inés Sistiaga, con su profunda sensibilidad por lo bien hecho, ha diseñado 'Paños de Guirra', una colección de objetos que explora las posibilidades de la lana de oveja Guirra, raza autóctona de la Comunitat Valenciana en peligro de extinción.

'Oro Blanco' exposición creada por Regina de Jiménez e Inés Sistiaga en el marco de Madrid Design Festival.
Su obra reinterpreta las cortinas de los hogares castellanos, combinando funcionalidad y tradición. A través de su trabajo, Sistiaga crea también asientos inspirados en las balas de lana recién esquilada que llegan al lavadero, un homenaje al inicio del proceso textil.
Esta fusión entre diseño, arte y artesanía demuestra que la lana no solo es un material con pasado, sino también con un futuro lleno de posibilidades creativas y sostenibles. La moda está en el centro de una crisis medioambiental y ya no podemos mirar hacia otro lado.
Mientras las fibras sintéticas contaminan sin descanso, liberando microplásticos que ahogan nuestros océanos y ecosistemas, la naturaleza nos ofrece una alternativa: la lana. "Desde Wool4Life no solo apostamos por la calidad y la artesanía, sino también por un modelo de economía circular en el que la fibra puede reciclarse y reutilizarse de manera íntegra, mientras que las fibras sintéticas nunca desaparecen; solo se fragmentan en veneno invisible", asegura Ramón.
Wool4Life no solo está recuperando la lana Merino en Mota del Cuervo, sino que está redefiniendo el futuro de la moda sostenible en España. Con un modelo basado en la trazabilidad, la calidad y el respeto por la tradición, esta empresa familiar demuestra que la innovación y la artesanía pueden ir de la mano para crear un impacto positivo en el medio ambiente, la economía y la sociedad.
En palabras de Ramón: "Estamos viendo cómo la lana vuelve a ser valorada, cómo cada vez más personas buscan fibras naturales, calidad y sostenibilidad. Y eso nos da esperanza. Sabemos que este camino no es fácil, pero lo recorremos con orgullo, con la certeza de que la lana tiene un lugar en el futuro".
"Aunque todavía estamos en desarrollo, nuestro objetivo a corto plazo es crear productos modulares que puedan ser una segunda piel (en el caso de la vestimenta) y un hogar (en el caso de los productos de interiorismo) para nuestros clientes. La idea de continuidad y las estrategias de durabilidad física y emocional son ejes clave en los que intentamos involucrar al cliente para potenciar la sostenibilidad y la responsabilidad por su parte", cuenta.

Rebaño de ovejas merinas de Wool4Life en Mota del Cuervo (Cuenca).
"Además, todo nuestro trabajo pedagógico también incide en ese aspecto: queremos enseñar y compartir a través de todo lo que hacemos. Nuestro interés no reside únicamente en vender lana y sus productos; desde luego, es algo que necesitamos, pero nuestra misión real tiene mucha más profundidad y alcance. Nosotros seguimos tejiendo historia. Y esto solo acaba de empezar", añade.
Con esta visión de largo plazo, Wool4Life no solo mantiene viva la tradición, sino que abre nuevas posibilidades para la lana Merino, priorizando productos con un alto valor añadido, diseñados para perdurar en el tiempo en un mundo que vuelve a mirar hacia la sostenibilidad y la calidad.