Adiós al papel de aluminio: el nuevo invento para conservar la comida que cambia de color cuando se estropea
- Un envoltorio de alimentos que está producido a partir de semillas de frutas desechadas.
- Más información: Cada segundo se desechan 250 kg de comida: esta es la cruda realidad del desperdicio alimentario en España
El papel de aluminio o también conocido como papel 'Albal' es un producto imprescindible en las cocinas de prácticamente todos los hogares de España. Es uno de los grandes fondos de armario gracias a sus múltiples usos: conservar comida cocinada, envolver bocadillos, cocinar al horno e incluso mantener caliente algún plato.
Debido a su popularidad, los españoles utilizan toneladas de este papel al día y a pesar de haber desmentido ya el mito de su posible toxicidad, hay una cosa que es segura: su fabricación e industria se considera muy contaminante.
Por este motivo, las opciones con el fin de reemplazarlo han sido infinitas. Desde opciones de vidrio u otras reciclables, la última llega desde la Nanyang Universidad Tecnológica (NTU) de Singapur, donde los científicos han creado un envoltorio biodegradable para alimentos que busca cambiar por completo el uso de este tipo de elementos.
La toxicidad del papel de aluminio
La industria del aluminio se considera muy contaminante. En su fabricación, se emiten a la atmósfera grandes cantidades de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono u otros que están presentes también en la lluvia ácida, como el óxido de azufre y el óxido de nitrógeno.
Esto no quiere decir que el propio papel de aluminio sea tóxico; sin embargo, ciertas organizaciones como el Comité de Seguridad Alimentaria italiano (CNSA) han llegado a advertir el riesgo toxicológico que podría afectar a los colectivos más vulnerables, ancianos, niños menores de 3 años, embarazadas y pacientes con enfermedad renal.
Diferentes estudios científicos han demostrado que, a mayor temperatura, más cantidad de aluminio se filtra en los alimentos. Según la Agencia para Sustancias Tóxicas de los Estados Unidos (ATSDR), "todos estamos expuestos a niveles bajos de aluminio en alimentos, en el agua, en el aire, suelo… pero una exposición alta puede causar problemas de toxicidad y, por tanto, en nuestra salud".
Cómo funciona el invento para reemplazar el aluminio
Con el fin de evitar este tipo de riesgos y, además, contribuir al medio ambiente, el equipo de científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU) en Singapur ha desarrollado un envoltorio alimentario sostenible que, además de ser antibacteriano, es capaz de cambiar de color cuando los alimentos en su interior comienzan a estropearse.
Para conseguirlo, han desarrollado un envoltorio hecho a partir de semillas de frutas desechadas, como huesos de aguacate, almidón de semillas de durian y yaca, junto a otras sustancias naturales que mejoran su capacidad para degradarse de manera ecológica.
Los investigadores expresaron que el extracto de semilla de aguacate utilizado en la envoltura de alimentos contiene catequina y ácido clorogénico, que ayudan a prevenir la oxidación y detener el crecimiento de bacterias dañinas que pueden provocar intoxicación alimentaria.
The future of #foodfreshness: #NTUsg food scientists have invented a new antibacterial, #biodegradable fresh #foodwrap that uses discarded seeds from durians, pineapples, and avocados. This smart and #sustainable cling film changes colour when seafood or meat is spoilt, making it… pic.twitter.com/Z1i9rIt49J
— NTU Singapore (@NTUsg) October 2, 2024
Una de las mayores ventajas del invento de los científicos es que las semillas de aguacate, de las cuales se produce el envoltorio, contienen un compuesto natural llamado Perseorangina, que es sensible a los cambios en el valor del pH y cambia de color en función de su nivel de alcalinidad o acidez.
Para indicar el deterioro de los alimentos, el envoltorio cambia de un color amarillo translúcido a un color marrón oscuro, lo que puede ayudarnos no solo a tirar aquella comida que se haya puesto mala, sino a evitar infecciones o malestares.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), aproximadamente un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial se desperdicia, lo que genera enormes pérdidas económicas y contribuye al cambio climático debido a la liberación de gases de efecto invernadero durante su descomposición.
Al proporcionar una herramienta que prolonga la vida útil de los alimentos y alerta a los consumidores sobre el momento exacto en que se deben desechar, este envoltorio tiene el potencial de reducir significativamente el volumen de comida que termina en la basura.